Argentina. Gran Buenos Aires, un país dentro del país
Juan Guahán-Question latinoamérica
Uno de cada cuatro argentinos vive en alguno de los 24 municipios que integran el Gran Buenos Aires. Suele decirse que allí se deciden las elecciones. Pero el conurbano bonaerense es mucho más que eso. Ese gigantesco cinturón humano que rodea a la Capital Federal comenzó a consolidar su perfil industrial hace más de 80 años atrás, cuando la gran crisis mundial (1929) limitó buena parte de nuestras importaciones. Esa franja de 30 a 50 kilómetros de ancho fue el límite, obrero e industrial, entre la mundana y universal Capital Federal y la inmensa riqueza de la pampa húmeda.
Por aquellos tiempos tomó fuerza un proceso que nunca se detuvo. Se trataba de migraciones internas en virtud de las cuales los hijos de los más distantes sitios del interior recalaban en aquellos lares procurando construirse un futuro mejor. Se constituyeron las barriadas de obreros industriales. Desde allí surgieron las movilizaciones que dieran origen al peronismo y a la fama –muchas veces justificada- que ahí estaba su núcleo duro. Ahora, en vísperas electorales, es bueno considerar otros aspectos de ese conglomerado que a lo largo del tiempo vivió muchas e importantes transformaciones.
La parte Norte, pegada al Delta y al Río de la Plata, fue –desde siempre- el lugar elegido por los sectores de mayor poder económico para instalar sus casas de fin de semana. En la segunda mitad del siglo pasado, las industrias más modernas (automotrices y químicas) privilegiaron esos lugares para sus primeras instalaciones. Como parte de esa historia quedaron los municipios de la Zona Norte (Vicente López, San Isidro, Tigre, San Fernando), donde la hegemonía del tradicional peronismo del Gran Buenos Aires es una regla que no pudo confirmarse.
En el otro extremo, en la parte Sur, se asentaron los primeros establecimientos fabriles. Junto con el siglo XX aparecieron los frigoríficos. Desde esa zona salieron los “cabecitas negras” que protagonizaron el 17 de octubre de 1945, la revolución peronista. En el medio, con el advenimiento del peronismo, se instalaron miles y miles de talleres y fábricas vinculadas a los sectores metal mecánico y textil.
Así se constituyeron, distribuyeron y organizaron los barrios populares que serían la base de los municipios del actual conurbano. Pero “ha pasado mucha agua bajo el puente”. Veamos aspectos del “ahora”, cundo son vastos los sectores medios que procuran huir del “mundanal ruido” de la Capital Federal hacia las zonas más bucólicas de la periferia suburbana.
En esa zona, las innovaciones tecnológicas y las recurrentes crisis económicas han destruido importantes sectores industriales. Allí, el trabajo está perdiendo su rol de ordenador de la vida familiar y social. La falta de oportunidades y el poder devastador de los narcos han hecho virar la perspectiva de muchos jóvenes. Ante un futuro inexistente, atrapados en el pozo de la droga y el alcohol, crecen en medio de una violencia sin sentido, ni destino.
Territorialmente, no pocas veces, la búsqueda de seguridad en exclusivos los “barrios privados” coexiste con lugares extremos, casi inaccesibles para el Estado y sus instituciones. Desde el Plan Alimentario Nacional (Cajas PAN) instaurado por Raúl Alfonsín, han pasado 31 años. Distintos gobernantes y variados nombres de planes sociales son su continuidad y le dan a la extendida pobreza de esa zona una característica: ser la capital del asistencialismo. Es el que permite mantener la reproducción de la vida y la pobreza, tapando una desigualdad social que no da respiro.
La Iglesia Católica, ahora guiada por el Papa Francisco, procura mantener su vigencia en un territorio que le era absolutamente propio y ahora desafiado por cultos evangélicos, el poder de los narcos y creencias populares, como la del Gauchito Gil. Inspirados por una “teología popular” alejada de la iglesia tradicionalista y procurando evitar la Teología de la Liberación, van los sacrificados curas villeros al frente de esta nueva cruzada.
