Preocupación por “ausencias” en el documento preliminar de NetMundial

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JUST NET|La Coalición Just Net, coalición de entidades de la sociedad civil de diferentes regiones del mundo preocupadas por la gobernanza de Internet, los derechos humanos y la justicia social, señalo su decepción ante el hecho de que todos los temas que la presidenta Dilma Rousseff puso de relieve en su discurso ante la ONU, se encuentren ausentes del actual proyecto de acuerdos que se ha presentado para la conferencia NetMundial que se realizará en Sao Paulo. Este es el texto:

conectarseEl discurso de la presidenta (brasileña) Dilma en la asamblea general de la ONU, en septiembre pasado, resonó en todo el mundo, porque expresó la indignación de los pueblos frente a la “grave violación de los derechos humanos y de las libertades civiles”, la amenaza del “uso del ciberespacio como arma de guerra” y la violación de los derechos soberanos de los países, entre ellos Brasil.

Ella se hizo eco del descontento global con la forma en que se está gobernando Internet actualmente. Hizo un llamado por la protección de los datos cuando transitan a través de la Web y por mecanismos multilaterales (o mecanismos de la ONU) para la Internet para garantizar la gobernanza democrática, la diversidad cultural, sociedades incluyentes y no discriminatorias, y una regulación responsable.

Es en este contexto que se está organizando la conferencia NetMundial –el 23 y 24 de abril- en Sao Paulo, por iniciativa de Brasil.

Es lamentable que todos los temas antes mencionados que la presidenta Dilma puso de relieve en su discurso ante la ONU, se encuentren ausentes del actual proyecto de acuerdos que se ha presentado para la conferencia. El documento no menciona ni una sola vez la palabra “democracia”.  Más bien habla solamente del modelo “multisectorial” y de la gobernanza sobre la base del consenso; y ello, a pesar de que tales sistemas han fracasado en proteger a la ciudadanía mundial de la vigilancia estilo “pesca de arrastre”, de la amenaza de guerra cibernética y del surgimiento de monopolios globales. Este modelo, además, hace caso omiso del concepto de interés público en la gobernanza de Internet.

Si tomamos el ejemplo de la farmacéutica, una gobernanza multisectorial hubiese significado decidir por consenso -entre las empresas farmacéuticas globales, los pacientes de SIDA en el Sur global y los gobiernos a nivel mundial- sobre el nivel de precios de los medicamentos salvavidas, sin tener en cuenta ni identificar las cuestiones de bien público. Brasil y otros países rechazaron este enfoque, y es por eso que las personas en el Sur global hoy pueden permitirse comprar medicamentos para su tratamiento. ¿Y quién iba a aceptar que las compañías farmacéuticas tengan derechos iguales con respecto a las decisiones sobre la seguridad y efectividad de sus productos?

Un modelo que otorga igualdad de derechos en materia de políticas públicas a gobiernos que a corporaciones, significaría dar a las corporaciones globales un veto para impedir cualquier reforma y regulación significativa. Esta es una violación de todas las normas democráticas y de los derechos de las personas: sus derechos políticos, económicos, sociales y culturales.  En esencia equivale a ceder el interés público global ante corporaciones globales privadas, no electas, ricas y poderosas.  ¿Cómo se podría, por ejemplo, imponer la neutralidad de la red en un modelo de este tipo?

Los gobiernos responden ante sus pueblos; las empresas ante sus accionistas. Las personas y las ganancias no se pueden equiparar a través de un modelo específico de gobernanza.  Esto es lo que NetMundial debe abordar; no endosar el statu quo, sino propiciar un nuevo comienzo en la gobernanza de Internet; una gobernanza que coloque al bien público por encima del lucro privado, que protege a la ciudadanía del mundo, tanto de la vigilancia masiva, como de la amenaza de las armas cibernéticas.

Este es el papel de liderazgo que esperamos de la presidenta Dilma y de Brasil en NetMundial. Esto es lo que todos los países y sectores que creen en la democracia, la promoción de los derechos humanos,  la justicia social y un mundo en paz, deben esforzarse para conseguir en el documento final.

La Coalición Just Net ha presentado una propuesta de enmienda detallada, cláusula por cláusula, al proyecto del documento de NetMundial.  Pensamos que el proyecto debe ser revisado de manera significativa, para incluir los siguientes puntos:

1. Un modelo de gobernanza de Internet democrática y multisectorial con distintas funciones y responsabilidades de las diferentes partes interesadas; con el reconocimiento de que las corporaciones y los gobiernos no se pueden colocar en pie de igualdad en la gobernanza de Internet

2. Restauración de la referencia al principio de necesidad y proporcionalidad y, por tanto, de poner freno a la continuación de la vigilancia masiva

3. Restauración de la referencia a la necesidad de un pacto mundial para la prohibición de la ciberguerra y las ciber-armasinternet redes

4. Adición de una referencia clara a los principios de neutralidad de la red (la referencia actual es demasiado vaga y ambigua, ya que permitiría prácticas como el acceso por niveles y precios diferenciales)

5. Abordar el actual aumento del poder de los monopolios en el espacio de Internet, con respecto a la diversidad cultural y lingüística, y el abuso de poder, y la necesidad de regular este tipo de monopolios

6. Abordar la cuestión de la apropiación y monetización de los datos de las personas por parte de las corporaciones

7. Reconocimiento al concepto de bien común global o bien público en la gobernanza de internet

8. Rechazo a la imposición unilateral de condiciones para el debate sobre la transición de IANA

Anhelamos que el documento final fomente explícitamente una red de redes descentralizada, libre, abierta y no jerárquica, y que no favorezca de forma implícita las tendencias actuales de la gobernanza de Internet, que nos están conduciendo cada vez más hacia terrenos amurallados, centralizados y monolíticos. NetMundial debe comprometerse a una hoja de ruta para una Internet abierta, robusta y resistente, que sea aceptable para todos y todas, incluyendo la mayoría del 70 por ciento de la población aún sin conexión.