En Argentina, la economía preocupa más que la política
JUAN GUAHÁN| A nadie se le escapa el dato acerca de la profunda relación que hay entre economía y política. Fue –justamente- la bonanza económica la clave del reciente triunfo de Cristina. El sinceramiento de algunas variables económicas y su repercusión sobre la economía familiar es el tema que predomina en la realidad de la coyuntura actual. A renglón seguido se le dará una mirada a diversas cuestiones económicas que están a la orden del día:Question Latinoamérica
CRÉDITOS:
En materia de créditos las últimas semanas muestran varias modificaciones. Hasta ahora eran las empresas quienes los demandaban, ello era justamente exhibido como una muestra de la tendencia al crecimiento productivo. Ahora ese lugar lo ocupan las demandas del consumo familiar, mediante las tarjetas de crédito y ventas en cuotas.
En el mismo sentido se estancaron los descubiertos y los descuentos de cheques, que son formas de financiamiento de corto plazo de los bancos a las empresas. A la par de estas características se observa un crecimiento paralelo de las tasas de interés.
Una de las causas de estas tendencias está en la Administración Nacional de la Seguridad Social (Anses), al no renovar los plazos fijos que mantenía en algunos bancos privados. Con ello disminuyeron los fondos disponibles en los bancos y crecieron los intereses. Ello ocurre en estos momentos cuando más se necesitarían recursos financieros, para evitar la desaceleración de la economía.
EL ROJO DE LAS CUENTAS PÚBLICAS
Al final de este año las cuentas públicas volverán a mostrar un déficit. El mismo es manejable merced los recursos provenientes de ANSES y el Banco Central que –en conjunto- aportan el 8% de los ingresos públicos. Ese déficit estatal se explica por el fuerte incremento de los intereses de las deudas (70%) y los subsidios (50%). Sin el aporte del Banco Central y ANSES el déficit público rondaría los 50 mil millones de pesos.
SUBSIDIOS E INVERSIONES
En estos últimos años un aspecto importante para el financiamiento e inversiones empresarias fueron los subsidios estatales. Ello permitió mantener en alto las tasas de crecimiento de la economía. Frente a este dato el gobierno analiza la manera de responder a varias cuestiones, para mantener el crecimiento. Es, justamente, por esta razón que varios subsidios a las empresas se mantendrán. Por otro lado procurará que los privados compensen la quita de subsidios estatales, sin descartar algunos incrementos de tarifas para que no caigan las tasas de ganancias empresariales.
El gobierno también está preocupado por evitar que los subsidios que deberán cubrir los privados no afecten al consumo, lo que podría “enfriar” la economía. También se mueve con “pies de plomo” para no generar situaciones sociales conflictivas, lo que podría minar la base social sobre la que se apoya.
FINANZAS PROVINCIALES
Desde el punto de vista financiero las provincias observan, con cierta preocupación, lo que les trae el 2012. En el 2010 las provincias habían arreglado –con el gobierno nacional- una tregua (“reprogramación de la deuda”) que incluía un “período de gracia” que ahora concluye. Todo ello se hizo con vistas al 2011 y los tiempos políticos. Los resultados fueron muy buenos y muchos gobernadores fueron reelectos. Todos felices. Pero ahora son varias las provincias que tienen que hacer frente a esta situación desde un complicado binomio: endeudamiento (pasado) y déficit (futuro) y con una situación nacional e internacional bastante complicada. En el orden interno la “Caja” no rebosa de dinero y en el mundo la cosa no está más fácil.
A esto hay que agregarle el déficit que tienen 11 provincias que manejan sus respectivas Cajas de Jubilaciones. Es sabido que en estos casos la Nación asumió algunos compromisos que no cumple o lo hace a cuentagotas, para desesperación de quienes tienen que “poner la cara” en los diferentes distritos. Esto ocurre por ej. en dos distritos de peso como lo son Santa Fe y Córdoba.
En el Presupuesto 2012 el gobierno nacional hizo una previsión de 15 mil millones para asistencia a las provincias. Esa cifra cubriría alrededor del 50% de los compromisos financieros que ellas tienen para dicho ejercicio.
Todos saben el significado de la dependencia financiera respecto del Ejecutivo Nacional. Perder los favores del gobierno nacional es colocarse la soga al cuello.
Por otra parte, desde la Casa Rosada, avisaron a los gobernadores que un aumento de las tarifas de los servicios públicos provinciales reducirá –en igual proporción- los aportes nacionales.