Histórico acuerdo de Irán con potencias sobre su plan nuclear
INFORME Q| Estados Unidos e Irán sostuvieron en secreto una serie de conversaciones de alto nivel en el transcurso del año para negociar el histórico acuerdo alcanzado en Ginebra, mediante el cual los científicos iraníes limitarán el enriquecimiento de uranio en su país y a cambio se relajarán parcialmente las sanciones económicas contra Teherán impuestas por la ONU en el último lustro por no renunciar a su programa de desarrollo nuclear.
Las pláticas con funcionarios iraníes estuvieron a cargo del subsecretario de Estado, William Burns, en una serie de contactos sin precedente que se activaron en agosto pasado con el intercambio de cartas entre los presidentes Barack Obama y Hassan Rohani, electo en junio pasado para suceder a Mahmud Ajmadineyad, quien mantuvo una tensa relación con Israel y Estados Unidos durante sus dos mandatos (2005-2009 y 2009-2013).
El acuerdo negociado es de carácter temporal, pero abre un periodo de conversaciones de seis meses en el que se buscará una solución global a la cuestión.
En principio, Irán aceptó que en el próximo semestre congelará el proceso de enriquecimiento de uranio a más de 5 por ciento y sólo utilizará el mineral enriquecido hasta ese nivel, lo que implica una eliminación del riesgo de que el combustible atómico sea utilizado con fines bélicos y se reserve únicamente para actividades civiles.
También se detendrá la construcción de otro reactor
En segundo lugar, el gobierno iraní aceptó diluir la mitad del uranio que a la fecha está enriquecido al 20 por ciento y el resto será convertido en óxido de uranio para fabricar el combustible destinado a un reactor atómico.
El tercer punto del pacto estableció que Irán detendrá la construcción del reactor nuclear de la planta de Arak, que está planeado para operar con plutonio y que se tiene previsto terminar a finales de 2014 o principios de 2015.
El punto anterior es relevante porque en las últimas semanas los especialistas señalaron que el material empleado en estas instalaciones podría ser el segundo medio de elaboración de combustible nuclear con fines bélicos, junto con el uranio enriquecido a más del 20 por ciento. Para la fabricación de ojivas atómicas se requiere un nivel de cuando menos 90 por ciento.
Irán también aprobó que la Agencia Internacional para la Energía Atómica (AIEA) envíe inspectores con más frecuencia y mayor grado de penetración en las instalaciones iraníes.
El Grupo 5 más uno, que conforman Alemania y las cinco potencias poseedoras de armas atómicas y con poder de veto en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas (Estados Unidos, Rusia, Gran Bretaña, Francia y China), concedió a Irán la reducción de sanciones comerciales que le permitan recuperar un ingreso externo del orden de los siete mil millones de dólares.
Irán y el 5 más uno han sostenido rondas de pláticas desde mediados de la década pasada, pero el resultado fue casi infructuoso, lo que dio paso a que el Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas (ONU) impusiera progresivamente sanciones diplomáticas y económicas para forzar la renuncia de Teherán a su programa de desarrollo energético nuclear, lo que no ha sucedido hasta la fecha.
La elección de Rohani generó expectativas de diálogo entre Teherán y Washington que no se habían presentado en los últimos ocho años. Ambos países rompieron relaciones diplomáticas desde el triunfo de la revolución islámica de 1979.
En septiembre pasado, un mes después de que Obama y Rohani intercambiaron misivas aprobando el diálogo paralelo a las conversaciones formales de Irán con el 5 más uno, el ministro iraní de Relaciones Exteriores, Mohammad Javad Zarif, aprovechó su presencia en la Asamblea General de la ONU para dar públicamente a Estados Unidos señales de buena voluntad, lo que dio posteriormente paso a los primeros contactos diplomáticos.
Hace cuatro días se inició la segunda ronda de pláticas en Ginebra, semana y media después de que el primer encuentro terminó sin acuerdos. En esas reuniones, Irán dio otra señal de buena disposición al aceptar que las conversaciones se realizaran en inglés.
Al comentar este domingo el acuerdo, Obama definió el hecho como un importante primer paso hacia una solución amplia que resuelva nuestras inquietudes respecto del programa nuclear de Irán. Esto significa, agregó, que se ha abierto un nuevo camino hacia un mundo más seguro y cierra el camino más evidente a que Irán arme una bomba atómica.
Para Rohani, lo más destacado del pacto temporal es que sin importar las interpretaciones que se den, el derecho de Irán al enriquecimiento de uranio ha sido reconocido.
El secretario estadOunidense de Estado, John Kerry, quien asistió a las negociaciones formales de Irán y el 5 más uno, expresó su desacuerdo con la interpretación de Rohani al señalar que el texto del acuerdo no dice que Irán tenga derecho al enriquecimiento de uranio, digan lo que digan ciertas interpretaciones.
El canciller británico William Hague puntualizó de su lado que lo que establece el pacto es que Irán estará en condiciones de disfrutar de sus derecho fundamental a disponer de la energía nuclear con fines pacíficos.
En respuesta a las manifestaciones de desconfianza que Irán ha recibido en los últimos años por no detener su programa de desarrollo nuclear, Rohani afirmó que la confianza es una calle en dos sentidos, y apuntó que la nueva fase de negociaciones debe comenzar de inmediato.
Desde Israel, el primer ministro Benjamin Netanyahu calificó el pacto de error histórico y lo describió como un mal acuerdo, que ofrece a Irán lo que quería: el levantamiento parcial de las sanciones y el mantenimiento de parte esencial de su programa nuclear.
El canciller israelí Avigdor Lieberman remató que lo sucedido en Ginebra es la mayor victoria diplomática de Irán en los últimos años.