Entre angustias virtuales y la real estabilidad

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ARAM AHARONIAN | El gobierno de Venezuela denunció una campaña internacional de mentiras sobre Chávez, sincronizada con toda clase de rumores, fallas del Metro (transporte subterráneo), noticias falsas de saqueos en Caracas y actividades del grupo de jóvenes “manos blancas” financiado por Estados Unidos.

ven chavez desde el aficheLa realidad es que no existe una situación de ingobernabilidad y aún parece sólida la estabilidad de las instituciones pese a que el Presidente sigue hospitalizado. Del apuro opositor sólo queda el cansancio y, posiblemente una nueva frustración. Y, según la última encuesta de Hinterlaces, es apenas un 29% de la población el que está apoyando a la oposición, que apenas unos meses atrás era de un 40%.

Pero, mientras no haya información oficial con credibilidad, los rumores seguirán recurriendo el país con su carga de angustia e incertidumbre. Tras la devaluación, llegaron los rumores de saqueos en barrios y enfrentamientos en estaciones de Metro -hechos inexistentes- que fueron el aperitivo del más angustiante, con el que estrenamos el mes de marzo, la supuesta muerte del Presidente.

Como todo rumor estos también se apoyan en una base real: la incapacidad actual del gobierno por comunicar la situación, lo que no había sucedido en diciembre y enero, con el Presidente en Cuba, donde la información era para la ciudadanía “suficiente”, regular, periódica. O sea, con Chávez en el país, con necesidad de mayor información, la dinámica fue contraria a lo esperado y esperable.

No se trata sólo de (el ministro de Información Ernesto) Villegas, el problema grave son las contradicciones en que se incurre desde el Alto Gobierno y el clima de duda y secretismo que se le ha dado al tratamiento de la salud del comandante, que tiene molestos al pueblo bolivariano y también a sectores del gobierno y del estado que no hacen esfuerzos en ocultar su malestar, señala Marea Socialista.

Nuevamente lo que queda demostrada es la carencia de una política comunicacional: nadie se preocupó del hecho que las estrategias y tácticas informativas debían cambiar en un escenario que ha cambiado radicalmente, sobre todo con la ausencia de ese fenómeno comunicacional llamado Chávez. Es tan angustiante la situación creada por los rumores que la búsqueda de datos fehacientes está obligando a nuestro pueblo a buscar información en medios de la oposición.

En la oposición venezolana no sólo existen diferentes corrientes y candidaturas, sino diversas estrategias que son aplicadas simultáneamente, como lo han recomendado los “especialistas” de Washington. Y hoy, la estrategia está dirigida la salida inmediata de Chávez de la presidencia y a precipitar la convocatoria a elecciones.

Si antes la consigna fue “Chávez vete ya”, hoy pareciera que se vive un remake, con el añadido, entre paréntesis, de la coletilla “por motivo de enfermedad”. Ese es el significado de la exigencia “digan la verdad”, que es planteada diariamente por el liderazgo opositor, .

Por eso intentan demostrar que la vida del presidente ha llegado a su fin y por ende no puede ejercer sus funciones. Desde diferentes voceros partidistas y ONGs, venezolanas y foráneas, se insiste en que “hay un vacío de poder”, en vista del cual el Presidente debería renunciar al cargo para el que fue electo nuevamente en octubre o la Asamblea declarar ya la vacante absoluta.

¿Le conviene a la oposición, para ampliar su influencia y conquistar votos de la periferia chavista, plantear que Chávez dimita de manera urgente? ¿Contribuye esta estrategia a incrementar el número de adherentes a la Mesa de la Unidad? ¿Corresponden los argumentos zahirientes que se utilizan a una política de amplitud, diálogo y tolerancia? ¿Acaso la costumbre entre los venezolanos no es esperar, si una persona está enferma, a que se recupere y darle su tiempo y privacidad?, se pregunta el opositor Leopoldo Puchi.

 

Pese a la gran repercusión que esta estrategia ha tenido en los medios hegemónicos locales y foráneos, la oposición ha retrocedido en lo que va de año. Tampoco los que apuntan a “primavera árabe” crearon las condiciones para un desalojo forzado del chavismo del poder.

