En Colombia la gente no aguanta más a este personaje (de la serie El Comandante)
Ómar Rincón – El Tiempo |
RCN sigue pensando el mundo desde su deseo político: que a los colombianos les interesa su obsesión con Chávez y Uribe. ‘La Noche’ es un programa que tiene como único villano a Chávez, ‘Noticias RCN’ tiene agenda especial para hablar de Chávez y ahora presenta una serie para contar a Chávez.
‘El comandante’ es una serie que tiene buena realización en lo visual y en el ritmo, atractiva en el juego de temporalidades entre presente y pasado; se aprecia la actuación de Andrés Parra como Chávez, que está muy bien: paradoja, eso sí, que el mismo actor represente a Escobar y Chávez, los dos patrones del mal a la colombiana. Las actuaciones en general se ven bien y los diálogos funcionan.
Mejor dicho, en lo audiovisual está decente y se puede ver. Pero todo fracasa en la historia y el momento sociopolítico del televidente. No les gusta ni a los chavistas ni a los antichavistas, y menos al televidente colombiano que ya no quiere saber más de este personaje, y poco o nada le importa.
La obsesión por Chávez de RCN los ha llevado a fracasar en ‘La Noche’, sus noticias y, ahora, su ficción. RCN es demasiado Chávez TV. En lo televisivo, además, la serie ‘El comandante’ comete cuatro errores:
Mal programada. Uno de los más grandes defectos de RCN es su modo de programar; siempre se equivoca en horarios y sentimientos, y cuando se da cuenta del error, cambia de horario sus novelas. Estas dos acciones llevan a que el televidente se enerve y se vaya para otro canal. Esta vez se programa a Chávez frente a ‘Sin tetas sí hay paraíso’, cuando no hay nada menos sexi que Chávez y nada más cercano para Colombia que las tetas. ‘El comandante’ a esa hora y con ese enfrentado no seduce.
Chávez como protagonista de la historia. La obsesión de RCN con Chávez es similar a la de la oposición venezolana con su figura. Lo han elevado en la síntesis de todas las desgracias de la política y la vida, no le reconocen nada, y así solo han logrado crear un personaje del que nadie quiere oír hablar más. En Colombia, la gente está que no aguanta más a este personaje, no es nuestro problema, no es nuestro destino.
Producción a lo gringo. Chávez, el real, es llanero, popular y un seductor caribeño. Su relato es de épica. Su vida y obra es monumental. Sea que se le vea por el lado de los críticos o de los fieles, su historia es brillante y alucinante. Entonces, jugar a los efectos de pirotecnia gringa es muy falso; olvidar el melodrama y perder la comedia es un atentando narrativo contra lo que fue Chávez como héroe popular. Y eso hace que la historia sea aburrida y expulse el goce del televidente. En esa historia no nos reconocemos.
RCN como marca. Y parece ser que, definitivamente, los televidentes abandonaron este canal y ya no pasan por ahí. Y hacer de Chávez parte de su marca ayuda poco. Tal vez
deban hacer Uribe, la serie.
*Crítico de televisión, comunicólogo colombiano