Lo que se oculta detrás de la etiqueta #QEPDHugoChavez

287

LARISSA COSTAS MANAURE | Hoy el Trendic Topics del Twitter amaneció con la etiqueta #QEDPHugoChávez. El asunto parece “espontáneo”, masivo, comunitario, pero aunque usted no lo crea surge de los laboratorios del Norte y en éste artículo vamos a demostrarlo.

Larissa Costas Manaure – Patria Grande

Los trending topics de Twitter, o TTs, son en teoría los temas más posicionados en el debate de la red social. En la práctica eso no es tan real. Recientemente con las manifestaciones de los Ocupas en varias ciudades de Estados Unidos se ha demostrado que Twitter censura temas, pero se ha logrado descubrir un dato mucho más interesante: los administradores de la red social promueven temas, en algunos casos admiten que es un promocionado por Twitter y, en otros casos, no.

Trending topics no siempre son los temas de lo que más se está tuteando. Eso abre la posibilidad a que Twitter determine política e ideológicamente la conversación en el microblogging.

Se supone que, para que un tema se convierta en tendencia debe cumplir ciertos criterios como lenguaje, popularidad, total de tweets y total de usuarios, pero sobre todo que sea un tema nuevo o que sea un tema popular anterior dentro de un nuevo grupo de usuarios.

Según éstos parámetros la etiqueta #QEDPHugoChavez no debería ser parte de los TT. Twitter puede quitar temas populares de los TTs cuando es el mismo grupo de usuarios tuiteando, no gente nueva, o cuando la convocatoria subrepticiamente incita al magnicidio.

El control de Twitter sobre los Trendic Topics no es cualquier cosa. Ellos están en la capacidad de penalizar comentarios, de hecho, hasta se reservan el derecho de cerrar la cuenta si usted usa más de un hashtag no relacionado para ganar atención, repite un tema o hashtag sin agregar nada nuevo a la discusión.

Escribe sobre todos los temas para atraer gente al perfil, especialmente si mezcla publicidad, o si usted pide que le sigan usando los trending topics.

Twitter tiene una “fórmula secreta” para seleccionar los trending topics que no ha revelado y la misma se utiliza política e ideológicamente.

La cyberwar: Twitter contra Venezuela

En Twitter, por ejemplo, la etiqueta #FreeVenezuela agrupó durante algún tiempo a sectores fascistas con mayor o menor grado de compromiso en tácticas de desestabilización, pero cuyo objetivo era -y sigue siendo- el mismo: salir de Chávez.

El surgimiento de ésta etiqueta nada tiene que ver con lo espontáneo: apareció el 2 de febrero, día en que se celebró el décimo primer aniversario de la asunción de Chávez al poder. Los promotores de ésta ‘iniciativa’ fueron el Colegio Nacional de Periodistas, el Sindicato de Trabajadores de la Prensa y el Círculo de Reporteros Gráficos a través de una convocatoria publicada en el diario El Nacional. ¿Imparcialidad?.

Enrique Ubieta siguió el crecimiento de la etiqueta y describe su asombroso ascenso a los primeros lugares de importancia en Twitter: “en los primeros diez minutos #FreeVenezuela (se colocó) en el puesto número ocho de los diez temas más importantes, 20 minutos más tarde (pasaba) al cuarto lugar, y a una hora de twitts se posicionó en el tercer puesto.

Durante dos horas logró mantener ese posicionamiento. Era la primera vez que un tema venezolano se ubicaba en esa red en un listado que supuestamente refleja a los que alcanzan altísimos índices de concurrencia. Rarezas de Internet, dirán unos; suspicacias inútiles, acotarán otros.

Pero hay un dato fácilmente detectable, que ningún medio comentó: de aquellos 300 internautas iniciales, más del 65 por ciento emitía sus mensajes desde Estados Unidos, y otro 25 por ciento lo hacía desde Colombia. ¿Protesta venezolana?”

El “cómo matar a Chávez” de Google

No es la primera vez que Chávez es asesinado en internet. En el pasado, si usted ingresaba en Google la palabra ‘como’, la primera opción que le desplegaba el buscador era ‘como matar a Chávez’, igual ocurría con la palabra ‘matar’.

Google, Facebook y Twitter son compañías politizadas, en las que no sólo pesa el componente ideológico, sino el factor económico. El propio gobierno estadounidense se jacta de tener aliados emplean la tecnología “para resolver retos locales antes de que se conviertan en conflictos regionales”.

Hasta el gobierno de George W. Bush, la Internet se mostraba como una instancia alternativa dentro las estrategias de guerra de IV generación. Hoy, no obstante, es un puntal fundamental del avance político ideológico del imperio. Con la llegada de Obama a la Casa Blanca, la web y sus posibilidades comunicacionales se institucionalizan como mecanismo de desestabilización política.

El 21 de enero del 2010, la Secretaria de Estado Hillary Clinton, reconoció que la administración conceptualiza y estructura la ‘Diplomacia del Siglo XXI’, en la cual la Internet juega un papel protagónico, que, incluso supera a los mecanismos tradicionales.

En su alocución, la Secretaria de Estado se enorgulleció de la política injerencista del departamento de Estado que, CONFIESA, cuenta con agentes en 40 países del mundo trabajando en distintos ámbitos de la Web: Venezuela, Moldavia e Irán están en la lista.

El manual del Golpe 2.0

Estas técnicas de desestabilización se apoyan en las plataformas de las redes sociales para exacerbar la propagación de contenidos favorables a los intereses del imperialismo y sus aliados. La idea es simple: crear matrices de opinión y hacerlas lo suficientemente sustentables como para organizar a un colectivo (aunque minoritario) en torno a una idea.

Se generan ‘umbrales de rebeldía’ que son conexiones de nodos que comparten mensajes y voluntades políticas que tengan capacidad de movilización e impacto dentro de la red.

A éste mecanismo responden los famosos Trendic Topics de Twitter. empatías con mensajes que resultan sensibles a un sector social, con miras a movilizarlos y hacerlos presentes en las redes sociales. Una vez que se logran los ‘umbrales de rebeldía’, se los organiza en comunidades virtuales, grupos sectorizados, asociaciones de distintas índoles que proyecten un activismo desaforado que compense en acción lo que no se tiene en respaldo político real.De allí que no sea casual que se uniforme el mensaje con delicatesses del lenguaje como denominar al Presidente “Esteban”. Ese mote sirve para identificar grupos de oposición en la red social.

Para ello se exaltan a los más violentos del propio bando y se desarrollan campañas tendientes a tensar y polarizar la discusión política en Internet. El éxito lo garantiza el apoyo de los medios de comunicación tradicionales, que sirven como convocadores, multiplicadores y publicistas de la ‘disidencia’ virtual.

En un año preelectoral, como este, debemos estar atentos de cómo se mueve el adversario, cómo se convocan y cómo desestabilizan. La batalla ideológica también se da en la red. Y también en ese escenario venceremos, lo que descansará en paz es el Capitalismo.