Presiones internas y foráneas

Desde el interior y desde afuera se mueven esos factores de presión, de acoso y hasta de condicionamiento. Por ejemplo, desde Washington –siguiendo la tradicional política injerencista- se pretende no sólo interpretar la Constitución venezolana, sino recomendar qué hacer si el Presidente queda incapacitado para gobernar. Sin un ápice de pudor, la responsable del Departamento de Estado para Latinoamérica, Roberta Jacobson, afirmó que su país “tiene un papel que representar” en lo que suceda en Venezuela.

. “No creo que en la historia contemporánea se conozca de algún paciente que haya sido tan presionado, acosado y hostigado como el caso de Hugo Chávez Frías en el último mes y, particularmente, en los días desde que llegó de La Habana, donde estuvo sus últimas semanas convaleciendo”, comentó Eleazar Díaz Rangel, director de Últimas Noticias,

Los rumores y las “noticias”  difundidas por la derecha  repiten la ven paquetazo rojopresunción de muerte de Chávez  y la “inminencia de una asonada castrense”. En Venezuela no existen condiciones para un alzamiento militar en este momento, aunque la conspiración de una fracción minoritaria de oficiales derechistas es continua, alimentada por factores civiles fascistas y militares golpistas retirados y sin tropas.

El acoso externo tiene sus puntos más altos en Caracol de Colombia y al ABC de España. Pero el acoso interno ha sido (y es) grosero e irrespetuoso, con orígenes diferenciados (nacionales, españoles, latinoamericanos) y difundidos –anónima e irresponsablemente, claro- en especial por las llamadas redes sociales.

 

En Venezuela, el miedo, la angustia y la ansiedad han pasado a formar parte de la vida de ciertos sectores sociales que han aprendido a temer objetos, personajes y proyectos políticos. Sectores radicales de oposición han ido elaborando día a día una novela de terror que mantiene en suspenso a crédulos ciudadanos propensos al pánico, señala la socióloga Maryclén Stelling.

En cada capítulo el cultivo del miedo gira en torno a Chávez, identificado como el “mal que nos prostituye” y calificado en las redes sociales y artículos de opinión como el “ignorante con ínfulas de dios”, elegido por el pueblo para que “nos robara y endeudara el país”. El mal que deberá “ser arrancado de raíz sin titubeos”, porque, de no ser así, “seguiremos hundiéndonos en nuestra cloaca hasta que sintamos asco de nosotros mismos”.

 

Una siniestra gestión de gobierno calificada por articulistas de “inmundicia” y “carnicería prostibularia”, ha provocado supuestamente una impensable devastación del tejido social, la cultura y la infraestructura material, añade la académica. En esta supuesta novela de terror, acompaña al maligno una “pandilla de facinerosos” y “víboras” que “legitima el asalto, el robo, el abuso, el asesinato”.

No, no es Chávez

El Jefe del Estado “está reflexionando un conjunto de acciones económicas que van a poner al pueblo muy feliz en la calle”, informó el vicepresidente Ejecutivo, Nicolás Maduro. Chávez “tiene una cánula traqueal, pero eso no le impide dar orientaciones, comunicarlas”, intentó aclarar.

Mientras se sigue especulando sobre la eventual etapa de chavismo sin Chávez, sobre cómo va reaccionando la población a su ausencia, sobre su diálogo truncado con el pueblo, continúa la campaña de penetración de imagen del vicepresidente ejecutivo, Nicolás Maduro, con presencia –ampliamente difundida incluso por cadena nacionales- en todo acto a lo largo y ancho del país, con largas disertaciones, con sobreexposición.

 

Sorprende que se haya optado por tratar de presentarlo como un Chávez 2, en lugar de mostrar y demostrar sus cualidades para la gestión, presentando una impronta más acorde con lo que se espera de él.  Así, será permanentemente comparado con el líder, incluso agigantado por su ausencia.  Es fuerte su discurso denunciativo (como si estuviera en la resistencia y no en el poder), débil el propositivo.

No alcanza con los discursos amenazantes. Marea Socialista recuerda queven maduro y gentea los especuladores y acaparadores no se los amenaza; se los mete preso sin necesidad de aviso, si es encontrado en flagrancia. A los aprovechadores de las herramientas económicas no solamente se los amenaza, se les incauta su bienes mal habidos. “Las amenazas son simples discursos electoreros que ya causan fastidio porque no son seguidos de soluciones. El desabastecimiento sigue, la especulación continúa y la carestía se come los ingresos populares”, añade.

