“Las cúpulas no nos representan”: La construcción de un nuevo referente político
Un grupo de personalidades, intelectuales y luchadores políticos populares, desde el chavismos crítico, ha lanzado un manifiesto con el llamado a la construcción de un “nuevo referente político”, y “nueva alternativa ética” frente a lo que consideran como “corruptas y cómplices cúpulas políticas del PSUV – Gobierno y MUD”.
Quienes lo suscriben expresan su voluntad y disposición de participar y promover de manera abierta al debate, la formación de dicho referente político. Entre ellos que se encuentran ex ministros de los gobiernos del presidente Hugo Chávez, profesores ecologistas y defensores de los pueblos indígenas, militares bolivarianos y miembros del Equipo Operativo Nacional de Marea Socialista, varios de los cuales han venido actuando desde el espacio conocido como Plataforma para la Defensa de la Constitución.
Reivindicando su pertenencia a dicho espacio de convergencia y articulación, que se ha dado a conocer por sus posiciones frente al Referendo Revocatorio, la lucha por la nulidad del Decreto del Arco Minero del Orinoco, el cuestionamiento del pago de la Deuda Externa -para ellos presumiblemente ilícita- y la denuncia de un desfalco a la nación, que acompañan con el reclamo del ejercicio del derecho contralor del pueblo mediante una Auditoría Pública y Ciudadana; una parte de sus integrantes, decide dar un paso más allá, para trabajar en la construcción de un “referente político” distinto y distante de los factores que dominan el escenario polarizado de la política venezolana.
Uno de sus principales planteamientos es la lucha contra la descarga de la crisis económica sobre el “pueblo que vive de su trabajo”, pues se oponen a políticas económicas y medidas cuya lógica sería favorecer los intereses burocráticos y capitalistas gestores de dicha crisis, y que desde su punto de vista, se la están haciendo pagar a la población.
En el documento declaran su “voluntad de levantar un nuevo instrumento político amplio, democrático, plural, crítico y autocritico”, el propósito de hacer un “balance profundo del proceso bolivariano, ponderando sus logros y marcando sus errores y desviaciones”, para “formular una propuesta programática que impulse, desde la Constitución, la transformación de la sociedad venezolana superando la lógica del capital.”
Lo conciben como un movimiento o redes, con “formas que rompan la tradición vertical y antidemocrática de las cúpulas y construya confianza entre iguales”; y llaman a “reconstruir en común el proyecto nacional”, recuperando las banderas de la democracia participativa y protagónica.
A continuación reproducimos el documento comentado:
Manifestamos Nuestra Voluntad de Impulsar la Construcción de un Nuevo Referente Político
I
No guardamos ni guardaremos silencio frente al sufrimiento material, al maltrato autoritario y a la violencia moral y física a la que es sometido nuestro pueblo.
Entendemos que la catástrofe económica, política, social y humanitaria, a la que está siendo llevado el país y su gente, es producto del Colapso del Rentismo Petrolero y del fracaso y/o complicidad por parte de las elites políticas y económicas que dominaron y aún domina la nación, que no han logrado, no han podido o no han querido transformar ni dejar atrás ese modelo dependiente, mal llamado de “desarrollo”, y por el contrario se beneficiaron de él a costa del país.
Creemos que el colapso actual es la versión nacional, dependiente, de la crisis civilizatoria con la que el capital financiero internacional, en su afán de lucro y su patrón depredador y mafioso de reproducción, pone en riesgo al planeta y amenaza la supervivencia de la humanidad.
A la vista está, por un lado, la decadencia de los progresismos inconsecuentes que, con su búsqueda de conciliación con el enemigo, le abren paso a la derecha de los Temer y Macri y a la agresión imperial; y, por el otro, una vieja izquierda acrítica, que repite sin reflexión, revisión ni autocrítica los totalitarios caminos por los que se hundió el llamado “socialismo real” y que hace el trabajo sucio de la derecha neoliberal. Ambos facilitan así, la agresión depredadora del gran capital y sus gobiernos y traicionan y entregan los esfuerzos, esperanzas y sueños de los pueblos que luchan por su emancipación.
Al igual que a la mayoría de nuestro pueblo, las corruptas y cómplices cúpulas políticas del PSUV – Gobierno y MUD, no nos representan.
Por todo esto, y metidos en la piel, los músculos, los nervios, de todos los que viven de su trabajo, de los obreros y trabajadores hambreados, maltratados y perseguidos; de los que con sus manos, sudor y esfuerzo no han renunciado al desafío cotidiano de hacer producir nuestra tierra; de los que adentrándose en el mar y los ríos salen a buscar sus frutos. De los científicos abandonados, los educadores humillados; los académicos, trabajadores, jóvenes y familias empujadas a emigrar; de los estudiantes que no perciben futuro; de los profesionales empobrecidos con salarios miserables; de los indígenas a los que se les niega su derecho a las tierras ancestrales y a su cultura y contra quienes se prepara un etnocidio con la política de apertura a la minería de gran escala que adelanta el gobierno nacional. De las mujeres y hombres honestos que son la inmensa mayoría de la población venezolana; declaramos que:
Rechazando la cultura vertical, jerárquica y autoritaria de los partidos actualmente existentes, nos ponemos en marcha en el desafío de edificar una nueva referencia política. Una referencia ética, amplia, democrática y diversa. Que postule una nueva forma de hacer política que dignifique al ser humano como ser social; y que combata la mercantilización de lo público, que impulse el desarrollo autónomo y consciente del poder popular para lograr su autodeterminación.
Un movimiento construido desde los iguales en el esfuerzo cotidiano, el amor al país y a su gente, donde la voz de todos es necesaria e importante.
