12 de octubre: Milei, el “descubrimiento” y el desdén a los pueblos originarios
Rodolfo Koé Gutiérrez
La presidencia argentina publicó en sus redes un video alusivo a la llegada de Cristóbal Colón a América, día que en el país se conmemora como Día del Respeto a la Diversidad Cultural. Sin embargo, el video se refiere a Día de la Raza, la anterior denominación, una expresión considerada supremacista hacia los pueblos originarios.
“Hoy, 12 de octubre, celebramos el Día de la Raza en conmemoración de la llegada de Cristóbal Colón a América, un hito que marcó el inicio de la civilización en el continente americano”, inicia el texto publicado por la Casa Rosada. Y añade que la acción de Colón significó un “hito histórico sin precedentes” que “sentó sentó las bases de la modernidad en América”. “Lejos de ser una simple expedición marítima, la llegada de Colón representó un cambio de paradigma global”, agrega.
“Colón, como símbolo de la expansión y el progreso, nos recuerda la capacidad del ser humano para superar lo desconocido y buscar nuevas oportunidades para el desarrollo y la civilización”, continúa el relato del gobierno ultraderechista argentino..
En las antípodas de la mayoría de los gobiernos latinoamericanos y caribeños que abogan por un reconocimiento histórico de los crímenes de la conquista, enfatizando la necesidad de disculpas y justicia por las injusticias del pasado. Un negacionismo oscurantista sobre el genocidio ocurrido. Argentina es el país que más se esforzó en destacar su “excepcionalidad blanca y europea”.
La voz en off refiere que con el arribo de Colón “se abrió una nueva era de progreso y civilización en el Nuevo Mundo”. Añade que el “hito histórico sin precedentes sentó las bases de la modernidad en América”.
«Cuando los señores blancos llegaron han enseñado el miedo y han venido a mancillar las flores. Para que viviese su flor, han hundido y agotado la flor de los otros. ¡Asaltantes de la vida, ofensores de la noche, verdugos del mundo! No hay verdad en las palabras de los extranjeros.», señala el Chilam Balam, libro sagrado de los mayas.
Pero héte aquí que la Modernidad comenzó en Europa más de un siglo después de la llegada de los españoles. La actual presidencia argentina califica de “progreso y civilización” lo que la hisoria define con expolio y el asesinato de cientos de miles de personas.
Tampoco tomó en consideración que Cristóbal Colón murió creyendo que había arribado a las Indias por el oeste, aunque el gobierno de Javier Milei lo define en el video como “símbolo de la expansión y el progreso”. “Nos recuerda la capacidad del ser humano para superar lo desconocido y buscar nuevas oportunidades para el desarrollo y la civilización”, afirma. Todo un texto ilustrado con imágenes laudatorias de la Conquista.
Europa se apropió de lo que tenía dueño; el territorio se transformó en espacio de conquista; las legítimas riquezas que poseían sus culturas se transformaron en un botín que los conquistadores “encontraban” y obviamente rapiñaban; los magníficos templos se convirtieron en canteras de piedra; sus conocimientos atesorados en códices y quipus se redujeron a humo en las hogueras de los Autos de Fe.
Algunos todavía hablan del encuentro de dos mundos. En nombre de la civilización y la fe, los europeos (en especial 
los españoles) arrasaron con todo el oro, esclavizaron a los nativos. Esos 185 mil kilos de oro y 16 millones de kilos de plata proveniente de los pueblos originarios de América, fueron base para el desarrollo de Europa.
Y para eso la historia española prefiere olvidar crímenes de guerra. Y el gobierno de Milei –desde Argentina, en Sudamérica- repite la misma “historia”. Donde la llamada Conquista del Desierto fue la campaña militar realizada por entre 1878 y 1885, por la que las familias patricias conquistaro grandes extensiones de territorio que se encontraban en poder de los pueblos originarios, pampa, ranquel, mapuche y tehuelche.
Los pueblos indígenas sometidos, sufrieron la aculturización, la pérdida de sus tierras y su identidad al ser deportados por la fuerza a reservas indias, museos o trasladados para servir como mano de obra forzada.
También en aquel entonces, la posición oficial argentina sostuvo que se trató de una gesta militar legítima respecto de la efectiva soberanía de la República sobre territorios heredados del imperio español, que respondió a las matanzas y robos perpetuados por los malones indígenas, aunque la realidad dejó sentado que se trató de un crimen de lesa humanidad cometido por el ejército argentino.
*Periodista económico argentino, analista asociado a al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la)