¿Aceptar pasivamente que la conjura se imponga, que el país se desintegre?

ven fin de cicloJosé Vicente Rangel|

Los desarrollos del enfrentamiento de la Asamblea Nacional con los restantes poderes del Estado eran previsible. Lo que actualmente ocurre, la escalada que se observa a diario, tenía que darse y pone a prueba el sistema democrático venezolano. Ya éste fue puesto a prueba en episodios anteriores como el golpe del 11 de abril de 2002, cuya derrota puso de relieve la solidez de las instituciones de la V República, sustentada en la participación del pueblo y la fuerza icónica de la constitución bolivariana.

También con el paro-sabotaje de la industria petrolera que confirmó la fortaleza del proceso bolivariano. Cualquier otro sistema no hubiera *Ahora se plantea un nuevo desafío, lo que algunos llaman lucha de poderes. En este caso el poder legislativo en actitud desafiante antVEN SABOTAJE PETROLEROe el poder ejecutivo, el judicial, el ciudadano y el electoral. Vista la situación de esta manera lo que ocurre sería producto de la coyuntura política, de la decisión adoptada por una mayoría circunstancial de la Asamblea Nacional para provocar el derrocamiento de presidente constitucional Nicolás Maduro.

Pero no sólo se trata de eso, que si se quiere, y en un análisis superficial, podría atribuirse a excesos del juego democrático cuando hay una polarización extrema como la que existe en Venezuela. Se trata de algo de fondo, que está detrás de la posición asumida por la mayoría que controla al poder legislativo, que oculta una vasta conjura en la que están comprometidos factores de la derecha en el país e internacionalmente.

La posición de quienes dirigen la política en la Asamblea Nacional no tiene nada de democrática ni es expresión de un escarceo circunstancial, de los tantos que se dan en el marco institucional que consagra la constitución. Es otra cosa. Es la utilización, deliberada y consciente, de un poder público para actuar en contra del estado. Para socavar la institucionalidad y provocar el derrumbe del orden constitucional. Lo que pretenden quienes dirigen esa política desde la Asamblea Nacional posee un carácter global, que se expresa con claridad al interior del país y se proyecta agresivamente, a diario, en el exterior, y no es otra cosa que un golpe de estado con nuevas connotaciones y componentes.

¿Qué hacer entonces? ¿Aceptar pasivamente que la conjura se imponga, que el país se desintegre? La defensa de la sociedad, de la nación, del estado, de las instituciones, es prioridad absoluta y quienes encarnan la constitucionalidad y representan la legalidad republicana están obligados a actuar sin vacilaciones y a utilizar todos los recursos que confiere la autoridad proveniente de la voluntad popular expresada en comicios libres y democráticos. No hay otra alternativa.

Confidenciales
ven dialogo¿Cuál es la razón para que la MUD eluda el diálogo, lo saboteé, lo obstaculice? Esta pregunta da vuelta en la cabeza de la mayor parte de los analistas del país y del exterior, y aparentemente no tiene respuesta. Al diálogo no puede negarse ningún dirigente político serio, pero en Venezuela la oposición ha descubierto que negarse a dialogar produce dividendos. Una respuesta al tema es que la dirigencia opositora actúa acomplejada por el chantaje que ciertos medios de comunicación y representantes de la derecha más recalcitrante utilizan, en el sentido de que conversar con el gobierno y el chavismo es un signo de entrega y genera reacciones negativas en su electorado. Mientras tanto, el 80% de los venezolanos, según todas las encuestas, es partidario del diálogo.

2) El duelo entre la directiva de la Asamblea Nacional y los otros poderes públicos del estado, tiende a agravarse. La impresión que tiene el gobierno, basada en informes de inteligencia, es que la tensión está programada al detalle a fin de conseguir un efecto determinante sobre el revocatorio.

3) Se considera que en la dirección de la MUD hay la convicción de que difícilmente el revocatorio del mandato presidencial podrá efectuarse en el curso de este año, meta estratégica propuesta, y que sólo a través de presiones muy fuertes la situación pudiera cambiar. El objetivo es mantener la pugna Asamblea Nacional-gobierno, estimulada dentro y fuera del país. Se trata de un recurso importante para el sector opositor. Sobre todo porque el gobierno de Obama toca a su fin y quiere dejar resuelto, antes de abandonar la Casa Blanca, el problema que representa el gobierno de Nicolás Maduro.

Julio Borges
Julio Borges

4) Se ha sabido, por ejemplo, que en los círculos del gobierno norteamericano donde se maneja el tema Venezuela, se considera que colocando al rojo vivo la relación Nicolás Maduro-Ramos, estimulada por reiteradas declaraciones de voceros de la política norteamericana como el Secretario de Estado John Kerry, de la Casa Blanca y del Pentágono, el gobierno venezolano podría caer en la provocación y clausurar la Asamblea Nacional.

5) En la misma dirección se orienta la difusión permanente, a través de los medios de comunicación en Venezuela y en el exterior, especialmente en los Estados Unidos, de noticias en las que se descalifica sistemáticamente a Venezuela, al gobierno y a las instituciones, y se agrede a miembros de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana en lo político y en lo personal.

6) La lucha interna en la MUD se agrava. El hecho de que Ramos Allup abriera el grifo de las candidaturas presidenciales desató el debate y se considera el anuncio como una peligrosa iniciativa en las actuales circunstancias. Esta posición, echada a la calle de forma inconsulta, conduce a otros sectores de la alianza opositora a promover fórmulas alternas de carácter similar.

7) Lo que ocurre comienza, incluso, a incidir sobre el pacto parlamentario fundamentado en la rotación en la presidencia de la Asamblea Nacional. Julio Borges que era el candidato para el actual período por el hecho de dirigir el partido con mayor votación de la oposición, fue baypaseado mediante una maniobra por Ramos Allup, mediante la cual se le garantizaba ahora que el próximo año accediera al cargo, pero ya comienzan los movimientos internos para que el Ramos Allup repita.