Cuba: Cuenta regresiva para inédita cita comunista
PATRICIA GROGG| Al acercarse la inédita Conferencia Nacional del 28 de enero, que dará continuación al VI Congreso del Partido Comunista de Cuba (PCC), la reiteración oficial de que la cita se concentrará en cuestiones internas de la organización parece excluir de la agenda los temas sociales.Para analistas, modernizar el PCC, el partido único cubano y en el poder desde los años 60 del pasado siglo, es estratégico, pero no lo es menos dar una respuesta orgánica a las aspiraciones de sectores de la sociedad civil interna sobre problemas que quedaron inconclusos o no se mencionaron en el encuentro de abril pasado.
Sin embargo, el presidente Raúl Castro rebajó las expectativas con la próxima cita. “No hay que hacerse grandes ilusiones con la conferencia (…). El congreso es lo definitivo, ahora esta es una cuestión interna del partido”, dijo el jueves 12 a la prensa extranjera acreditada.
El VI Congreso trazó la hoja de ruta para los cambios económicos y dejó para la Conferencia asuntos como nuevos cambios en la nomenclatura política o adoptar una decisión sobre el plazo de no más de 10 años de permanencia en cargos partidarios y de gobierno.
Según fuentes oficiales, la reunión también deberá valorar “con realismo y espíritu crítico” la labor del PCC y precisar las transformaciones requeridas para que la organización pueda ejercer con eficiencia su papel de “fuerza dirigente superior de la sociedad y el Estado” que le confiere la Constitución de este país caribeño.
También estará facultada para actualizar los métodos y estilo de trabajo, estructuras y política de cuadros y continuar avanzando en lo que Castro denomina “proceso gradual de renovación y rejuvenecimiento de la cadena de cargos políticos y estatales”.
La Conferencia Nacional puede ser convocada entre uno y otro congreso para tratar “asuntos importantes de la política del partido” y es la primera vez que este instrumento interno es utilizado por el PCC.
Su agenda fue dada a conocer en un llamado “Documento Base” que incluye temas sociales, además de los internos de la organización gobernante.
A diferencia del documento de los Lineamientos de la política económica y social, sometido a debates populares de participación abierta antes de ser aprobado en el congreso de abril, el texto de la conferencia fue analizado solo por los afiliados del PCC y de la Unión de Jóvenes, la organización política de la juventud cubana.
Para el ensayista Víctor Fowler, la cita partidista pudo ganar en resonancia si todos los medios de comunicación (y, en general, la vida misma del país) hubiesen sido volcados hacia la discusión ciudadana, pública y “nacional” del estilo de trabajo del PCC, así como su papel y lugar en los tiempos que corren.
Al participar junto a otros intelectuales cubanos en un debate sobre la conferencia convocado por la publicación católica Espacio laical, Fowler contrastó esa “anemia” informativa con el proceso equivalente a una gran asamblea social que tuvo lugar a partir de las discusiones en barrios y centros de trabajo sobre los lineamientos.
En diciembre, el segundo secretario del comité central del PCC, José Ramón Machado Ventura, aseguró que como resultado de las consultas, 78 de los 96 objetivos planteados en el documento base fueron modificados, al tiempo que se incorporaron otros cinco. El nuevo texto no ha sido difundido.
En su primera y ahora modificada versión, el proyecto alude a problemas de especial sensibilidad y silenciados por mucho tiempo, como el enfrentamiento de los “prejuicios raciales, de género, ante creencias religiosas, orientación sexual y otros que puedan originar cualquier forma de discriminación”.
Inclusive, comisiones de trabajo previo a la conferencia recabaron propuestas concretas de solución a estos problemas. “Hemos avanzado mucho en los últimos cinco años y se han caído muchísimas barreras que obstaculizaban determinados temas”, dijo a IPS la psicóloga Sandra Álvarez, autora del blog Negra cubana tenía que ser.
Así mismo, el texto propone analizar y acordar acciones para “enfrentar la violencia de género e intrafamiliar y la que se manifiesta en las comunidades”, así como fortalecer “las acciones dirigidas a prevenir y enfrentar las manifestaciones de indisciplina social, ilegalidades, corrupción y otros delitos”.
El trazado de los documentos de trabajo del sexto congreso y de la conferencia quedó sin embargo por debajo de las expectativas de algunos especialistas. “Ambos deberían tener ingredientes sociales mucho más explícitos y fuertes”, consideró la socióloga Mayra Espina en una entrevista a IPS.
En opinión de esta experta, en los lineamientos faltó expresar cómo se cumplirá en la práctica una plataforma de cambio social, algo que debió quedar claro porque son los principios de la reforma. En tanto el texto base de la conferencia carece de un compromiso más explícito con la equidad social.
De manera coincidente, el año comenzó con la entrada en vigor el día 15 de una disposición gubernamental para conceder el subsidio estatal a personas naturales de escasos recursos necesitadas de reparar o construir sus viviendas. La medida da inicio al proceso gradual de subsidiar personas y no productos como hasta ahora.
*Periodista de IPS