Argentina: La lucha crece desde abajo, Macri logra que Cristina crezca

Juan Guahán-Question Latinoamérica|

Al calor de las nefastas políticas de Mauricio Macri, crecen las posibilidades electorales de Cristina Fernández de Kirchner o quien ella determine, en las elecciones presidenciales de octubre próximo. La huelga general del 30 de abril hizo visible un fenómeno que venía asomando: la lucha crece desde abajo y de diversas maneras.

La huelga del 30 de abril y lo que visibilizó

El martes 30 de abril hubo un ensayo general de un nuevo modelo de lucha. Hubo muchas novedades que solo el tiempo y su continuidad permitirán decantar.

El cristinismo, cada día más seguro de su triunfo electoral, prefirió la moderación de las  convocatorias a marchas y actividades en las principales plazas del país. Otras fuerzas sindicales, sociales y políticas -menos interesadas por las urnas- mostraron los dientes y las posibilidades de otro tipo de luchas.

El “paraguas” general lo puso algo nuevo, que fue la exitosa convocatoria conjunta de un sector de la Confederación General del Trabajo (CGT, encabezado por camioneros, bancarios y gráficos) con todas las divisiones de la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA) y organizaciones sociales, de pequeños y medianos productores, cooperativistas, trabajadores de la economía popular.

Se puede decir que es la primera vez que una convocatoria de ese tipo conmueve al poder y a la sociedad. En los últimos años solo los llamamientos de una CGT unida conseguían que un “paro nacional” se hiciera visible. Esta vez no fue así y eso se pudo observar en la Capital Federal, el Gran Buenos Aires y también en el interior del país. Claro está que –en esta oportunidad- esa convocatoria fue acompañada de otras acciones que influyeron para que el transporte de colectivos, que supuestamente no iba a parar, se viera forzado a hacerlo en varias líneas de transporte colectivo, como producto de acciones directas de diferentes organizaciones sindicales y sociales.

Esto quedó demostrado por la escasa presencia de colectivos en las calles y en la cantidad de militantes sindicales detenidos por tratar de impedir que ese medio de transporte funcionara.

Más allá de Buenos Aires, las movilizaciones se extendieron por diversos puntos de la geografía nacional (Mendoza, San Juan, Salta, Rosario, Santa Fe, Córdoba, Bariloche, General Roca, Neuquén). Además, en el Gran Buenos Aires y zonas aledañas el paro adquirió otras modalidades como lo fueron los cortes en diversos puntos de esa gigantesca extensión de poblaciones populares. Eso acercó al paro a poblaciones que, en otros momentos, no tenían mecanismos de participación activa.

Tampoco debe ignorarse el hecho que organizaciones políticas de izquierda dejaran su marca en el “escrache” (denuncias en situ) a varios bancos de la zona céntrica capitalina.

La integralidad de las respuestas fue la novedad que trajo este hecho popular. El gobierno también respondió con algunas prácticas poco desarrolladas, en estos casos. Uno es la cantidad de detenidos, 32 en total. La mayoría de ellos, 20 (17 varones, 3 mujeres), fueron vinculados a los escraches a bancos, en la zona céntrica de la Capital. Otros 12 están siendo acusados por los incidentes con colectivos. El gobierno no solo respondió con esta represión, también acudió al novedoso método de aplicar multas, por los “costos de la represión”, a las organizaciones sindicales convocantes. Es poco probable que dichas “multas” lleguen a efectivizarse, de todos modos evidencias el intento del oficialismo, por desarmar este tipo de convocatorias.

La señalada diferencia que comienza abrirse camino tiene como guía la idea que, para algunos todo se juega en las elecciones presidenciales de octubre., mientras que para otros octubre es una fecha importante para terminar con el gobierno de Macri, pero allí no termina la lucha porque ésta tiene objetivos que van más allá de esa fecha.

Santa Fe: triunfó la unidad peronista, nueva debacle macrista

Imagen relacionadaEl voto en las elecciones primarias, abiertas, simultáneas y obligatorias (PASO) de la provincia de Santa Fe tampoco tuvo grande novedades, aunque dejó la sensación de confirmar algunas tendencias. Las dos más importantes fueron la victoria del peronismo unido y la debacle del macrismo.

En las PASO, para las elecciones de gobernador que se realizarán el próximo16 de junio, los resultados fueron: El peronismo, con dos candidatos reunidos bajo el nombre de JUNTOS, sumó el 39,79%; el socialismo, como oficialismo provincial, consiguió el 29,03% y el macrismo encabezado por el Intendente de Santa Fe, alcanzó el 18,34%.

El peronismo fue la única fuerza que presentó dos candidaturas para el rubro “gobernador”. Una de ellas estuvo representada por María Eugenia Bielsa que reunió el 13,50% de los votos generales y la otra encabezada por el senador Omar Perotti sumó 26,29%. La candidatura de Bielsa estuvo acompañada por algunos dirigentes menores del peronismo territorial y el apoyo de los sectores más progresistas del mismo.

En cuanto a Perotti, quien aparece como el gran candidato para las elecciones de junio, agrupó a la mayoría de los capitostes territoriales, las fuerzas del cristinismo y del Movimiento Evita. De este modo, una nueva victoria alimenta la perspectiva de un triunfo nacional de un peronismo unido, sin exclusiones.Resultado de imagen para cristina

Cristina entendió que esta es la tendencia predominante y sumó sus huestes y votos a Perotti, un hombre cercano al peronismo federal (más volcado a la derecha). Eso confirma la primacía de esa corriente en el interior del país, pero su dirigencia no tiene una candidatura única, lo que hace prácticamente imprescindible la de Cristina.

A medida que se acercan las elecciones no solo crecen las posibilidades de Cristina, sino también las posibilidades de su triunfo en primera vuelta. En cuanto al macrismo, una nueva derrota y dramática pérdida de votos no hace más que confirmar su próxima y previsible derrota para la gobernación de Santa Fe –en junio- y a nivel nacional, en octubre. En Santa Fe pasaron del 30,56% en 2015 y 37,78% en el 2017 al presente 18,34% y el drenaje de votos para junio puede ser aún mayor.