El “ejército invisible” de Irán en Latinoamérica

321

BELÉN FERNÁNDEZ | Al contemplar la logística de una posible guerra con Irán, es útil consultar mapas que indican la multitud de bases militares de EE.UU. que cercan a un país que ya sufre devastadoras sanciones económicas.

Rohani-Iran-Occidente-BBC-Mundo_NACIMA20130805_0084_6Al Jazeera
Traducido para Rebelión por Germán Leyens

No existen medios visuales semejantes que muestren bases iraníes en la vecindad de EE.UU., por motivos obvios.

Sin embargo, hay diversas maneras de compensar la falta de una amenaza iraní aparente en el hemisferio occidental. Una de ellas es culpar a la “invisibilidad”.

Por ejemplo, un reciente titular de la web del tabloide TheBlaze proclamó: “Irán recluta agresivamente un ‘ejército invisible’ de conversos latinoamericanos para infiltrarse en EE.UU. a través de su ‘punto débil’ de la frontera sur”.

TheBlaze –fundado por el comentarista político Glenn Beck, quien ha calculado de alguna manera que el 10% de los musulmanes son terroristas– atribuye la noticia del “ejército invisible” a “funcionarios y expertos de la seguridad nacional estadounidenses”.

Por supuesto, semejantes alertas han estado circulando durante años por cortesía de neoconservadores, sionistas, y otras criaturas preocupadas de que la República Islámica estaría exportando enseñanzas chiíes radicales a Latinoamérica y de que la supuesta proliferación de tatuajes en persa entre miembros de pandillas encarcelados en el sudoeste de EE.UU. confirma la susceptibilidad de la frontera entre EE.UU. y México para la penetración por parte de Irán.

Según TheBlaze, el “ejército invisible” se está forjando a través de “una web en particular”: islamoriente.com. Como la web no es accesible actualmente, parece que la implacable campaña de conversión se ha bloqueado temporalmente, aunque la cuenta de Twitter de islamoriente [Sp] sigue esparciendo una retórica peligrosa como “Oposición de la mayoría de los estadounidenses a la intervención militar en Siria”.

El artículo de TheBlaze cita a un “funcionario estadounidense” razonando: “Ahora lo que [Irán] desea es un grupo terrorista sustituto que pueda deslizarse fácilmente más allá de la seguridad fronteriza de EE.UU. ¿Quién va a sospechar que un inmigrante ilegal de Venezuela, México, o en realidad de cualquier otro sitio, pueda ser un yihadista?”

Como si los inmigrantes no tuvieran suficientes problemas antes de ser arrojados a la categoría de potenciales yihadistas.

Latinoamericanos con “obsesión demencial” por el islam

“Funcionarios y expertos estadounidenses” anónimos también destacan en un informe del Washington Post de agosto titulado “Con el cebo de clases de religión, Irán trata de reclutar latinoamericanos”.

El artículo se centra en la trayectoria de un exestudiante mexicano de derecho llamado Carlos, quien viajó en 2010 a Irán con una beca del gobierno iraní para instrucción intensiva en idioma español sobre el islam y la cultura iraní.

Según el relato, las semillas del trato se sembraron cuando Carlos asistió a una recepción en la embajada iraní durante su primer año en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). “Haciendo acopio de valor, se presentó a Mohammad Ghadiri, el embajador iraní, y dijo repentinamente que le interesaba aprender más sobre el islam”.

Y se fue al Instituto Cultural de Pensamiento Oriental de Qom, donde vio que algunos de sus compañeros de clase latinoamericanos se volvían “dementes obsesionados” por el islam. Según Carlos, él mismo fue acusado por el personal del instituto de espía y le confiscaron sus cámaras y grabadoras en marzo de 2011, después de lo cual volvió a México y actualmente se encuentra en EE.UU. pidiendo asilo.

En la segunda parte del artículo del Post leemos que “Carlos dijo que no observó intentos [iraníes] ostensibles de reclutar estudiantes para lo que no fueran estudios”. El autor también concede que el Departamento de Estado de EE.UU. “gasta anualmente millones de dólares en viajes a EE.UU., patrocinados oficialmente, para estudiantes extranjeros, así como para futuros periodistas, políticos y dirigentes cívicos”.

Nada de esto ha impedido que el artículo se cite en TheBlaze como otra prueba de los esfuerzos de Irán para infiltrarse en el “punto débil” de EE.UU.

Otro ítem de 2011 –que por coincidencia también involucra a un exestudiante de Derecho de la UNAM a quien le confiscaron sus artefactos de grabación y otros artilugios después de completar un curso de estudio en Irán– subraya la permeabilidad del propio punto débil de Irán.

