Los motivos del aluvión Cristina

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CARLOS DE ANGELIS | Un sondeo fue realizado de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires muestra que los argentinos y argentinas no sólo votaron a CFK por la marcha de la economía. También por otras cosas.

Carlos F. De Angelis* – Página 12

La mejora en las jubilaciones y de la situación económica –tanto en su variante familiar como la macro del país– figuran al tope de los motivos del voto a la presidenta Cristina Kirchner. Por otro lado, muchas de las políticas públicas llevadas adelante por la actual gestión cuentan con un amplio respaldo que abarca, como es lógico, a los votantes del kirchnerismo, pero también a los de candidatos opositores, quienes se mostraron de acuerdo con medidas tales como los juicio a los represores, el despliegue de efectivos de Gendarmería en las calles, la ley de matrimonio igualitario, la entrega de netbooks, la Asignación Universal por Hijo y los subsidios a los servicios públicos. En cambio, las mayores falencias de la gestión de CFK aparecen por el lado de la inseguridad.

Los datos surgen de un trabajo que el Centro de Estudios de Opinión Pública de la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA realizó el día de las elecciones presidenciales con la modalidad “boca de urna”, con el objetivo de obtener información que permita reflexionar sobre el actual proceso político. El estudio se hizo en base a 1157 casos en el Area Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), que abarca conurbano y ciudad de Buenos Aires.

Uno de los ejes centrales del trabajo consistió en la evaluación de diez indicadores considerados relevantes para la ciudadanía. En seis de las diez cuestiones planteadas, la mayoría ha considerado que han mejorado en los últimos cuatro años. Las mejoras son: economía personal y familiar; economía del país, educación; salarios; empleos y jubilaciones. En dos aspectos la ciudadanía evaluó que la situación no se ha visto alterada: vivienda y salud; y finalmente se encontraron dos cuestiones en donde la situación fue señalada como más preocupante: seguridad y pobreza.

Las percepciones no resultan unívocas en una geografía tan heterogénea como el AMBA. Por ejemplo, la mejor situación de la economía personal es percibida en mayor medida por los bonaerenses (56 por ciento) antes que por los porteños (46 por ciento). Esta diferencia se intensifica cuando se diferencia entre quienes tienen o no planes sociales en la familia: casi el 69 por ciento de los beneficiarios de planes notó mejoras en su economía, contra el 50,5 de quienes no poseen planes. Entre quienes votaron a Cristina Fernández de Kirchner, el 82 por ciento considera que su economía personal mejoró. En contrapartida, entre quienes votaron por otras opciones un 48 por ciento dijo no haber visualizado cambios.

En cuanto a la percepción de la economía del país, la situación es similar. Mientras que casi el 80 por ciento de los votantes de la Presidenta considera que mejoró, de quienes votaron por otras opciones el 37 por ciento considera que situación económica empeoró. Con todo, en este rubro las opiniones se mezclan porque hay un 31 por ciento de los votantes de candidatos opositores que piensan que la economía del país mejoró. Cuando se observa la cuestión en función del ingreso familiar, prácticamente no se encuentran diferencias entre los diferentes segmentos. Consideran mayoritariamente que la situación es satisfactoria.

La evaluación de la situación de pobreza divide aguas entre quienes votaron por la Presidenta frente a los que lo hicieron por otros candidatos. Entre quienes revalidaron a CFK, el 55 por ciento considera que mejoró la cuestión, contra sólo el 7 por ciento de quienes votaron otros candidatos. Entre estos últimos, el 64 por ciento considera que la situación de pobreza se deterioró y sólo el 11,3 por ciento de quienes votaron a Cristina comparte ese diagnóstico. Una característica peculiar es que quienes tienen menor nivel educativo (secundario completo y menos) consideran en mayor medida que la situación de pobreza mejoró frente a los que han podido terminar el ciclo universitario (39,9 contra 25,35).

La valoración de la cuestión del empleo, si bien fue mayoritariamente positiva, encuentra diferencias. Es ponderada positivamente entre quienes tienen menor nivel educativo, y los adultos entre 30 y 60 años (56,1).

Acuerdo en los ejes

Los votantes también evaluaron diez políticas públicas relevantes planteadas por el gobierno nacional. En esta lista se incorporaron temáticas diversas, algunas de ellas arduamente debatidas como la estatización de las AFJP, la retenciones a las exportaciones o la ley de medios. Por otro lado, se buscó evaluar la recepción a medidas concretas en materia de seguridad, como la presencia de Gendarmería en la calle, mientras que también se consignaron las políticas planteadas desde el oficialismo como de inclusión social: la Asignación Universal por Hijo, el programa Fútbol para Todos y la entrega de netbooks a los estudiantes. Finalmente, se incorporó en la lista la política de derechos humanos encarnada en el juicio a los militares de la última dictadura militar.

Esta lista, no exhaustiva, muestra un gran conocimiento de la agenda gubernamental y un acuerdo mayoritario sobre estos ejes de gobierno. Si bien todas las opciones brindadas cosecharon más de la mitad de las adhesiones, se destacan cuatro: la reanudación de los juicios de los represores de la última dictadura, la disposición en la vía pública de la Gendarmería como fuerza de seguridad urbana; la Asignación Universal por Hijo (AUH) y la entrega de netbooks a los estudiantes.

Si bien se trata de políticas diversas, en el caso de la Gendarmería la aceptación es mayoritaria en los sectores más humildes y entre los habitantes del GBA (86,1 por ciento) y homogénea en todos los votantes de las distintas fuerzas políticas, con excepción de los votantes del FIT. En tanto, la AUH es una de las políticas más valoradas por los votantes del oficialismo: el 87,1 por ciento. No obstante, un 55 por ciento entre los que votaron otras opciones también la apoya.

Otra política desarrollada por el gobierno nacional y que obtiene un acuerdo mayoritario entre quienes votaron tanto por el oficialismo como la oposición es el subsidio a los servicios públicos (81,8 y 53,2, respectivamente), ponderada positivamente por los votantes de Binner, Alfonsín y Rodríguez Saá (50, 62,6 y 54 por ciento respectivamente), y valorada por los sectores de ingreso bajos y medios, así como los votantes de la Ciudad de Buenos Aires (62 por ciento). En contrapartida, la política con mayor nivel de desacuerdo es Fútbol para Todos con un 41 por ciento, donde el discrepancia es más pronunciada entre quienes no votaron por CFK (69,4), por los sectores de mayor nivel educativo (60,3 por ciento de universitarios) y los porteños (50,7).

Luego de evaluar las políticas generales del Gobierno que cierra su ciclo el 10 de diciembre, se consultó sobre las prioridades deseadas para la nueva gestión de Cristina Kirchner, que comenzará a partir de ese día.

El principal reclamo al Gobierno pasa por la cuestión de la seguridad. En ese tema hay coincidencias entre los votantes del oficialismo como los de la oposición, y es levemente más señalado por los habitantes del Gran Buenos Aires y de nivel educativo hasta secundaria incompleto (53,2 y 52,3 respectivamente). Lo realizado hasta ahora no es evaluado como suficiente en vista de que sigue siendo el reclamo de quienes han notado una mejoría en la situación visto más arriba.

El análisis global indica que quienes han votado a Cristina Kirchner manifiestan un apoyo que excede lo estrictamente económico, como se plantean desde algunas tribunas, y que abarca prácticamente toda la agenda gubernamental, con la excepción del tema de seguridad y pobreza, que quedan como asignaturas pendientes.

* Coordinador del CEdOP.

Fuente: http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-179714-2011-10-25.html