Argentina: dudas y certezas del oficialismo ante las elecciones
Juan Guahán, Question Latinoamérica
A menos de 9 meses del “parto” de un nuevo gobierno y con mucho menos tiempo para que se concreten distintas instancias electorales, dentro del oficialismo, van apareciendo certezas electorales y se profundizan algunas dudas sobre esos “momentos”. Aquí se entrará en algunos detalles.
En el gobierno hay preocupación. Los magros resultados en las elecciones municipales realizadas en San Carlos y la capital mendocina, más los peores cierres de listas verificados en Capital Federal y Santa Fe conmovieron al “riñón del cristinismo”. A esos tropiezos hay que agregar la perspectiva cierta que el oficialismo no cuenta con candidatos que puedan llegar al gobierno en 4 (Capital Federal, Córdoba, Santa Fe y Mendoza), de los 5 principales distritos del país. 
Todo ello unido al hecho que, desde despachos de la propia Casa Rosada, había gestiones a favor de Daniel Scioli -el no deseado “candidato natural” del peronismo- hizo estallar viejas broncas. Juan Carlos “el Chueco” Mazzón, el más importante “operador” del peronismo histórico, tuvo que irse con sus bártulos a otra parte. Mazzón conocía, mejor que la palma de su mano, la vida y milagros de la dirigencia peronista de todos los rincones del país.
Los principales candidatos oficialistas
Lo principal es que “andan sacándose chispas”. Un Daniel Scioli apesadumbrado soporta, con un estoicismo que a veces da pena, las embestidas y agravios de Florencio Randazzo, agrandado por la complicidad y los halagos de la Presidenta. A pesar de seguir encabezando la mayoría de las encuestas, Scioli -por primera vez- luce apichonado. Teme, justificadamente desconcertado, que lo dejen afuera del Frente para la Victoria (FpV) en las Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO). De esa perspectiva ya tuvo una experiencia cuando su candidato –Gustavo Marangoni- quedó afuera de las elecciones porteñas.
Ante esa posibilidad dice no tener alternativa, aunque algunos dirigentes que lo secundan sostienen que es posible avanzar en acuerdos con el Partido Justicialista (PJ), por fuera del FpV. Por ahí andan muchos intendentes del Gran Buenos Aires, los famosos “barones del conurbano” qué quieren saber YA las reglas de juego. Ellos también empiezan a ponerse nerviosos y nadie sabe cuáles pueden ser sus reacciones, cuando se sienten en peligro.
Es por eso que la idea de confrontar “PJ vs. K” revolotea por la cabeza de viejos duhaldistas que muchas veces sueñan con dar esa pelea, en la Justicia. Al día de hoy los apoderados nacionales del PJ son –para desgracia de Scioli- espadas K. Sergio Uribarri sigue poniendo afiches y confía en acompañar a Scioli o Randazzo en la lista presidencial. Julián Domínguez continúa en campaña y espera que su destino esté en La Plata, al frente de la principal provincia argentina. Agustín Rossi se conforma con volver a la Cámara de Diputados y Aníbal Fernández confía en transformarse en un “dedito” decisor y les pide a sus colegas, en candidaturas presidenciales (particularmente Scioli y Randazzo), que controlen sus boquitas porque van a cansar a los votantes con las chicanas que se tiran.
Continuidad del “modelo”
Ya se ha dicho, en varias oportunidades, que la Presidenta va a defender el “modelo” hasta el último día de su actual mandato y seguirá siendo la referente del mismo en el futuro. No hace falta forzar la realidad para decir que tal “modelo” son las ideas y conducción de “los Kirchner”. Lo fue con Néstor, hoy lo sigue siendo su esposa y es probable que para el futuro ése sea el mandato y sueño familiar de su hijo Máximo. Cristina lo destacó cuando le confesó a Jorge Rial, en un programa televisivo: “Solo confío en mis hijos”. Por eso no extraña que muchos peronistas consideren que Cristina tenga a Mauricio Macri como “preferido” (públicamente no reconocido) a la hora de pensar en su sucesión.
En ese imaginario Macri no compite con el liderazgo de “los Kirchner” y pensar en un “retorno” no es algo descabellado. Una de las condiciones para ello no es ganar las elecciones presidenciales pero sí contar con un importante bloque de legisladores nacionales. Esa va a ser la gran disputa en los próximos meses. Por eso, al círculo presidencial no le asusta la previsión de los sciolistas que dicen que sin un acuerdo SUR (Scioli, presidente; Uribarri vice y Randazzo en la Provincia de Buenos Aires) el oficialismo puede salir tercero y quedar fuera de la segunda vuelta. Es posible que la mayor parte de la tradicional dirigencia peronista no comparta esa interpretación cristinista del actual proceso electoral.
Golpe por golpe
La pelea en los fueros penales parece responder a la metodología de los grandes peleadores que tuvo el boxeo: Responder “golpe por golpe”. Me pegan y pego. Lo que está ocurriendo con el caso Nisman es un claro ejemplo de lo dicho. En otra cancha el Juez Claudio Bonadío tiene en la mira a Máximo Kircher, pero ahora la Justicia quiere avanzar contra algunos capitostes del famoso tema de Papel Prensa.
Un Fiscal, recientemente designado, ha pedido la citación de Bartolomé Mitre, Guillermo Juan Gainza Paz (La Nación); Laura Ernestina Noble, Héctor Magnetto (Clarín), entre otros. Por ahora el Juez no hizo lugar a ese pedido de indagatoria, pero la cuestión seguramente no termina allí. El viernes la Sala IV de la Cámara Federal de Casación Penal dispuso la “falta de mérito” para Carlos Blaquier, ex directivo del Ingenio Ledesma, en dos causas vinculadas a delitos de lesa humanidad.
Pero no todas estas escaramuzas llegan a los estrados judiciales.
En previsión de lo que pueda pasar en la Justicia crece la idea que Cristina y Máximo se asegurarán fueros a través de una banca legislativa.
En la pelea del gobierno con algunos sectores del poder económico, por allí anda la gente de la AFIP pidiendo que los empresarios argentinos que evadieron (alrededor de 3500 millones de dólares), a través HSBC, devuelvan ese dinero depositado en cuentas de ese Banco.