Dilma recibe a Kerry a la espera de explicaciones por el espionaje norteamericano en Brasil

La mandataria brasileña recibirá hoy al secretario de Estado estadounidense. Brasil reclamó explicaciones por la intercepción de millones de telefonemas y correos electrónicos.

Télam

La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, recibirá esta tarde al secretario de Estado estadounidense John Kerry, quien llega al país luego del escándalo por el establecimiento de una base de espionaje norteamericana en Brasilia revelada por el ex agente Edward Snowden.
Rousseff se reunirá con el enviado del presidente Barack Obama a las 16.30 en el Palacio del Planalto, informó hoy la oficina de prensa de la Presidencia de la República, según reporte de la agencia Ansa.

Está previsto que antes del encuentro con la presidenta, Kerry se reúna con el canciller Antonio Patriota, quien la semana pasada declaró, durante una visita a la ONU, que su gobierno aguarda explicaciones de Estados Unidos sobre el escándalo por la intercepción de millones de telefonemas y correos electrónicos brasileños.

El lunes una misión de agentes de Estados Unidos realizó una supervisión al Palacio Itamaraty, sede de la Cancillería, que hace un mes fue atacado por manifestantes, para observar el predio y adoptar medidas que garanticen la seguridad del Secretario de Estado.

Dilma a Estados Unidos

Diplomáticos brasileños confirmaron la visita de Estado de la presidenta Dilma Rousseff a Estados Unidos a pesar del escándalo por una base de espionaje instalada en Brasilia que causó un impasse en la relación bilateral.

Miembros del Servicio Exterior brasileño comentaron que “la organización de la visita está adelantada y Dilma será recibida en la Casa Blanca con alfombra roja y homenajeada con cena de gala” en la primera visita de Estado de un presidente brasileño desde 1995, escribió la estatal Agencia Brasil.

Una fuente del gobierno dijo la semana pasada a la agencia de noticias Ansa que a pesar de la repercusión negativa del escándalo por espionaje revelado por el exagente Edward Snowden, la presidenta no pretende “radicalizar” su posición y agravar la controversia entre Brasilia y Washington.