Daniel Noboa, la violación diplomática y el frente interno
Eloy Osvaldo Proaño
El empresario conservador Daniel Roy Gilchrist Noboa Azín, presidente de Ecuador, no conoce los convenios que resguardan los derechos internacionales de asilo político. O quizá sí los conoce y los ignore por voluntad propia o por pedido extranjero.
A la memoria de los ecuatorianos llega el recuerdo de cómo el gobierno del expresidente Lenín Moreno autorizó una autoviolación diplomática al permitir que Scotland Yard, antes Policía Metropolitana de Londres, convertida en grupo de espionaje, irrumpiera en su propia embajada para arrestar –ilícitamente– a Julian Assange, periodista refugiado político en esa sede ecuatoriana durante siete años.
Con el asalto policial a la embajada mexicana en Quito, violatorio del derecho de asilo y la soberanía mexicana, y el secuestro del ex vicepresidenta Jorge Glas, Daniel Noboa abre un conflicto diplomático con México que le quita respaldo internacional y nuevas contradicciones al régimen ecuatoriano.
Se produjo un rechazo casi unánime de mandatarios de América y el mundo, con pronunciamientos de Venezuela, Panamá, Guatemala, Cuba, Colombia, Chile, Costa Rica, Nicaragua,República Dominicana, Brasil, Bolivia, Perú, a pesar del no reconocimiento de López Obrador al gobierno golpista de Dina Boluarte.
También hubo rechazo de parte de Argentina, aún tras el reciente choque diplomático cuando Javier Milei llamó comunista ignorante a López Obrador. En contraste,el presidente Nayib Bukele aplaudió la acción, diciendo que “una embajada no puede servir para proteger a delincuentes”.
Daniel Ortega, presidente niragüense anunció la ruptura de relaciones diplomáticas ante lo que llamó una “barbarie política neofascista” de Ecuador, que usa la situación para lavarse la cara ante “la escalada represiva de su gobierno que ha detenido y eliminado derechos democráticos, políticos y hasta dejado apátridas a sectores críticos”.
México sigue recibiendo manifestaciones de solidaridad por la violación contra su soberanía. A las muestras de apoyo de todo el continente americano se sumó la Unión Europea, cuyo portavoz destacó que la protección de la integridad de las misiones diplomáticas y de su personal es fundamental para preservar la estabilidad y el orden internacional, fomentando la cooperación y confianza entre naciones.
La (casi) unanimidad del repudio contra la violencia de Quito es un indicador de hasta qué punto el régimen oligárquico se extralimitó al invadir la embajada. Esta completa pérdida de papeles podría responder a una estrategia del mandatario y oligarca para obtener réditos en las elecciones del año entrante agitando el chovinismo mediante un conflicto internacional artificial, interpreta el diario mexicano La Jornada.
Noboa declaró el estado de excepción el pasado 8 de enero “por grave conmoción interna, incluidos todos los centros de privación de libertad”. Un día después dispuso la ¨movilización e intervención de las Fuerzas Armadas y Policía Nacional para garantizar la soberanía e integridad territorial contra el crimen organizado transnacional, organizaciones terroristas y los actores no estatales beligerantes, todo esto a propósito de reconocer la existencia de un conflicto armado interno.
Con la declaratoria de conflicto armado interno, policías y militares realizaron los denominados operativos en los barrios populares y detuvieron a jóvenes pobres, incursionaron en las cárceles para tener el control de las mismas. El resultado, miles de jóvenes detenidos, varios de ellos juzgados como terroristas, pero los capos, los verdaderos jefes, los delincuentes de cuello blanco siguen campantes… y potegidos.
El 23 de enero Noboa se reunió con la jefa del Comando Sur estadounidense, la generala Laura Richarson, la fiscal Diana Salazar, los ministros de Defensa e Interior, el alto mando de las Fuerzas Armadas y la Policía, para tratar la crisis de seguridad y la suscripción de un acuerdo de cooperación marítima y una cartera de inversiones de EEUU por 93,4 milones de dólares. ¿Qué tienen que ver con el asalto a la embajada de México?
Tambien se suscribieron algunos acuerdos de cooperación militar que permiten intercambio de información de inteligencia entre ambos países y operaciones conjuntas contra las amenazas del llamado crimen organizado. “Tenemos varias cosas que hemos hecho muy recientemente con Ecuador. Por ejemplo, la Hoja de Ruta de Asistencia de Seguridad, que implica un plan de cinco años, establece la hoja de ruta para la cooperación en materia de seguridad que haremos”, dijo Richardson.
