La internacional ultraderechista arremete contra Venezuela
ÁLVARO VERZI RANGEL| La oposición venezolana, que ha emprendido un conjunto de acciones internacionales con el apoyo de la internacional derechista, los medios cartelizados y financiamientos varios, con la intención de forzar una crisis política en el país, ha logrado un triunfo: el inesperado deterior de las relaciones colombo-venezolanas.Nada gustó en Caracas que el presidente colombiano Juan Manuel Santos recibiera el miércoles a Henrique Capriles Radonski, candidato presidencial perdedor y por ahora líder de la oposición. “He perdido la confianza en el presidente Santos, a menos que me demuestre lo contrario”, dijo el mandatario venezolano Nicolás Maduro, quien estudia ahora la posibilidad de que Venezuela deje su papel de garante en el proceso de paz con la guerrilla colombiana.
Más allá de la importancia que le dio Santos a la visita de Capriles, descarrilando el tren de las buenas relaciones (al decir de Hugo Chávez) ésta contó con un despliegue mediático totalment desproporcionado, que incluyó una entrevista con el peruano-estadounidense Jaime Bayly, en la que dijo que la votación de Maduro fue inflada, y descartó visitar al presidente estadounidense Barack Obama (más bien suena a que fue descartado).
Pero en sus clásicas presiones mediáticas, sostuvo que espera un rol “más activo” de José Miguel Insulza, secretario general de la Organización de Estados Americanos. La OEA, al igual que Unasur, avaló los resultados de las últimas elecciones.
Pero lo que preocupó más a Caracas fue la reunión privada realizada en Bogotá, de la que habría participado el ex presidente colombiano Álvaro Uribe junto a empresarios de ambos países (quizá algún resabio paramilitar también), para afinar planes para el sabotaje económico en Venezuela, según señaló el canciller venezolano Elías Jaua. La información coincide con la advertencia que el lunes había hecho Maduro.
Al recibir al instigador de una ola de violencia desestabilizadora que cobró 11 vidas tras las elecciones del 14 de abril, desconoció unos resultados electorales que previamente había reconocido, violó su entendimiento con Venezuela de al menos respetar el orden institucional, puso en riesgo el Proceso de Paz con la guerrilla y fue en contra de un consenso existente en la Celac y Unasur de no aceptar el golpismo fascista.
Dos días después, Santos acusó el golpe que causó el encuentro entre sus pares olatinoamericanos. Dijo que es descabellado pensar que su gobierno pueda estar implicado en alguna conspiración contra Venezuela y estimó que esas afirmaciones deben ser producto de un malentendido.
“Creemos que para el bien de Venezuela y para el bien de Colombia, cualquier malentendido lo podemos resolver civilizadamente, con prudencia, por las vías diplomáticas”, agregó. La canciller colombiana, María Angela Holguín, dijo que su gobierno tratará de manera directa los temas diplomáticos con Venezuela, en sintonía con lo expresado por Santos.“En aras de mantenernos alejados de la diplomacia de micrófonos, que es tan dañina, trataremos este tema de manera directa con el gobierno venezolano”, señaló Holguín.
No se puede olvidar que Santos, quien (no hay que olvidar) fue ministro de Defensa de Uribe)- está sometido a fuertes presiones, por un lado, de los sectores oligárquico-militares dependientes del narcoparamilitarismo y del Plan Colombia estadounidense, y por otro lado, de la propia Casa Blanca.
La estrategia de deslegitimación política, social y ética de Nicolás Maduro y su gobierno pretende cristalizar nada menos que en la convocatoria a la manifestación internacional “más grande que se haya hecho en la historia para protestar contra el vergonzoso fraude electoral que se ha cometido contra el pueblo venezolano” (sic).
“La verdad” que promueve la oposición es que el de Maduro se trata de un “régimen castrocomunista” ilegítimo que ha perdido su aceptación por la ciudadanía frente a Henrqieue Capriles Radonski, “el líder político de la región con más seguidores en twitter”.
La combinación de miedo con medios suele ser fantásticamente autorrealizadora. Lo que intenta la oposición es imponer un imaginario colectivo en la región, que permita una injerencia extranjera en Venezuela, y por eso los sucesivos exhortos a una participación más activa (se supone que en los planes desestabilizadores) del chileno José Miguel Insulza, secretario general de la OEA.
