Ingreso de Venezuela a Mercosur es legítimo e irreversible

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NAZARETH BALBÁS | El próximo martes 31 de julio se hará oficial la incorporación de Venezuela como miembro pleno del Mercado Común del Sur (Mercosur), tras la decisión adoptada el pasado 29 de junio por los presidentes de Uruguay, Argentina y Brasil en la cumbre del bloque celebrada en Mendoza.

Nazareth Balbás – AVN

Luego de seis años de espera, finalmente la nación caribeña tendrá derecho a voto y veto en el organismo regional, en el cual ha participado de manera activa desde 2006 cuando se aprobó el protocolo de adhesión.

Los Estados parte de Mecosur han insistido en la importancia de incorporar a Venezuela por su carácter estratégico para consolidar el proceso de integración en la región que, tal como reza la declaración signada en Mendoza, “es un instrumento para promover el desarrollo integral, enfrentar la pobreza y la exclusión social”.

Decisión unánime

El ingreso fue admitido por unaminidad luego de la suspensión de Paraguay de Mercosur, medida tomada por el bloque después de la ruptura al orden democrático ocurrida en ese país el 22 de junio de este año, fecha en la cual el parlamento perpetró un golpe de Estado contra el mandatario legítimo, Fernando Lugo, al realizarle un juicio exprés en el que no hubo las mínimas garantías al debido proceso.

Paradójicamente, el Congreso paraguayo que participó en esa alteración al orden democrático (de mayoría opositora a Lugo), había sido el único reticente a aceptar a Venezuela por el supuesto “carácter antidemocrático” del gobierno del presidente Hugo Chávez. Los parlamentos de Brasil, Uruguay y Argentina ya habían ratificado el protocolo de adhesión.

Un comunicado emitido por la cancillería de Buenos Aires, días después de la decisión sobre Venezuela, ratificó que la misma se tomó en consenso “luego de una reunión de Dilma Rouseff, Cristina Fernández de Kirchner y José Mujica, donde escucharon las posiciones de sus cancilleres y los asesores jurídicos de los gobiernos de Brasil y la Argentina”.

Pero en ese contexto, han abundado las versiones en los medios de la derecha mundial que insisten en calificar el ingreso de Venezuela como “viciado de legalidad” o violatorio del Tratado de Asunción.

De hecho, el gobierno de facto de Paraguay, liderado por Federico Franco, esgrimió ese mismo argumento en una reciente demanda interpuesta ante el Tribunal Permante de Revisión (TPR) de Mercosur, como medida sumarísima para pedir el levantamiento de la sanción política y frenar la adhesión de Venezuela.

Sin embargo, esta semana el TPR desestimó el recurso introducido por Paraguay debido a la ausencia de todos los requisitos necesarios que permitan la admisibilidad del procedimiento excepcional de emergencia, la falta de consentimiento de los Estados parte y el hecho de no haber agotado las vías regulares.

Ingreso legal

En la demanda, el gobierno de Franco solicitó la actuación del TPR, invocando el artículo 23 del Protocolo de Olivos para la solución de controversias, con el propósito de impugnar la suspensión de Asunción y pedir la nulidad del ingreso de Venezuela.

Los abogados de Paraguay alegaron que no hubo ruptura al orden democrático ni se dio el proceso de consultas previstas en el artículo 4 del Protocolo de Ushuaia, al tiempo que aducieron que al no participar en la decisión sobre Venezuela invalidaba esa resolución.

Sin embargo, Argentina, Uruguay y Brasil argumentaron que la declaración de incorporación de un país miembro no requiere unaminidad, y que mantener el derecho a voto y veto de Paraguay, en un situación de ruptura democrática, hubiese abrogado el Protocolo de Ushuaia que forma parte indivisible del Tratado de Asunción.

Finalmente, el TPR decidió desestimar el recurso ante el incumplimiento de todos los requisitos por parte de Paraguay para avanzar en la petición, entre ellos, el consentimiento de la parte demandada de someterse a la jurisdicción directa del tribunal y la ausencia de un documento que certifique que Asunción procuró negociaciones antes de acudir a esa instancia.

“Si Paraguay hubiese solicitado negociaciones, de haber sido rechazadas, tendríamos una situación distinta. Pero no hay demostración, en autos, de que Paraguay haya buscado efectivizar las negociaciones directas exigidas por la norma”, refiere el numeral 60 del laudo.

Cumplidos los requisitos

Tanto Brasil como Argentina recalcaron que la incorporación de Venezuela no sólo fue unánime sino que además “cumple estrictamente con los tratados del Mercosur y las legislaciones nacionales de los países partes”.

En julio de 2005, el parlamento venezolano sancionó las leyes aprobatorias del Protocolo de Adhesión y sus anexos, que son el Tratado de Asunción, el Protocolo de Ouro Preto y el Protocolo de Olivos para la solución de controversias.

En días previos a la cita, Chávez sostuvo reuniones en Caracas con delegaciones de Argentina y Brasil para adelantar los pasos para el ingreso, como la evaluación de los mecanismos de adhesión y la adopción de la Nomenclatura Común de Mercosur, ya que hasta ahora el país se regía por la normativa de la Comunidad Andina de Naciones (CAN).

De igual forma, Chávez adelantó que se creará un fondo especial para incentivar a empresarios venezolanos del sector público y privado a que se unan a las exportaciones de productos a Brasil y el mundo, así como a participar el los proyectos estructurantes de desarrollo en materia industria y comercio.

“Vamos a llevar a la economía venezolana a una nueva escala para incrementar nuestra participación en el Mercado Común”, aseveró Chávez la semana pasada tras anunciar la creación de un registro para empresas dedicadas a la exportación.

Lo que resta por hacer es al firma del acuerdo de adhesión, que se signará finalmente este martes en Brasilia a la cumbre a la que asistirá el mandatario venezolano, Hugo Chávez Frías, así como sus homólogos de Argentina, Cristina Fernández, de Brasil, Dilma Rousseff y de Uruguay, José Mujica.