La oposición en busca del consenso ausente

La oposición descartó el sistema de elecciones primarias para seleccionar su candidato presidencial y prefirió el método del consenso, que permite designaciones sin que las bases se inmiscuyan. Lo importante no es el método, sino el candidato, dicen, conscientes de que las primarias anteriores los insufló de un triunfalismo que no se correspondió con la realidad.

Una comisión ad-hoc de la MUD  produjo un incómodo documento crítico a la campaña y el proceder del candidato presidencial de octubre, que  terminó filtrándose a la opinión pública, y desbarató la convicción de que lo peor no es el pecado sino que se le conozca.

Henry Ramos Allup, máximo dirigente de la socialdemócrata Acción Democrática (AD), señaló que la oposición debe desprenderse de mentiras amables a propósito de la candidatura, la que debiera “fundamentarse en una sincera y eficaz unidad alimentada  en la renuncia a las aspiraciones personales y la objetividad en la selección del candidato”.

 

Ya, Roberto Enríquez, presidente del partido socialcristiano Copei, había propuesto elegir al candidato, quien debería suscribir compromisos antes de recibir el respaldo de los integrantes de la Mesa de Unidad Democrática.

En octubre pasado, señaló Ramos Allup, “la candidatura (de Henrique Capriles Radonsky) “se recargaba de ínfulas, desprecios, maltratos e iba dejando un reguero de vidrios rotos, todo lo cual causó estragos en la unidad y, por supuesto, se estrelló contra la maquinaria ventajista del Gobierno.  Ahora se sabe que todos hacíamos falta y que sin maquinaria no se llega ni a la esquina”.

Pero consenso no significa unanimidad, y por ende posiblemente el próximo candidato del MUD lo sea sólo con la aprobación de una parte de la oposición. Pero antes se deben consensuar varios temas como el de la de la tarjeta única para las presidenciales y la no reelección presidencial absoluta, que debiera suscribir el candidato. Hoy no hay nombre uno ni único sino muchos aspirantes.

Sin embargo, el presidente de la encuestadora Datanálisis, Luis Vicente León, comentó en su tuitter que Henrique Capriles tenía el 71,9 % de apoyo dentro de la oposición y que el segundo aspirante apenas llegaba al 2 %. León agregó que “sólo 29,8% de la población cree que el presidente no regresará al poder mientras 12,5% dice que no sabe que pasará.56,7% de la población cree que no está curado pero se recuperará. 1% cree que nunca ha estado enfermo”.

Y ese es uno de los problemas de la derecha, su empeño de marchar a contracorriente de la percepción de la realidad que tiene la gente común, incluidos muchos opositores.

Ramos Allup le señala a sus compañeros de ruta opositora “que el chavismo sin Chávez existe, como se demostró en las recientes elecciones de gobernadores en las cuales se creía que con Chávez en Cuba, desactivado y en camilla, 20 candidatos del chavismo escogidos a dedo, once de ellos militares, no podrían imponerse jamás sobre candidatos opositores escogidos en primarias.  Estos veinte gobernadores chavistas recién electos, serán feroces jefes de campaña del próximo presidenciable chavista”.

 

Instó asimismo a los dirigentes opositores a no cifrar esperanzas en la fantasía de las divisiones internas del chavismo . “Para ellos, cualquiera de ellos es mejor que cualquiera de nosotros”. Y la crítica llegó incluso a la semántica del discurso opositor: eso del “autobusero Maduro” y el “tenientucho Cabello” nos hace un daño terrible, porque el pueblo de abajo, donde está la mayoría del voto, está muy politizado y sabe que los negros se emanciparon hace tiempo y los plebeyos derrotan a los príncipes cada vez que les da la gana”, indicó.

Pero hasta ahora la dirigencia chavista no se ha decidido a activar al pueblo bolivariano, más allá de marchas, oraciones colectivas. Probablemente tengan razón quienes sostienen que no hay que dejar quieto al que se tiene que mover, sobre todo cuando tiene –demostrada- voluntad de hacerlo.