Este estudiante en particular, llamado José Carlos García Tolentino, es uno de los protagonistas de un pseudodocumental titulado La amenaza Iraní –que se transmitió por la conocida red de televisión estadounidense en español Univision. La red es propiedad de Univision Communications Inc., cuyo presidente Haim Saban hace cosas como organizar fiestas en honor de las Fuerzas de Defensa de Israel [Ejército israelí].

Como parte de un grupo de la UNAM que supuestamente se proponía denunciar los planes iraníes de ciber-terrorismo y otros ataques a EE.UU. a través de Latinoamérica, García Tolentino simuló que se convertía al islam con el fin de viajar a Irán. En una entrevista en Univision con el título: “Así me infiltré en Irán”, relata lo que averiguó en su viaje, por ejemplo: que los iraníes quieren reemplazar todos los gobiernos del mundo por el suyo y les encanta matarse y a otros en nombre de Alá.

El intento del programa de presentar un cuadro casi apocalíptico de los propósitos iraníes está en contradicción con lo que declara el exembajador Ghadiri, quien afirma en la película que el contingente de la UNAM propuso a su embajada un ataque a EE.UU. pero que “nos negamos… me parecieron agentes de la CIA”.

El pobre desempeño del Departamento de Estado

Un producto de la campaña para transformar a Irán en una amenaza directa para EE.UU. es la “Ley para contrarrestar a Irán en el Hemisferio Occidental de 2012”, aprobada en diciembre pasado, que requiere que el Departamento de Estado evalúe y formule una estrategia para encarar la conducta iraní en la región.

Según la evaluación presentada por el Departamento en junio de 2013, “La influencia iraní en Latinoamérica y el Caribe está disminuyendo”. No era evidentemente la respuesta buscada por el autor de la ley, el representante Jeff Duncan, presidente del Subcomité sobre Supervisión y Eficiencia Administrativa en el Comité de la Cámara sobre Seguridad Interior.

Como ha señalado Jim Lobe, jefe de la Oficina de Inter Press Service en Washington, Duncan –quien “habló en un panel sobre el apoyo cristiano evangélico a Israel en la conferencia anual de AIPAC del año pasado”– recriminó al Departamento de Estado sus conclusiones durante una audiencia del subcomité en julio, titulada con indignación: “Amenaza a la patria: La creciente influencia de Irán en el Hemisferio Occidental”.

Desde el punto de vista de Duncan, el departamento no ha tomado en cuenta las conclusiones de un informe de 502 páginas del fiscal argentino Alberto Nisman que, como señala Lobe, “se publicó (tal vez no por pura coincidencia) solo un mes antes de que el Departamento de Estado debía presentar su estudio”.

El resumen del informe especifica:

“Las actividades culturales, religiosas y propagandísticas realizadas por los agentes [de Irán] en el extranjero… tienen su último resultado [sic] en la construcción de estaciones de inteligencia con capacidad de suministrar apoyo logístico, económico y operativo a ataques terroristas decididos por el régimen islámico”.

Un estudio de los antecedentes de Nisman, sin embargo, revela que su credibilidad desapareció hace mucho tiempo. La determinación de Nisman, fiscal a cargo de la causa del mortífero atentado de 1994 contra la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) en Buenos Aires, de responsabilizar a cualquier precio a Irán ha sido repetidamente cuestionada por el galardonado historiador y periodista investigador Gareth Porter, quien en un informe de 2008 para The Nation cuestionó los motivos iraníes para perpetrar un atentado en Argentina cuando los dos países estaban en negociaciones para reactivar los contraros de tecnología nuclear suspendidos.

En informes más recientes, Porter demuestra que la acusación de Nisman contra el gobierno iraní en la causa AMIA se basó enteramente en afirmaciones de Mujahedin-e-Khalq (MEK), una organización iraní virulentamente antigubernamental con “una repulsiva historia de atentados terroristas contra objetivos civiles en Irán”, y de un tránsfuga iraní descrito por el exjefe de la oficina Hizbulá del FBI como un sujeto centrado en el dinero y dispuesto a “suministrar testimonio a cualquier país en cualquier caso que involucre a Irán”.

TheBlaze señala que: “en agosto, el Departamento de Estado decidió ordenar un nuevo estudio de la actividad terrorista iraní en Latinoamérica basado en [el informe de Nisman] la estrategia terrorista de Irán en la región”.

Después de todo, no sería divertido ir a la guerra contra un ejército invisible si existiera en realidad.

Belén Fernández es autora de The Imperial Messenger: Thomas Friedman at Work, publicado por Verso en 2011. Es miembro del consejo editorial de Jacobin Magazine y sus artículos se han publicado en London Review of Books blog, Salon, The Baffler, Al Akhbar en inglés y muchas otras publicaciones. Twitter: @MariaBelen_Fdez

Fuente: http://www.aljazeera.com/indepth/opinion/2013/09/201391564446453467.html