¿Quién nos habla de economía?

353

ÁNGEL DANIEL GONZÁLEZ|El discurso legítimo es aquel que es aceptado por consenso o mayoría sin mayor problema. Cuando un enunciado es tomado como cierto sin requerir de mayor argumentación, arte o esfuerzo confirmatorio, se dice que es legítimo. En tales casos, dichos enunciados se reproducen y
extienden con gran facilidad y rapidez.

charlatanesExisten áreas de conocimiento, disciplinas o campos del saber en que la legitimidad del discurso es mucho más exclusiva e influyente que en otras. Tal es el caso de la economía, específicamente la macroeconomía.

Si bien durante la Revolución Bolivariana las discusiones de temas políticos y económicos han gozado de un mayor acceso y circulación popular; y si bien Chávez logró demostrar que es posible actuar con éxito en política y economía contrariando las máximas de los gurúes de dichas disciplinas, es cierto también que todavía los discursos “autorizados” de la economía tienen un poder enorme para deslegitimar las acciones económicas del Gobierno y la
Revolución.

Los economistas, analistas y expertos, casi en su totalidad frenéticos reaccionarios, producen cantidades industriales de enunciados, opiniones, análisis, críticas, proyecciones sobre la economía del país. Explican las crisis, advierten escenarios de caos y catástrofes por venir, siempre de acuerdo a las recetas o abecé que ellos dicen conocer y dominar muy bien y el Gobierno en cambio desconoce y contradice de manera necia y descarada.

El problema no es que los supuestos sabihondos del sistema existan o hablen. El problema es que su discurso es que gozan de legitimidad, la gente acepta que su opinión es válida porque ellos “son los que saben de eso”. La reacción posee aún la autoridad de la palabra en el ámbito económico, y ciertamente son pocas las armas con que contamos en la Revolución para combatir en ese territorio.

Necesitamos un instrumento, un medio especializado, un foro para hacer resonar las voces de la diferencia, para hacer crecer el discurso legítimo que rebata con propiedad y éxito la maquinaria demoledora de los defensores de la economía liberal capitalista.

*Publicado en CIUDADCCS, 24/06/14.