Gran Bretaña volvió a negarse a dialogar por Malvinas

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Luego de la carta que la presidenta Cristina Kirchner envió al premier David Cameron, reclamándole “reanudar el proceso de negociación sobre la soberanía” del archipiélago y poner “fin al colonialismo en todas partes”, la Cancillería británica insistió que “no habrá negociaciones” hasta tanto lo decidan los isleños, quienes “eligieron ser británicos”.

Página 12

La misiva que ayer le envió CFK a Cameron fue publicada en dos diarios londinenses. En ella se le exige al gobierno británico que “acate las resoluciones de Naciones Unidas” que piden un diálogo por Malvinas y define que la ocupación del archipiélago, del que hoy se cumplen 180 años, “fue un ejercicio de colonialismo”.

En 1833, “los argentinos de las islas fueron expulsados por la Armada Real Británica y más tarde el Reino Unido inició un proceso de implantación de población similar al utilizado en otros territorios bajo dominio colonial”, agregó la mandataria en el texto que también le fue enviado al secretario general de la ONU, Ban Ki-Moon.

Además, critica a Londres no sólo por negarse al diálogo, sino por haber rechazado “restituir esos territorios a la República Argentina, privándola así de reconstituir su integridad territorial” y agrega que “la cuestión Malvinas es también una causa de América Latina y de la inmensa mayoría de los pueblos y gobiernos del mundo que repudian el colonialismo”.

La respuesta de Foreign Office fue que “no habrá negociaciones por la soberanía hasta que eso sea el deseo de los isleños”, reflotando el derecho de autodeterminación, principal argumento que utiliza Londres para no retomar el diálogo. Sin embargo, una larga enumeración de resoluciones de Naciones Unidas (ONU), especialmente la 2065 de 1965, no reconocen que los habitantes de Malvinas tengan ese derecho: señalan que es un caso especial de descolonización y que la discusión tiene que ser entre Argentina y el Reino Unido.

Por eso, en su carta a 180 años de la ocupación, la mandataria expresó a Cameron: “En nombre del pueblo argentino le reitero nuestra invitación a que demos cumplimiento a dichas resoluciones”.

Así y todo, Gran Bretaña negó “enérgicamente” haber expulsado colonos argentinos de las Islas Malvinas en 1833 e insistió con que los malvinenses “son británicos y han optado por ser así. Ellos son libres de elegir su propio futuro, tanto política como económicamente, y tienen derecho a la libre determinación, consagrada en la Carta de la ONU”.

La Presidenta, en su carta, aseguró que “hace 180 años, un 3 de enero, en un ejercicio descarado de colonialismo del siglo XIX, la Argentina fue despojada por la fuerza de las Islas Malvinas, situadas a 14.000 kilómetros de distancia de Londres”.