Crónica de una “crisis humanitaria”

339

Maryclen Stelling|

En el complicado y dinámico panorama político nacional, cada cierto tiempo, y como elemento importante de la confrontación, sectores de oposición traen a la palestra el tema de “crisis humanitaria y de derechos humanos” en Venezuela. Situación que alude a la responsabilidad del gobierno en cuanto a sus causas y consecuencias. Crisis humana multidimensional y profunda que -de acuerdo a analistas y medios que reproducen discursos y percepciones de ese sector político- precisa urgentemente de ayuda humanitaria por cuanto se corre el peligro de desembocar en catástrofe humanitaria. Se la utiliza como estrategia política contra la gestión de Gobierno que permite la implicación internacional.

En 2014, desde la oposición se asevera que Venezuela está entrando en una crisis humanitaria y se pronostica que,  de continuar en esa dirección, la situación puede degenerar en una catástrofe humanitaria.  “Megacrisis” que, en opinión de expertos, ocurre como consecuencia del proceder de “una hegemonía político-militar, cada vez más depredadora y, por tanto, destructiva”.

ven frontera11En 2015 arrecia la campaña político-mediática con miras a fortalecer la tesis de “Venezuela al borde de una crisis humanitaria”.  Se complementa el cuadro de la emergencia  humanitaria con un tratamiento político-mediático de drama profundo y complejo del sufrimiento humano, imposible de ser resuelto internamente. Agotados los recursos  propios, se comienza a plantear la necesaria e inminente ayuda humanitaria internacional, que puede provenir de ONG´s, organismos internacionales públicos o de Estados.

Medios nacionales y sus aliados  internacionales dan cuenta del informe de la organización International Crisis Group (ICG) titulado “Venezuela: un desastre evitable”.  Allí se afirma que el país se encamina a una grave crisis humanitaria resultado de malas decisiones políticas, incompetencia y corrupción. “Si la situación no se aborda rápidamente de forma contundente, se convertirá en una grave crisis humanitaria, con un impacto sísmico en la política y en la sociedad”, acota el informe. En la procura de solidaridad y cooperación, el lobby internacional de la oposición en la región destaca que “nadie en estas latitudes sabe lo que es una crisis humanitaria de la magnitud que estamos hablando”.

Agresivamente se asoma el 2016 con la noticia de que la Asamblea Nacional declara en crisis humanitaria el sector salud en Venezuela  por la escasez de medicamentos, insumos médicos y las precarias condiciones de infraestructura hospitalaria. Y en razón  de tal aprobación, el parlamento pide a la FAO y la Unicef enviar expertos que evalúen los riesgos que entraña el problema para los 30 millones de habitantes del país. Voceros políticos de oposición confrontan al Gobierno y le demandan “asumir la grave crisis humanitaria en Venezuela”.ven Bachaqueros1

Agregan que se requiere de una ayuda humanitaria por parte de cualquier institución, organismo o país que pueda contribuir con el desastre  que atraviesa Venezuela y se demanda la apertura inmediata de un canal humanitario, que permita a  “miles de venezolanos”  acceder a insumos médicos y alimentos “recolectados en países hermanos”. La ONU urge “al Gobierno que acepte la ayuda humanitaria para apoyar sus esfuerzos en la distribución de alimentos y el suministro adecuado de medicinas, así como garantizar su distribución justa”. Desde la oposición se exhorta al Ejecutivo a acatar la petición de la ONU de aceptar ayuda humanitaria para paliar la escasez de alimentos y medicamentos en el país.

Voceros del Gobierno afirman “con total seguridad” que en Venezuela no hay crisis humanitaria. Se rechaza la ayuda humanitaria ofrecida al  país porque “ella esconde un deseo intervencionista” y se alega que la crisis es un invento periodístico que obedece a “una gran operación política y mediática”. El representante de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) en Venezuela,  asegura que el país no está en condición de ayuda humanitaria.

Sin lugar a dudas la discusión en torno a la existencia de una crisis humanitaria en el país ha caído en el juego político Gobierno-oposición, ha incrementado las  animosidades entre las partes y, de seguir por esa vía, entrabará aún más cualquier acuerdo negociado con miras al diálogo y la paz.
e seguir bregando sin descuidarse ni un segundo.