Cambio de rumbo

La geopolítica crítica centra su atención en el discurso geopolítico como una realidad social construida y susceptible además de ser analizada por sí misma, sin menospreciar el análisis del contexto político donde tiene lugar y se genera dicho discurso. De donde está obligada a conocer y entender tanto los factores contextuales como los aspectos simbólicos subyacentes.

Así, el discurso se constituye en un elemento clave para la comprensión de los fenómenos geopolíticos, específicamente las amenazas e intereses de aquellos países que procuran, en tanto proyecto en el ámbito de la política exterior, un posicionamiento hegemónico e imperialista en el sistema regional actual. Tal como es la situación regional dominante en torno Venezuela.2017 para Venezuela: un año de protestas sociales, polarización política y  crisis económica

De allí que la corriente crítica se diera a la tarea de clasificar los discursos de acuerdo a su origen, contexto y elementos que lo generan. Planteando la existencia de tres tipos: la geopolítica práctica que engloba los discursos pronunciados por líderes de Estado y la burocracia a cargo de la política exterior del país; la geopolítica formal que se centra en los discursos procedentes de centros de estudios y universidades; para cerrar con la geopolítica popular resultante de los discursos emitidos por medios de comunicación y redes sociales.

En nuestro caso, los discursos en su mayoría están inevitablemente atravesados por la polarización política imperante en el país lo que complica el panorama. Condición que, sin lugar a dudas, contamina y/o impide cualquier intento políticamente concertado de definir, diseñar y ejecutar una estrategia nacional geopolítica crítica.

Sin embargo, a pesar de las condiciones geopolíticas imperantes, los conflictivos discursos dominantes, más la polarización política interna creemos necesario, obligante y urgente un acuerdo político con miras a repensar y redefinir una estrategia geopolítica crítica hacia un nuevo hacia impulso regional.