Brasil: La Copa (no) es nuestra

FREI BETTO| Para que  un país funcione bien, necesita reglas. Si no tiene leyes y quienes velen por ellas, se produce la anarquía. Brasil tiene más leyes que población. En principio ninguna ley puede contrariar la ley máxima: la Constitución. Pero solo en principio. En la práctica, y en la Copa, otra es la teoría. La legislación corre el riesgo de ser escamoteada, y si así fuere, las empresas asociadas a la FIFA no tendrán que pagar impuestos.

La ley de responsabilidad fiscal que limita el endeudamiento será flexibilizada para facilitar la construcción de las obras para la Copa y las Olimpíadas. Como destaca el profesor Carlos Vainer, especialista en planeamiento urbano, una municipalidad podrá endeudarse para construir un estadio. No para realizar obras de saneamiento…

La FIFA es un casino. En un casino juegan muchos, pero ganan pocos. El que no pierde jamás es el dueño del casino. Así es como funciona la FIFA, interesada más en el lucro que en el deporte. Por eso desembarcó en Brasil con su fuerza de choque para obligar al gobierno a olvidar leyes y costumbres. La FIFA quiere prohibir en un radio de 2 km alrededor de los estadios, durante el desarrollo de la Copa ,la comercialización de cualquier producto. Excepto la de productos vendidos por sus empresas asociadas. Es decir: el comercio local a, cerrar sus puertas. Vendedores ambulantes, corridos por la policía!

Denle alas a la FIFA. Alrededor de 170 mil personas serán desplazadas de sus casas para construir los estadios y ¿quién les garantiza que  serán adecuadamente indemnizadas?

La FIFA quiere tener al pueblo lejos de la Copa. Que se conforme con seguirla por la televisión. Acudir a los estadios será un privilegio de la élite, de los extranjeros y de quienes tengan recursos para comprar entradas en manos de los revendedores. Además parte de las entradas serán vendidas anticipadamente en Europa. La FIFA quiere  impedir el derecho a obtener entradas a mitad de precio. Los estudiantes y los viejos afuera. Y nada de entrar en los estadios con alimentos o comidas dietéticas recomendadas por su médico. Hasta el agua será prohibida. Todos serán revisados al ingreso. Solo una empresa de “fast food” podrá vender sus productos en los estadios. Y la prohibición de ingresar con bebidas alcohólicas hoy vigente será suspendida en pro de una marca de cerveza “made in USA”.

El prestigioso periódico “Le monde diplomatique” comenta: “La  acogida de un megaevento deportivo como este autoriza también la megaviolación de los derechos, el megaendeudamiento público y las megairregularidades. La FIFA quiere suspender simplemente, durante la Copa, la vigencia del Estatuto de las barras, del estatuto de los ancianos y del Código de Defensa del Consumidor. Todas esas propuestas ilegales están incluidas en el proyecto de ley 2.330/2011 que se halla en el Congreso. Y en caso en que no fuere aprobado, el ejecutivo podrá hacerlas efectivas como medidas provisorias.

Si usted fabrica una camiseta con la inscripción “Copa 2014” tenga cuidado. La FIFA ya ha solicitado al INPI (Instituto Nacional de Propiedad Industrial) el registro de más de mil ítems, entre los cuales está la fecha 2014. (No) duerman con todo este barullo: la FIFA quiere establecer tribunales de excepción durante la Copa. Con sanciones relacionadas con la venta de productos, entradas y publicidad. En el proyecto de ley, anteriormente citado, el artículo 37 permite crear juzgados especiales, equipos  y cámaras especializadas en causas vinculadas a estos eventos. ¡Una justicia paralela! En Sudáfrica se crearon 56 Tribunales especiales para la Copa. El robo de una máquina fotográfica mereció 15 años de prisión y más aún si se hubieren ocasionado daños o perjuicios a la FIFA, la culpa  y los cargos son de la Unión, o sea que el Estado brasileño pasa a ser fiador de la FIFA en sus negocios particulares.

Es hora de que las hinchadas organizadas y los movimientos sociales paren la pelota y conviertan el gol. Presionar al Congreso e impedir la aprobación de la ley que deja a la legislación brasileña en el banco de reserva. En el caso contrario el hincha brasileño va a tener que resignarse a seguirlo por televisión.

*Teólogo, escritor, autor de “El arte de sembrar estrellas” entre otros muchos libros.