Pese al estado de excepción, enfrentamientos durante la marcha por el clima en París

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Al grito de: ¡no nos quitarán el derecho a manifestar!, cientos de personas se enfrentaron este domingo a la policía en la Plaza de la República de esta capital para denunciar el estado de emergencia climática y presionar a los líderes del mundo que este lunes arrancan la 21 Conferencia de la Organización de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP21).

En desafío al estado de excepción que rige en Francia desde los atentados perpetrados por el Estado Islámico el 13 de noviembre, un grupo de encapuchados lanzó piedras y otros objetos durante los enfrentamientos con la policía, mientras los uniformados respondieron con gas lacrimógeno y granadas aturdidoras.

Algunos de los objetos lanzados eran botellas y velas que procedían del memorial de las víctimas de los ataques yihadistas de enero y noviembre a los pies de la estatua de la República.

Fue un poco violenta pero se controló perfectamente, declaró el jefe de la policía, Michel Corot, quien aseguró que detuvieron a más de 200 personas, aunque sólo 174 quedaron en arresto provisional.

Horas antes, miles deuropa anticlima1e activistas participaron sin incidentes en una cadena humana convocada por el colectivo Alternativa y la asociación Attac para protestar por la anulada Marcha Global del Clima en París, que enlazó los alrededores de la Plaza de la República con la Plaza de la Nación, a lo largo del bulevar Voltaire, y que se interrumpió a la altura de la sala de conciertos Bataclan, en señal de respeto a las víctimas de los ataques.

La ONG Avaaz organizó una marcha simbólica con zapatos en la Plaza de la República. En una semana lograron recolectar 13 mil pares, uno del secretario general de la Organización de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, y otro del papa Francisco.

Los zapatos marchan por quienes no están aquí, explicó Fleury Girard, voluntario de Avaaz, en referencia tanto a la marcha prohibida como a las víctimas de los atentados yihadistas de París.

En tanto, el presidente de Francia, François Hollande, calificó en Bruselas de escandalosa la movilización en la capital francesa al afirmar que había elementos perturbadores que nada tienen que ver con los defensores del ambiente y que “solamente están in situ para perturbar”.