De Agroisleña a Agropatria

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Eleazar Díaz Rangel | 

La Asamblea Nacional aprobó abrir una investigación que hace tiempo debió emprender, o bien la anterior Asamblea, cuando dominaba el Polo Patriótico, o bien el propio Gobierno. Se trata de una empresa que fue expropiada en 2010 estando en plena operatividad, con unos 1.800 trabajadores, sin quejas de sus clientes, que atendía a centenares de agricultores, y cuyo real negocio era comprar las cosechas y luego venderlas, mientras suministraba a sus clientes semillas, fertilizantes y otros insumos que necesitaran para sembrar y producir.

Pero alguien persuadió al presidente Hugo Chávez de su “mal funcionamiento”, que sus dueños “se estaban enriqueciendo”, de “hechos de corrupción”, todos supuestos, y en Miraflores se tomó una decisión equivocada e inconsulta, y nadie en el Alto Gobierno advirtió sobre el error que se cometía.

Así, Agroisleña se transformó en Agropatria, que comenzó a crecer, tenía sucursales en todas partes, la nómina de sus trabajadores se triplicó, pero ha resultado un fiasco, por decir lo menos.

Desde hace meses estoy recibiendo comentarios de quejas y reclamos de hechos de corrupción que he venido publicando y ustedes deben recordarlo. ¿Qué está pasando? La empresa es la única importadora de semillas, pero cuando los productores van a comprarlas, nunca las consiguen, “¡se agotaron!”, pero ocurre que a poca distancia de allí, hay “alguien” que sí tiene las semillas, pero a un elevadísimo precio. Por ejemplo, semillas para melón que costaban el año pasado Bs 5.000 la lata de 25 mil semillas en la empresa, hoy son revendidas a Bs 120 mil o 140 mil, y las de cebolla, con precio en Agropatria de Bs 3.240 la lata, el revendedor sí las tiene, pero a precios que oscilan entre 40 mil y 50 mil bolívares.

Con altas ganancias para el vendedor y, seguramente, para alguien o algunos de la empresa. Aquí en esta página escribí breves notas en varias oportunidades, pero nunca tuvieron efecto, nadie del Gobierno se interesaba por averiguar si era cierto lo que se denunciaba. Nadie me llamó nunca para preguntarme nada. Pero ha sido tan escandaloso y generalizado, que la nueva Asamblea, interesados en el asunto y, seguramente, sumados a sus intereses políticos, acaba de aprobar abrir una de sus primeras investigaciones en Agropatria.

Confío en que se haga a profundidad, que no sea sesgada por la política, y quienes resulten culpables sean sancionados. Leo que el Gobierno y los dueños de Agroisleña negociarán, no sé si esa es la solución, tales son las deudas que parece tenerle el Gobierno, pero debe averiguarse qué pasó con Agropatria.

Como se supone que este no es el único caso con tales características, es de desear que otros similares, donde se presuman hechos de corrupción y que igualmente hayan fracasado y estén produciendo pérdidas, sean también investigados a fondo.