II
Somos todas nuestras luchas, las de ayer y las de hoy. Y todas nuestras experiencias históricas, y sin renunciar a ninguna de ellas asumimos con respeto nuestra diversidad, nuestras distintas procedencias y nuestros matices y estamos aprendiendo, paso a paso, a trabajar en unidad.
En un camino que sabemos será largo y difícil, los primeros pasos que avanzamos en esa lucha y que convocamos a continuar aún con más fuerza son:
La defensa de la Constitución, porque creemos firmemente que la crisis se resolverá con más democracia y nunca con menos. Porque en ella hay un hilo conductor de derechos postergados por décadas y manifestaciones de una ruta emancipatoria, perfectible pero real. Porque el gobierno y el PSUV que dicen respetarla, la violentan día a día. Algunos ejemplos de esto son: la renovación automática del bochornoso Estado de Excepción que da poderes casi ilimitados al Ejecutivo y que se parece cada día más a un gobierno de corte autoritario. La anulación de los procesos electorales, la suspensión del Referendo Revocatorio y la postergación de las elecciones regionales. La represión indiscriminada y violenta como se refleja en el caso de la masacre de Barlovento, hecho que merece mucho más estudio porque resume graves problemas de la sociedad venezolana.
Mientras que la cúpula de la MUD, digna heredera de los tradicionales regímenes represivos, antipopulares y antidemocráticos del pasado, demuestra una muy limitada vocación democrática y no defiende, sino que manipula, la Constitución en función de sus intereses.
Otra vía de lucha indispensable es la exigencia de anulación del repudiable decreto del Arco Minero del Orinoco. No sólo por las consideraciones específicas que este emprendimiento devastador representa. También porque significa la ampliación de la frontera extractivista más allá del petróleo, y supone la depredación de recursos naturales no renovables como la biodiversidad y el agua dulce, indispensables para la vida. Mientras que por otra parte impide, clausura, cierra, la posibilidad de transformación progresiva hacia un modelo productivo endógeno autosustentable, pos capitalista, apoyado en una relación armónica con la naturaleza.
En la urgencia que sufre el país llamamos y daremos un nuevo impulso a la lucha contra el Desfalco a la Nación. Un pequeño grupo de estafadores, especuladores y mafiosos se han apropiado de los recursos del Estado con los que podíamos haber evitado las consecuencias catastróficas de la crisis actual. Ese grupo de altos funcionarios que formaron una nomenclatura corrupta y privilegiada y de empresarios corruptos, parásitos de la renta petrolera, continuaron con la apropiación en los últimos años de los excedentes petroleros y sobre el delito cometido, llevaron al país a niveles asfixiantes de endeudamiento.
La recuperación de esos recursos que estimaciones conservadoras ubican en más de 300.000 millones de dólares, es una tarea de primer orden para intentar recuperar al país y sacar de la miseria a nuestro pueblo. Nuestra propuesta de Auditoria Pública y Ciudadana con participación popular y de una Auditoria de la Deuda y la necesidad de suspensión de los pagos de una deuda externa que aparentando legalidad posee enormes signos de ilegitimidad, son palancas fundamentales para liquidar el saqueo, la corrupción y la impunidad con las que las cúpulas políticas y económicas nos están arrastrando a la debacle.
Estamos en pro de soluciones a la crisis económica desde la lógica de los que vivimos únicamente de nuestro trabajo y no con paquetes de ajuste que descarguen el peso de la crisis sobre el pueblo, ni en favor de los intereses del capital. Que la crisis la paguen quienes la crearon.
III
Al mismo tiempo, es nuestra convicción, que la resolución de la crisis es, en primer lugar, política. Y no creemos que las actuales cúpulas del PSUV-MUD, tengan la voluntad, la integridad ni la decisión de encontrar soluciones para los padecimientos de nuestro pueblo.
Por eso declaramos nuestra voluntad de levantar un nuevo instrumento político amplio, democrático, plural, crítico y autocritico, que aborde sin temor un balance profundo del proceso bolivariano, ponderando sus logros y marcando sus errores y desviaciones para formular una propuesta programática que impulse, desde la Constitución, la transformación de la sociedad venezolana superando la lógica del capital. Un instrumento con las puertas abiertas a los debates fundamentales que cruzan la vida cotidiana de las venezolanas y venezolanos; que construya las propuestas colectivamente desde el seno del pueblo que vive de su trabajo.
Un movimiento, unas redes, con formas orgánicas que rompan la tradición vertical y antidemocrática de las cúpulas y construya confianza entre iguales. Donde cada uno se sienta parte integrante y no adorno para los actos de unas dirigencias sólo preocupadas por conquistar y preservar sus propios espacios de poder.
Llamamos a reconstruir en común el proyecto nacional; a debatir y decidir juntos la emergencia y las medidas urgentes y necesarias para salir de la crisis. Llamamos a recuperar las banderas de la democracia participativa y protagónica sin aceptar por esto la violación de mecanismos y procesos electorales que están sucediendo en la actualidad, así también defendemos una sincera y manifiesta interculturalidad y sociodiversidad como establece la Constitución. Llamamos a nuestros compatriotas, las venezolanas y venezolanos, a que desde el agobio y la desesperanza hagamos emerger una nueva alternativa ética y a convertirnos en protagonistas y edificadores de nuestro propio destino. Porque entendemos que esta es la hora de dar un paso al frente.
Firman: Héctor Navarro, Ana Elisa Osorio, Gustavo Márquez, Oly Millán (ex ministros del Presidente Hugo Chávez), Mayor General, Cliver Alcalá Cordones, Esteban Emilio Mosonyi (antropólogo y ex Rector de la Universidad Indígena del Tauca) y los integrantes del Equipo Operativo Nacional de Marea Socialista: Juan García , Gonzalo Gómez, César Romero, Andrea pacheco y Nicmer Evans