La droga, un problema de salud pública para la Celac
Los 33 países de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) tienen lista una propuesta conjunta para llevar a la cumbre de la ONU, sobre la problemática de las drogas a nivel mundial, que se cumplirá en Nueva York del 19 al 21 de abril próximo.
En Santo Domingo, República Dominicana, se reunieron entre jueves y viernes cancilleres, ministros de justicia y delegados de organismos de control de drogas de 33 países para pulir un documento cuya visión se esbozó el año pasado en la cumbre de la Celac, en Quito. El documento recoge las buenas prácticas y lecciones aprendidas en la prevención, combate y nuevas alternativas para enfrentar este problema de magnitud mundial.
La Celac insiste en “la primacía del ser humano y la importancia de los derechos humanos en las políticas de drogas y su enfoque como un problema de salud pública, que permita cambiar la visión interdictiva por políticas públicas y estudios científicos que garanticen una rehabilitación integral del consumidor problemático”, destacó el canciller dominicano Andrés Navarro.
Insistió en que la lucha contra las drogas es un problema medular, con varias aristas, que afecta de forma diferente a los países. En el tema específico del narcotráfico, el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, quien participó en la IV Cumbre Celac en Quito, en mayo de 2015, señaló que la lucha contra el narcotráfico concierne a todo el continente.
Sobre la propuesta para la Sesión Especial de la Asamblea General de la ONU, coincidió en que debe tener propuestas efectivas en la lucha contra el narcotráfico. “Las políticas prohibicionistas que se han aplicado en los últimos 40 años no han permitido que se gane esa guerra”, afirmó Santos. Realidades distintas El exviceprimer ministro del Reino Unido, Nick Clegg, visitó esta semana México y coincidió con la propuesta de la Celac en la importancia de tratar la problemática como de salud pública, porque “estamos perdiendo la guerra”, dijo.
En Europa, puntualizó, “reconocemos los problemas de salud pública, el tratamiento, los consumidores, pero no compartimos la crisis de violencia, en la que los criminales ponen en riesgo la existencia del Estado, como lo hizo Pablo Escobar en Colombia en los años 90”