Paraguay: Periodista arrestado y torturado amplía denuncia
E’A| Paulo López, periodista de E’a, concurrió a la sede de la Fiscalía General del Estado para incluir en la denuncia de tortura y privación ilegítima de libertad el secuestro de sus materiales de trabajo, ya que al momento de ser liberado no le devolvieron la cámara fotográfica y la agenda. El periodista Paulo López añadió a la denuncia de tortura y privación de libertad el secuestro de sus materiales de trabajo, ya que lo le fueron devueltas la cámara fotográfica y la nota de apuntes.
El trabajador de prensa refirió que el pasado viernes 3 de enero se dirigió a la Comisaría Tercera con el fin de obtener información sobre la situación de los manifestantes detenidos ante la denuncia de que fueron golpeados por la policía.
Ante las declaraciones contradictorias de los uniformados, algunos de los cuales afirmaron que los detenidos fueron trasladados a otra comisaría, el comunicador solicitó entrevistar y fotografiar a los detenidos.
Ante la actitud agresiva de los policías que intentaron evitar que el cronista cumpla con su trabajo, empezó a fotografiar y registrar los nombres de los uniformados. A raíz de ello el comisario Édgar Galeano ordenó que el comunicador sea detenido por “molestar”. En ese momento varios uniformados se abalanzaron contra López, golpeándolo, acogotándole la garganta y tirándolo contra el piso.
Percatado de la irritación ocular que presentaba el comunicador, el oficial segundo José Jiménez aplicó varios golpes de puño hacia la zona del ojo derecho de nuestro cronista, agravándole la lesión. Jiménez fue el mismo que custodió a López al Centro de Emergencias Médicas, amedrentándolo y presionándolo sicológicamente durante el trayecto de ida y vuelta.
El comisario Édgar Galeano (en la foto) ordenó la detención y participó de la agresión que sufrió nuestro cronista en la Comisaría Tercera.Volviendo al relato del arresto, López contó que luego de ser despojado de todas sus pertenencias, fue derivado al calabozo, donde fue amenazado por el comisario Galeano, quien le manifestó en guaraní que si no se callaba metería cosas en su legajo.
En otra manifestación realizada el día anterior (jueves 2 de enero) también contra la suba del pasaje, Galeano ya había amenazado a López por fotografiar las agresiones de los policías contra los manifestantes.
Asimismo, el subcomisario Jimmy Sosa se acercó a la celda advirtiéndole que se atenga a las consecuencias si lo encontraba en la calle en su bicicleta, puesto que nuestro cronista acostumbra a utilizar este medio de transporte para desplazarse al centro de la ciudad.
Esta amenaza de la policía, que hizo saber a López que sus movimientos están registrados, es motivo de alarma entre los comunicadores de medios alternativos, que realizan sus labores en medio de la creciente represión del gobierno de Horacio Cartes para acallar las voces discordantes. En efecto, el pasado 28 de octubre, durante una protesta contra la aprobación de la ley de alianza público-privada (APP), López recibió un impacto de balín de goma a la altura del pecho mientras fotografiaba el avance de la Policía Montada contra los manifestantes.
En su denuncia, el trabajador de nuestro medio ratificó que al momento de su liberación no le fueron devueltas la cámara y la agenda, en las que estaban registrados las imágenes y nombres de los efectivos policiales que obstruyeron su tarea y posteriormente lo arrestaron y golpearon. La policía alega que remitió el objeto a la Unidad Especializada de Seguridad y Convivencia de las Personas, a cargo del fiscal Emilio Fuster, pero el asistente de este, Ariel Martínez, ofreció una cámara distinta al periodista a manera de “trueque”.
Falseamiento
El oficial ayudante Marcelo Méndez consignó en el acta de procedimiento que recibió un golpe en la cabeza y brazo derecho de parte del periodista. Foto: cigarrapy.
El comunicador hizo constar ante el despacho fiscal que la policía falseó el informe sobre su detención, ya que en un acta de procedimiento firmada por el oficial ayudante Marcelo Méndez, el subcomisario Jimmy Sosa y el oficial segundo José Jiménez se acusa al periodista de “haber exigido en forma prepotente información sobre los aprehendidos durante la manifestación” contra la suba del pasaje.
Luego añade que López, “acercándose al Jefe de Servicios Sub Crio OS JIMMY SOSA, realizando un gesto como para golpearlo, momento en que el Oficial Aydte OS MARCELO MENDEZ, intento detenerlo, recibiendo el golpe a la altura de la cabeza, oponiendo en todo momento resistencia, para luego ser reducido con la ayuda de los personales de guardia, siendo aprehendido”.
Méndez sostiene que, al observar la supuesta agresión que iba a recibir el subcomisario Jimmy Sosa, “intervine impactando dicho golpe a la altura de mi cabeza y brazo derecho (…). El que escribe es trasladado al Hospital de Policía para la realización de un diagnóstico médico como así también el aprehendido es trasladado al Centro de Emergencias Médicas”.
Otra manipulación denunciada por López es que la transcripción de su denuncia de no devolución de su cámara y apuntes no se corresponde con lo que había declarado, ya que el documento policial expresa que el periodista “desconoce quién pudo tomar sus objetos debido a que durante su aprehensión dejó caer su cámara”. En cambio, el comunicador había explicitado que dichos objetos le fueron sustraídos por los policías. Asimismo, en la denuncia se omitió que López fue golpeado y se pretende dar a entender que el periodista entregó voluntariamente sus pertenencias.
El subcomisario Jimmy Sosa (con celular en mano) amenazó al periodista haciéndole saber que sus movimientos están registrados por la policía. “Tras insistencias en obtener declaración del personal policial fue agarrado, tirado al piso, detenido y llevado al calabozo, previa entrega de sus objetos de entre ellos una cámara fotográfica marca SONY, color negro (digital), una agenda negra…”, dice la denuncia, que recoge de manera distorsionada lo declarado por nuestro cronista.
López declaró ante el asistente de la fiscala Stella Maris Cano. El abogado Dante Leguizamón, de la Coordinadora de Derechos Humanos del Paraguay (Codehupy), acompañó al denunciante.