Propuestas en las urgencias del año internacional de los suelos
Miguel Angel Núñez
En el ámbito de la celebración del Año Internacional de los Suelos y en la víspera del próximo 7 de julio, día asignado para tal reconocimiento, la Asamblea Nacional Bolivariana, ha elevado unos justos y oportunos considerandos y exhortos a algunos Ministerios del Poder Popular de la República Bolivariana de Venezuela, para que inicien y desplieguen un buen contingente de gruesas iniciativas, encaminadas a: formar, educar, producir, investigar, innovar científica y tecnológicamente, en el aprovechamiento ambientalmente sustentable de los suelos venezolanos.
Nos parece sensata, oportuna y moderada, la propuesta de la Asamblea, por cuanto muy conservadoramente entre un 35-40% de los suelos venezolanos se encuentran afectados productivamente, manifestándose una merma en la capacidad biológica portadora de los mismos. Ello, es producto de las actividades entrópicas lideradas por la dominación y apropiación de las tecnologías agrícolas extractivistas y contaminantes que han ocasionado los equivocados monocultivos. Con esta mentalidad lineal absurda, de seguir pretendiendo estimular el crecimiento de las plantas y aumentar los rendimientos a corto plazo; rápidamente hemos agotado las riquezas de la tierra que incluyen agua limpia, el aire puro, suelo fértil y un buen número de comunidades desplazadas. Se estima que un 65% de la tierra que una vez fue cultivada es ahora desierto.
Consciente que en nuestro país, muy poco o nada se está haciendo y que tenemos una deuda revolucionaria con el emergente tema del suelo y que, desde la perspectiva de la integralidad el buen manejo del suelo, tiene que ver: con el uso y equilibrio del agua; con el manejo de la biodiversidad y deforestación; con la incorporación de las eco-tecnologías; cambios climáticos; con la soberanía alimentaria; las comunidades orgánicas; con el futuro de las generaciones que vienen en camino y la sobria propuesta política que es el 5to. Objetivo Histórico del Plan Patria; le proponemos a los Ministerios del Poder Popular para: el Ecosocialismo y Agua; Agricultura y Tierras; Educación y muy especialmente al de Educación Universitaria – Ciencia y Tecnología, coordinen y articulen con una visión prospectiva y sustentable las siguientes propuestas de trabajo y acción que, reiterativamente, se han venido proponiendo:
1) Para los distintos deterioros de nuestros suelos venezolanos, urge una lógica de intervención con propuestas estratégicas y de principios para el manejo agroecológico de los suelos. En la definición de políticas se exige: definir conceptos de suelo; de tierra y territorio. Valorar los servicios ecosistémicos de los suelos. El aprovechamiento integral de los suelos. Una clasificación agroecológica del usos de los suelos y determinar los distintos niveles de degradación física, química y biológica de los suelos se hacen necesario ordenarlas.
2) Evaluar los avances de las propuestas que formuló nuestro Ministerio de Ciencia y Tecnología y las Necesidades de Investigación:
https://es.scribd.com/doc/70609833/Necesidades-de-Investigacion-2011-MPP-Ciencia-tecnologia-e-industrias-intermedias y la Estrategia Nacional para la Conservación de la Diversidad Biológica 2010-2012 y su Plan de Acción Nacional.
https://www.cbd.int/doc/world/ve/ve-nbsap-v2-es.pdf
3) Las Universidades, centros de investigación e instituciones nacionales, deben reformular sus herramientas de formación y planificación sobre la base de una sincera evaluación de sus propios procesos docentes, académicos, productivos; de investigación e innovación. Se sugiere ver propuesta metodológica en: http://www.aporrea.org/actualidad/a42082.html
4) Aceleradamente también debemos avanzar en definir un nuevo instrumento de integración de las políticas para los suelos de Venezuela y los componentes ambientales de otras políticas públicas. Se exige la seriedad y responsabilidad del alto gobierno en motivar, coordinar y ensamblar los diseños y definición de políticas ambientalmente sustentable en las áreas energética, agrícola, mineras, vivienda y desarrollo urbano.
5) Como lo está exigiendo, “LA CARTA ENCÍCLICA LAUDATO SI o ALABATO DEL SANTO PADRE FRANCISCO SOBRE EL CUIDADO DE LA CASA COMÚN”. A las sociedades del mundo y la referimos: La presión de la fuerza social venezolana organizada, debe y tiene que exigirle al alto gobierno, la priorización de los temas ambientales para el desarrollo de las fuerzas productivas de la revolución bolivariana. Proponerle al Presidente Nicolás Maduro, la creación del Consejo Presidencial para el Aprovechamiento Integral y Ambientalmente Sustentable de los Suelos Venezolanos, el cual tenga como gran misión: el orientar, darle coherencia y auditar las distintas estrategias territoriales de uso, ocupación y manejo de los suelos, en función de los objetivos económicos, sociales, urbanísticos y ambientales del país.
6) Organizar un Simposio Internacional para dar a conocer la importancia de la salud de los suelos, en el ámbito nacional y la integralidad social, cultural y científica que tal recurso representa para el pueblo venezolano y el futuro de la revolución venezolana.
7) En dicho Simposio evaluar los distintos Planes de Acciones Políticas para el aprovechamiento ambientalmente sustentable de nuestros suelos.
Las propuestas anteriormente referidas son para la reflexión, el debate y echarlas a andar. De lo contrario será difícil avanzar coherentemente con el exhorto de nuestra Asamblea Nacional, quienes de manera responsable y comprometida; nos dan un buen alerta, al poner en el tapete la permanente y crucial amenaza en la disminución progresiva de nuestra tierra fértil y la capacidad de producir alimentos. Sin soberanía alimentaria, no puede haber la consolidación de la soberanía política revolucionaria.
Como lo han hecho los compañeros de la Asamblea Nacional, recordemos y definitivamente hagamos el esfuerzo de entender, el valor que se tiene en saber mantener nuestros recursos biológicos. Estos trascienden los valores del dinero, consumo y despilfarro, porque nos sustentan la vida misma. No podemos seguir a nuestro antojo agotando “las distintas fuentes o eco-bases materiales” de nuestra tierra. Esta inmensa riqueza las seguimos devorando de manera incalculable, mucho más rápidamente, y posiblemente más allá de donde pueda realmente recuperarse.