Documental: Jihad Diyab y “La vida después de Guantánamo”

Jihad Diyab estuvo casi 13 años en uno de los peores lugares del mundo para ser musulmán: Guantánamo, el campo de detención estadounidense de alta seguridad para acusados de terrorismo. En 2014, por un acuerdo entre los presidentes José Mujica y Barack Obama, llegó a Uruguay junto a otros 5 ex detenidos. Anfibia/Docs viajó a Montevideo para conocer su historia.

Su capítulo en Sudamérica tomó un nuevo camino: se fugó (en muletas) de Montevideo y apareció en Venezuela, desde donde fue devuelto al Uruguay. Hoy cumple huelga de hambre exigiendo alguna solución. Jihad está en coma. Lo mantienen estabilizado

Jihad Ahmad Diyab es uno de “los 6 de Guantánamo”, como llaman a los ex detenidos que llegaron a Uruguay luego de un acuerdo entre Pepe Mujica y Barack Obama. Estuvo detenido casi 13 años en la cárcel de máxima seguridad estadounidense y desde que llegó a Montevideo deambulaba bajo un estatus legal indefinido. Su madre es sirio-argentina.

Un equipo de Anfibia -revista de la Universidad Nacional de San Martín de Argentina- viajó a la capital uruguaya para conocer su historia. “Los 6 de Guantánamo” fueron capturados en Pakistán y estuvieron detenidos desde 2002 sin ser juzgados y sin pruebas que los inculparan.

Jihad tiene 43 años, es sirio y dice que vendía miel en Afganistán cuando Estados Unidos comenzó con los bombardeos. Según los documentos oficiales norteamericanos filtrados por Wikileaks, el departamento de Defensa afirmaba que Jihad era colaborador de la red global de Al Qaeda desde fines de la década del noventa.  Era el encargado de falsificar documentos y pasaportes para que los extremistas pudieran viajar por todo el mundo. Jihad lo niega todo.

La libertad no fue lo que esperaba. Su situación en el país oriental se volvió cada vez más delicada: el dinero otorgado por el gobierno uruguayo no era suficiente, vivía hacinado junto a los cinco compañeros y no pudo reencontrarse con la familia, señala.