La deuda externa en la mira

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Martin Khor – South Center

Para muchos países en desarrollo sería útil definir con precisión qué es la deuda externa y abrir un debate sobre su grado de dependencia o vulnerabilidad frente a los flujos de capitales externos y las condiciones cambiantes. En los últimos días, Malasia se convirtió en un buen ejemplo de esto.

El primer ministro y titular de Finanzas, Najib Razak, declaró que la deuda externa de Malasia había aumentado de 53.000 millones de dólares en el último trimestre de 2013 a 200.000 millones en el tercer trimestre de 2014, y atribuyó el fuerte incremento a una nueva definición en la información, que se ajusta a los requisitos del FMI y ofrece una visión más realista y precisa. Ahora incluye a los títulos de deuda y depósitos denominados en ringgit (la moneda malasia) en manos de extranjeros, así como los préstamos offshore del gobierno, las empresas públicas y el sector privado.

Por un lado, los préstamos denominados en ringgit no tienen los mismos riesgos de volatilidad del tipo de cambio de los denominados en dólares. Por otro, el aumento de las tenencias de activos fiscales y bonos de empresas por parte de extranjeros, aunque denominados en ringgit, también aumenta la exposición del país.

Es cierto que la acumulación de las tenencias extranjeras de títulos y bonos de Malasia es posible gracias a la mayor apertura y el atractivo del mercado financiero del país. Sin embargo, la misma apertura que llevó a las entradas de capitales también podría provocar su salida cuando las condiciones cambian.

Las políticas de dinero fácil de Estados Unidos han contribuido a los enormes fondos que buscan un mayor rendimiento en países en desarrollo. Pero desde el final de la flexibilización cuantitativa y ante la posibilidad de que las tasas de interés suban, los mismos fondos han comenzado a regresar a Estados Unidos.

La redefinición de las cifras de la deuda y los datos recientes sobre la evolución de las inversiones de cartera y las reservas de Malasia muestran que una visión global de la situación de la deuda permite tener una mejor perspectiva de la exposición del país a diferentes tipos de flujos de inversión.

Otra conclusión es que los préstamos a través de deudas denominadas en moneda nacional eliminan los riesgos asociados a los cambios de divisas. Pero todavía se mantiene una relación de dependencia en cuanto a las preferencias extranjeras sobre el lugar donde invertir y, por lo tanto, una exposición a salidas significativas cuando estas preferencias se alteran.

* Director ejecutivo del Centro del Sur.