Estado de crisis en los estados

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JUAN GUAHÁN| El domingo pasado se votó en la Unión Europea, Colombia y Ucrania, todas estas votaciones reflejan profundas crisis que merecen variados análisis y consideraciones. En estos modelos actualmente imperantes, las elecciones son uno de los pocos ejercicios democráticos en los que el pueblo puede participar. }

francia ultraNo es lo mejor que solo pueda opinar cada dos, cuatro, seis o equis cantidades de años, pero “algo es algo” y mucho mejor que las dictaduras conocidas. El domingo pasado los pueblos hablaron, en muy distintos y lejanos lugares del mundo. Lo hicieron en la Unión Europea para elegir los eurodiputados, en Colombia y Ucrania para designar a sus respectivos presidentes. Primero señalaremos los resultados en cada uno de esos casos y luego veremos los temas comunes que surgen de los resultados producidos el domingo pasado.

UNIÓN EUROPEA
La vieja Europa votó para elegir su Parlamento, que funciona en Estrasburgo y legisla para todo ese continente. Se votó en 21 países, con 380 millones de electores para elegir 751 diputados. Las elecciones se realizaron en medio de una crisis que no cesa. El resultado final dice que los sectores conservadores, agrupados en el Partido Popular Europeo, mantendrán la mayoría con 211 bancas. La segunda bancada seguirá siendo socialista con 193 diputados. Estas fuerzas, que gobiernan en la inmensa mayoría de los países europeos, tienen los votos para mantener su hegemonía y asegurar la continuidad de la Unión Europea.

La gran novedad viene por otro lado. Se trata de los avances impresionantes –con unos 140 eurodiputados, cuatro veces de los que tenían- de lo que se denomina como un “nacionalismo populista de derecha”. En menor medida se pudo constatar un incremento de las fuerzas de una izquierda mucho más radicalizada que el anquilosado partido socialista.

Los casos más notables y que, por su cercanía cultural con gran parte de nuestra población, merecen ser destacados son los de España y Francia. En este último país triunfó una fuerza –el Frente Nacional-, caracterizado por la prensa como de extrema derecha, xenófobo y neonazi, con más del 25% de los votos, mientras el gobernante partido socialista no llegó al 14%.

En España buena parte de los votos que perdieron conservadores yesp podemos iglesias y monedero socialistas fueron a parar a una fuerza de izquierda, denominada Podemos. En la región vasca nuevamente triunfaron los independistas del nacionalismo de izquierda. En Alemania se mantuvo la hegemonía de conservadores y social demócratas, aunque también se verificó el crecimiento de los nacionalistas. La izquierda radicalizada triunfó en Grecia. En Italia se ratificó la primacía de fuerzas de izquierda y de un mediático cómico.

Uno de los casos más simbólicos se dio en Inglaterra, allí una fuerza nacionalista antieuropea -con más del 30% de los votos- se impuso a los tradicionales laboristas y conservadores. Estos avances de los sectores nacionalistas, que se oponen a la Unión Europea, también fueros notorios en Austria, Croacia, Hungría, Dinamarca, Finlandia, Letonia, Lituania. En Bélgica triunfaron los flamencos que abogan por la independencia de la región.

Los resultados de estas elecciones están a la vista y quienes soñaron, décadas atrás, la unidad de Europa y quienes diseñaron –tiempo después- sus actuales instituciones, se revuelven en sus tumbas. Como conclusión se debe mencionar que los más importantes medios europeos califican como “mala noticia” lo ocurrido el domingo pasado.

COLOMBIA
En las elecciones colombianas confrontan el ex presidente Álvaro Uribe y el actual, Juan Manuel Santos. Uribe apoya a Óscar Iván Zuluaga y Santos va por la reelección. Hay muy pocas excepciones al hecho que siempre gana quien busca la reelección teniendo la manija del Estado. Sin embargo en Colombia van a segunda vuelta y quien ganó, por menos de 4 puntos de diferencia en la primer consulta, fue el opositor Zuluaga. Uribe y su apadrinado representan a lo más reaccionario del país y sirven de base a la estrategia norteamericana de utilizar a Colombia como centro de operaciones en la región.col ivan zuluaga

Sus vínculos con el narcotráfico y los grupos paramilitares están en la boca de todos. Santos, forma parte de los sectores económicamente más poderosos y busca fórmulas que permitan que haya mejor clima para hacer negocios. En este camino no descarta negociar con las poderosas guerrillas de las FARC y el ELN, cosa que está haciendo en la Mesa de Diálogo que funciona en La Habana.

Pero el dato más relevante es que no fue a votar el 63% de la población en condiciones de hacerlo y que el 6% de los que votaron lo hicieron en blanco.

UCRANIA
ucrania violencia
El multimillonario empresario Petro Poroshenko, conocido como el Rey del Chocolate, fue elegido nuevo Presidente de Ucrania, con un 55% de los votos. En la agrietada Ucrania, la elección en las provincias rebeldes fue muy débil funcionando solo un mínimo porcentaje de las mesas previstas. El nuevo presidente anunció que su objetivo será “terminar con la guerra y restaurar la paz”, a tales fines anunció un próximo viaje a las provincias separatistas.

ALGUNAS CONCLUSIONES
La pregunta a formular es: ¿Qué tienen en común estas tres elecciones y sus resultados? En los tres casos estamos ante una fuerte crisis de los respectivos Estados. En todos los casos las razones son distintas pero la gravedad de la crisis en todos ellos se reflejó en el nivel de participación ciudadana y los resultados de las mismas.
En Europa, ante la galopante crisis económica, está en cuestión la propia Unión Europea. Están cansados de una situación que tiene a 26 millones de personas desocupadas, con recurrentes planes de austeridad. Es por eso que crece el sentimiento antieuropeo y contra las instituciones comunitarias a las que hacen responsable del actual estado de cosas.

En Colombia, la desconfianza respecto al actual Estado y sus instituciones se manifiesta en la brutal abstención que supera el 60% y deslegitima a cualquier intento de gobernabilidad.
En Ucrania esta crisis se manifiesta en que una parte del Estado estuvo prácticamente ausente del proceso electoral procurando su autonomía e impidiendo o boicoteando la convocatoria estatal.