En los 24 municipios el Gran Buenos Aires, una ínfima porción del territorio nacional, habitan más de 10 millones de personas, el 25% de su población total. En ese territorio siguen reinando varios históricos “barones” del conurbano bonaerense. En tamaña concentración poblacional se define gran parte del futuro electoral del país.
Algunos datos económicos de esta Argentina
Dado que los candidatos hablan poco y nada de lo que pasa con la economía, le dedicamos -a este tema- un espacio mayor que el habitual. Algunos datos significativos sobre la evolución del sector industrial indican que, desde la crisis del 2002 hasta la fecha, las plantas industriales crecieron un 42,9%, pero si tomamos a 1996 como fecha de inicio para ese cálculo, el crecimiento se reduce al 17%. Sin negar esos datos, pero desde la realidad actual, la Unión Industrial Argentina (UIA) acaba de informar que, en los últimos 3 años, cerraron 798 plantas industriales (de 60.029 a 59.231).
También señalaron que, en ese período, las exportaciones del sector y el empleo industrial también se redujeron. Concluyeron afirmando que, en estos últimos años, se está perdiendo lo recuperado desde el 2002. Vale la pena recordar que el sector de la construcción reconoce un crecimiento de un 7,7% anual y eso permite evitar una caída mayor para el conjunto de la actividad económica y el nivel de empleo.
La situación del sector externo no mejora, ello afecta al ingreso de dólares y hunde a las economías regionales. Los precios internacionales siguen cayendo y con ellos nuestras exportaciones. Según datos recientes, en el primer semestre vendimos más (8%) pero recibimos menos (14%), porque bajaron los precios (21%). Además del valor del dólar, el parate chino y la crisis brasileña forman parte de los componentes que más nos afectan. Salvo los productos primarios –fundamentalmente cereales y soja- que “salvaron la ropa” por la muy buena cosecha, las producciones regionales padecen la situación y reclaman por soluciones.
Una mirada a las principales producciones de las diferentes regiones nos da una nómina de los principales padecimientos, que deja como saldo el primer semestre del 2015, respecto al año anterior. En las provincias del Noroeste cayó la exportación de tabaco (44%), allí crecieron las de limón (16%) y legumbres (89%). En el Noreste mejoró la exportación de algodón (83%), pero cayeron las forestales (35%), arroz (67%), yerba (19%) y té (15%).
En la región cuyana (cen troccidental), si bien creció la exportación de uva (12%), se redujo la de cebolla (28%) y de ajo (10%). En materia de vinos las cosas quedaron parejas porque se vendió un poco más pero a un precio menor. Es posible que el caso más crítico se dé en las provincias patagónicas del sur. Allí se redujeron las exportaciones de manzanas (42%), peras (25%), pescados (14%), petróleo y gas (14%). En la rica región centro-pampeana los resultados no fueron distintos. Creció la exportación de carne (36%), pero disminuyó en materia de leche (19%), pollos (27%), quesos (22%), miel (34%) y cueros (15%).
Estamos entrando en recta final de la primera elección general de este 2015, que está plagado de convocatorias de diferente tipo. Por fin, el próximo domingo se harán las elecciones Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO). A mitad de camino entre unas elecciones generales comunes o unas internas, su valor real no va mucho más allá de una auténtica y formidable encuesta nacional.
Sin embargo estas PASO brindarán un panorama cierto sobre las perspectiva de cada fuerza y la de los candidatos llamados a representarla.
Estas próximas PASO dejarán algunas certezas. El resultado dirá que la fórmula Daniel Scioli/Carlos Zannini, del Frente para la Victoria (FpV), será el binomio más votado; indicará que Mauricio Macri, ganará su interna, quedará como candidato del PRO y será el segundo en la cantidad de votos acumulados y que Sergio Massa, ganando su interna, será el tercero en discordia. También confirmará que todos los demás candidatos quedarán a una distancia que hace imposible imaginarlos compitiendo con perspectivas de triunfo en el mes de octubre. Allí terminan las certezas. Difícilmente queden definidos los resultados de octubre. Pero lo cierto es que ya estamos en las gateras.