Díaz Rangel: Las primeras encuestas/ Brito García: Dolarizadores

Las primeras encuestas

Eleazar Díaz Rangel-ÚN |

Sigue siendo importante conocer cuál fue la evaluación que hicieron tanto el comando de Henri Falcón que coordina Claudio Fermín, como los dirigentes de la otra oposición, la abstencionista, sobre los resultados hace poco divulgados de las primeras encuestas sobre las elecciones presidenciales.

¿Cuáles fueron esos resultados? Un tanto discrepantes, que, como ya se ha hecho costumbre en Venezuela, originan dudas y reservas. ¿Cuál dice la verdad? ¿Cuál se aproxima más a la intención del voto de los electores consultados? Una de ellas, Datanálisis, ubica a Falcón punteando con 41,4%, siete puntos por encima de Maduro, que aparece con 34,3%. En cambio, Consultores 30-11 nos ofrece otra visión, con Maduro a la cabeza con 34,7%, mientras Falcón tiene 18,5%. Como ven, solo hay una coincidencia: Maduro con 34%.

Una tercera encuesta, de Hinterlaces, con Maduro arriba (60%), seguido de Falcón (18%) y ascendiendo el evangélico Javier Bertucci (14%).

¿Cómo explicar las diferencias? Creo que por la metodología utilizada en la selección de la muestra, porque la clave de todas las encuestas reside en la muestra. Como es imposible medir toda la población electoral, lo que no se hace sino el día de la votación, es necesario seleccionar una muestra. Generalmente en Venezuela son suficientes 1.500-1.800 personas, las cuales tienen que estar clasificadas en al menos cuatro niveles socio económicos, que se distinguen con las letras A, B, C y D. La letra A corresponde a los niveles de mas altos ingresos, de mejor situación socio económica: el número de consultados será el menor, y en el otro extremo, la letra D agruparía a la mayoría de la población.

Una vez hecha esa clasificación y asignadas las cantidades correspondientes a entrevistar de cada grupo, la otra tarea es ubicarlos en todo el país, de manera que sean una muestra de la población. Son tareas en extremo complejas y difíciles. Estas encuestadoras tienen tiempo levantando esas mediciones, y estarán pendientes de los cambios que suceden en la sociedad. Y si embargo, como ustedes habrán observado, sus mediciones arrojaron diferencias notables, que puede explicarse por la fechas de sus respectivas realizaciones, o por diversos criterios para aplicar la metodología, o por errores en las muestras. Y habría otro motivo, como es la adulteración de resultados para favorecer a alguno de los postulados; casos como estos han sido frecuentes en otras ocasiones, lo que ha generado el descrédito de muchas encuestas y encuestadoras.

En el caso de Falcón parece evidente que está ganando la batalla contra la abstención, aun en el supuesto que sea ese 19% el que hoy corresponda a la intención del voto opositor o descontento. En tal sentido, hay que tener presente que está enfrentado a quienes en la otra oposición llaman a no votar, que estará recibiendo presiones incluso desde el norte poderoso y, que igualmente enfrenta a un candidato que tiene todos los recursos para una campaña exitosa. En todo caso, estas son las primeras encuestas, con la diferencias que habrán observado.

Y a propósito de esa obtusa posición abstencionista, quiero cerrar recomendando leer a Eduardo Fernández, en su articulo “Perplejidad”, publicado en estas páginas el pasado viernes. Antier nomás.

Breves

-El ministro Padrino López, invitado especial a la VII Conferencia Internacional de Seguridad, fue ponente sobre el caso Venezuela, donde denunció las acciones injerencistas desde Estados Unidos, y llamó a la comunidad internacional a permanecer alerta ante las oscuras ambiciones imperialistas que se ciernen contra Venezuela. En otro escenario, el del Movimiento de los No Alineados, el canciller Arreaza hizo una denuncia similar e igualmente les planteó la necesidad de estar solidarios con Venezuela ante las amenazas de Washington.

