Sublevados libios declararán “liberación” mientras exhiben a Gadafi

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El autodenominado Consejo Nacional de Transición (CNT) fijó para el domingo en Benghazi el anuncio de la “liberación total” de Libia, mientras mantenía hoy en Misratah el cadáver del exlíder Muammar Gaddafi en patética exhibición.

Prensa Latina

Tras la caída de Sirte el pasado jueves, el mismo día en que fue ejecutado El Gadafi en circunstancias aún sin esclarecer, el liderazgo insurgente consideró propicio el momento de declarar liberado este país norafricano y presentar un gobierno provisional, de antemano polémico.

El jefe del CNT, Mustafa Abdul Jalil, el portavoz Mahmoud Shammam, y el encargado de Finanzas y Petróleo, Alí Tarhouni, figurarán en el próximo Ejecutivo, del que ya anticipó se autoexcluirá el autoproclamado primer ministro interino Mahmoud Jibril.

Después de un primer comunicado de que el anuncio sería este sábado, los opositores decidieron hacerlo el domingo y fijaron el plazo de un mes para completar el pretendido gabinete provisional, que deberá convocar a elecciones entre los ocho y 10 meses posteriores.

Los preparativos para la ceremonia de mañana en Benghazi están marcados por celebraciones entre los detractores de El Gadafi por su muerte, y las especulaciones de que fue vejado, apaleado y asesinado después de haber sido capturado vivo, a partir de videos difundidos.

Frente a la amplia crítica internacional por lo que evidencia fue un linchamiento del exmandatario y de su hijo Muatassim, la dirigencia de los insurrectos optó por exponer en una gran cámara frigorífica de un comercio de Misratah el cuerpo sin vida de El Gadafi como un trofeo.

“La autopsia concluyó. Ya se tomaron todas las muestras y el reporte será enviado hoy a La Haya”, dijo el viernes el segundo jefe del CNT Jibril tras acudir a ver el cadáver, al igual que hicieron cientos de curiosos con evidente regodeo que hicieron fila para sacarle fotos.

Una primera versión oficial indicó que pereció en un fuego cruzado, pero otras fuentes del CNT aseguraron luego que fue “ajusticiado” por los insurrectos, y trataron de restar importancia a cómo feneció.

Mientras la ONU, varios países y organizaciones de derechos humanos del mundo pidieron se investigue la muerte del exdirigente libio, su viuda Aisha reclamó desde Argelia se entreguen sus restos a la familia para darle apropiada sepultura.

Hasta la noche del viernes el CNT no había decidido cuándo ni donde lo enterrarían, aunque aseguraron que lo harían en un lugar secreto para evitar que su tumba se convirtiera en sitio de peregrinación.

Las dudas también se multiplicaron respecto a la suerte de Saif al-Islam, el único de los descendientes de El Gadafi que supuestamente seguiría en Libia, luego que versiones contradictorias lo situaron herido y detenido en un hospital de Zlitan, lo cual desmintió el CNT.

Entretanto, los insurrectos que fueron apoyados desde el inicio por la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) recibieron con inquietud el anuncio de que la alianza finalizará el 31 de octubre su misión tras más de siete meses de agresión aérea.

El último bombardeo lanzado por la OTAN ocurrió el jueves en la mañana contra una caravana de vehículos donde, según aseguró el secretario general del bloque atlántico, Anders Fogh Rasmussen, viajaba El Gadafi y varios allegados cerca de Sirte.