El internacionalismo fascistoide
Enre los viajes que resaltan de estas recientes giras de la oposición, está el de la diputada por la derecha venezolana, María Corina Machado, al Parlamento de Colombia, cuya visita fue rechazada por diputados de dicho parlamento y distintos voceros políticos del país (quizá por eso debió viajar Capriles), quienes enfatizaron la no intromisión de Colombia en los asuntos internos de Venezuela.
El investigador chileno Ernesto Carmona, señala que si no es por las páginas sociales de El Mercurio, los chilenos no se habrían enterado de un encuentro María Corina Machado con distinguidos personajes del pinochetismo, amalgamados con sectores de la Democracia Cristiana-Concertación, representantes de grupos económicos …y la extraña participación de un general activo del Ejército, el general de división Humberto Oviedo, comandante de Educación y Doctrina del Ejército.
Pocos chilenos saben que existe un organismo llamado Consejo de Chile para las Relaciones Internacionales, que invitó a Machado a exponer los mismos lugares comunes del discurso mediático internacional contra la Revolución Bolivariana. Las pobres opiniones de la diputada tampoco aparecieron entre las noticias políticas, sino en las páginas de sociales de El Mercurio, donde también aparece fotografiado Edgar Paredes, “representante en Chile de la oposición venezolana”.
Y ¡oh casualidad!, el presidente del CCRI es el abogado-lobbista de las compañías tabacaleras Hernán Felipe Errázuriz Correa, quien fue canciller y ministro de Minería de la dictadura militar (1973-2000), además de presidente del Banco Central (1). Y tampoco por casualidad, María Corina también exhortó a la OEA, a las demás instancias regionales y a los gobiernos latinoamericanos para que defiendan la democracia venezolana, “visiblemente amenazada por una crisis de gobernabilidad”.
Por su parte el embajador peruano en Caracas, Luis Raygada, criticó duramente al grupo de dirigentes opositores venezolanos –encabezados por el ex alcalde derechista Leopoldo López (investyigado por corrupción) y el empresario Eduardo Gómez Sigala- que viajaron una semana atrás a Lima, y también a los políticos peruanos de la oposición que les recibieron.
“Muy malo que políticos venezolanos vengan al Perú a involucrarnos en sus problemas. Peor que los políticos peruanos se cuelguen de esto”, escribió Raygada.
En una posición mucho más clara, el canciller de Ecuador, Ricardo Patiño, aseguró que su país no recibiría a Capriles.”No quiero hacer otros comentarios por consideración a un país hermano, a un gobierno con quien tenemos muy buenas relaciones, que es Colombia”, dijo Patiño. “Jamás recibiríamos a una persona que estuvo altamente involucrada con el golpe de Estado del año 2002, que sacó del poder al presidente Hugo Chávez durante unos cuantos días solamente, porque el pueblo venezolano lo restituyó en el poder”, agregó.
Nota
(1)Según investigó Carmona, también fueron a escuchar a María Corina, Sergio Urrejola Monckeberg, presidente del Consejo de Defensa del Estado desde 2011 y, simultáneamente, vice presidente del Consejo de Administración del Centro de Arbitraje y Mediación de la Cámara de Comercio de Santiago
Genaro Arriagada Herrera, abogado y cientista político demócrata cristiano, ex ministro, ex embajador, miembro de la junta directiva de la Universidad de las Américas, de la red de universidades privadas Laureate International Universities;
María de los Angeles Fernández Ramil, cientista política, Directora Ejecutiva de la Fundación Chile 21, think tank de la Concertación; Alfonso Néspolo Cova, analista internacional Partido Socialista, asesor interministerial de la Secretaría General de la Presidencia en el gobierno de Bachelet (2006-2010).
-Edgardo Riveros Marín, ex diputado demócrata cristiano, ex subsecretario (vice ministro) General de la Presidencia de la administración Bachelet.
-Roberto Palumbo Ossa, vicepresidente del comité ejecutivo del Banco Estado.
*Sociólogo, investigador del Observatorio en Comunicación y Democracia