-Se supone que los asesores del presidente Maduro le han informado que el petro y otras monedas similares comienzan a desestabilizar el dólar que dejará de ser la todopoderosa unidad de cambio de otras épocas. Junto a su decreto, se destaca la campaña de los principales medios del mundo y de las agencias internacionales de noticias contra el petro. Pero eso no es lo peor, sino que la propia Asamblea Nacional, coincidiendo con Washington y el poder financiero, aprueba una resolución en contra de esa moneda venezolana, que puede ser punto de partida para comenzar a recuperar la economía. Por lo pronto, se observa una merma en las cotizaciones del dólar Today, se afirma, efecto de nuestra petromoneda. Cuando nadie aquí ni en la región lo pensaba, se le ocurrió al Chávez genial proponer el petro, que ahora se ha convertido en blanco de las iras del presidente Trump.

-Guyana llevó a la Corte Internacional de Justicia un reclamo a Venezuela para que abandone la isla de Anacoco. Todavía, la CIJ ni siquiera ha acusado recibo. En todo caso, como Guyana no tiene mayor capacidad para participar en el cerco contra nuestro país, pareciera que iniciativas como esa es su cuota de perturbación. La firme posición venezolana está resumida en “Guayana Esequiba. Historia de un despojo”, editado por la Cancillería en 2014.

Dolarizadores

Luis Brito García|

Si en algo son fecundas las crisis es en la oferta de curalotodos y remedios mágicos. Durante la decadencia española, Quevedo se burlaba de los pícaros que ofrecían llenar el Tesoro con trampajaulas que ni siquiera ellos entendían.

En la actualidad, un candidato opositor centra su programa en el fraude de los fraudes: la dolarización.

Dolarizarnos no sólo remediaría todos nuestros males, sino que los haría imposibles.

El paquete chileno y la Deuda Eterna engañan creando la ilusión de que se puede tener todo a cambio de nada, y concluyen entregando nada a cambio de todo.

Sólo saca dólares de la nada Estados Unidos, que desde 1974 imprime papel verde sin respaldo; los demás debemos comprárselos.

El sector privado genera menos del 5% de las divisas que nos ingresan; la masa monetaria dolarizada tendría que proporcionarla el Estado.

La masa monetaria de Venezuela era en 2013 de 1.188.000.000.000 de bolívares, un 44.82% del Producto Bruto Interno. El PBI para 2017 según el FMI sería de 215.307 millones de dólares; para obtener las divisas equivalentes aproximativamente a un 44,82% de esa magnitud deberíamos gastar la totalidad de nuestras reservas internacionales -que a mediados de 2017 totalizaban 9.928 millones de dólares- y todavía encontrar otros 999.990 millones de dólares en momentos en que confrontamos problemas de liquidez para satisfacer compromisos internacionales y realizar importaciones indispensables.

¿Qué proponen para que circulen los dólares en el país? Venderlo. Para ello, anular la soberanía, pues según los dolarizadores, “las políticas monetaria y cambiaria son accesorias”. Luego, rematar las empresas públicas: “Plan de recuperación y apertura del sector petrolero”. “Se llevará a cabo un inventario de todas las empresas expropiadas por el gobierno en los últimos 19 años, con miras a regresarlas al manejo por el sector privado.

En los casos en los que no se haya pagado una adecuada indemnización a sus dueños, se buscará saldar esa deuda o regresar la empresa a sus dueños originales. En otros casos, se buscará la asociación o venta a inversionistas privados que permita la inyección de recursos para restablecer las condiciones de producción. Se propondrá la opción de canjes de deuda por inversión como una forma de buscar alternativas de ganar-ganar con los inversionistas”.

¿Podremos por lo menos comprar barato? Escuchemos a los dolarizadores: “La autoridad monetaria no debe hacer política social”. “Flexibilización de control de precios. Se implementará un esquema de ajuste gradual para llevar los precios de los hidrocarburos en el mercado interno a sus niveles internacionales. “Se ajustarán gradualmente los precios de la electricidad y otros bienes y servicios públicos a niveles consistentes con aquellos que prevalecen en otros países de latinoamerica”.

¿No suena esto al Paquete Económico que detonó el 27 de febrero y acabó para siempre con AD y Copei?