“Está el acuerdo SOFA, que se acaba de aprobar (Acuerdos sobre el Estatuto de las Fuerzas, que establece el marco bajo el cual el personal militar estadounidense opera en un país extranjero) y lo que yo llamo ‘el acuerdo de navegantes’, que permite a las fuerzas del orden de Ecuador estar en buques de EEUU. Eso es enorme”, añadió, tras admitir que viene haciendo operaciones conjuntas en Galápagos.
Noboa en nuevo laberinto
Noboa gobernaba sin oposición. En tres meses había logrado que el Congreso aprobara casi por unanimidad los cinco proyectos que envió, todos ellos prometidos en su campaña. El pacto de gobernabilidad con los otros movimientos políticos le había consolidado una imagen positiva de un líder que había conseguido el control del país, al menos en el Legislativo.
Pero todo se rompió cuando Noboa ordenó el asalto a la embajada de México, y la primera advertencia llegó desde el grupo legislativo de la correista Revolución Ciudadana que, si bien no era oficialista, tenía un acuerdo no firmado para apoyar las leyes impulsadas por Noboa y garantizar así la gobernabilidad. “Nos declaramos en oposición dentro de la Asamblea Nacional a su Gobierno, señor Noboa”, dijo Viviana Veloz, vicepresidenta del Legislativo.
El efecto inmediato que sentirá el Gobierno será en las 11 preguntas de consulta popular y referendo que impulsa Noboa. Solo 10 movimientos y partidos se han inscrito para hacer campaña, donde la mayoría son grupos sociales, ningún partido político de mayoría hará campaña por el sí o por el no. Ni Revolución Ciudadana ni Izquierda Democrática se inscribieron para tomar una postura ante una consulta que tocará, entre otros temas, los derechos laborales, de los que fueron sus defensores.
La polarización regresa al escenario político de Ecuador, que se profundizará con los días, cuando se visibilicen las consecuencias diplomáticas y económicas de la decisión de Noboa, que no resuelve el mayor problema del país: la crisis de inseguridad. Las muertes violentas han comenzado a incrementarse, y las extorsiones, secuestros y robos a los ciudadanos se han duplicado.
El gobierno de Noboa ha aplicado medidas políticas que causan recesión y pobreza. La subida del IVA de 12 al 15%, impuestos e intereses, afecta a toda la cadena económica: producción, distribución, intercambio y consumo. Al subir de precio los bienes, disminuye el ingreso familiar y el consumo; esto, a su vez, disminuye la distribución y la producción, señala el académico Jaime Chuchuca Serrano.
El Estado recibirá menos dinero porque se condonaron miles de millones de dólares en deuda a los grandes grupos económicos. El Ministerio de Trabajo se ha propuesto beneficiar a los capitalistas, en desmedro de los trabajadores, a dónde también apunta el restablecimiento de la contratación del trabajo por horas en la Consulta Popular.
Las políticas noboístas causan precariedad, pobreza, desempleo, descomposición social, delincuencia, prostitución y vulneración de otros derechos. “Crean condiciones de hambre y propician mayor migración: trabajo de servidumbre en las potencias para que estas salgan de la recesión. Ante la ola de reclamos y protestas, se tiende una cortina de humo mediática con impasses diplomáticos y nuevas intrigas”, añade.
Al subirse los impuestos y los intereses, disminuye la capacidad de pago del crédito en los bancos, por tanto, también disminuye la inversión de capital para la producción, construcción y negocios. Esta situación crítica, creada por el gobierno de Noboa, se suma a la desinstitucionalización previa y los rezagos de la crisis pandémica. El decrecimiento económico en todas las esferas, crea mayor desempleo y pobreza.
Lo cierto es que la prepotencia y el carácter impulsivo de Daniel Noboa (o los mandao que le llegaron del exterior) han impedido resolver los problemas que arrastra su país, y han generado nuevos males. Es la sociedad ecuatoriana, violad acon un aumento del impuesto al valor agregado que atenta contras la mayoría de la población, es la que debe sopesar los costos de ser gobernada por una camarilla cuyo único móvil es el enriquecimiento mediante la captura del Estado.
*Analista e investigador ecuatoriano, asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la)