¿Es posible otro intercambio de prisioneros entre Estados Unidos y Venezuela?
Adelle Nazarian |
Como defensora de los derechos humanos, he estudiado y visto el traslado de detenidos y rehenes entre naciones. La historia ha demostrado que Estados Unidos y otros países, grandes y pequeños, han encontrado formas de intercambiar prisioneros en interés de sus respectivas naciones, incluso cuando no existen relaciones diplomáticas formales.
Eyvin Hernandez espera que se pueda hacer tal trato. El hombre de 44 años es un caso clásico de alguien que estuvo en el lugar equivocado en el momento equivocado.
Hernández emigró de El Salvador a los Estados Unidos cuando era un niño pequeño y su familia se estableció en Los Ángeles. Se graduó con una licenciatura en derecho de la UCLA y, desde el principio, dedicó su carrera a ayudar a los demás, trabajando en la Oficina del Defensor Público de Los Ángeles.
El 31 de marzo del año pasado fue detenido por autoridades venezolanas en su frontera con Colombia y acusado de ingresar ilegalmente a Venezuela, país con el que EE.UU. no tiene relaciones diplomáticas. Sigue preso en Caracas y enfrenta hasta 16 años de cárcel tras ser acusado de asociación delictuosa y concierto para delinquir.
Se informó que Hernández envió una carta escrita a mano al presidente Biden pidiendo directamente ayuda para asegurar su regreso a casa.
En octubre, el Departamento de Estado dijo que Hernández fue “detenido injustamente”. Recientemente, un funcionario del gobierno, hablando en segundo plano, señaló que Estados Unidos no “discute las conversaciones diplomáticas en curso” cuando se le preguntó sobre el caso y la posibilidad de un intercambio de prisioneros por un enviado especial del gobierno venezolano, Alex Saab.
El portavoz agregó que la administración de Biden estaba presionando activamente para que se liberara a los estadounidenses detenidos en Venezuela. El funcionario fue cuidadoso con sus palabras porque las conversaciones relacionadas con los rehenes de Estados Unidos con otros gobiernos son muy delicadas, pero dejó la impresión de que un intercambio de prisioneros que incluye tanto a Hernández como a Saab está sobre la mesa.
Hay varios ejemplos recientes de intercambios de prisioneros que involucran a Estados Unidos y otros gobiernos. En diciembre, la basquetbolista profesional estadounidense Brittney Griner fue cambiada por Viktor Bout, un traficante de armas ruso. Mark Frerichs, un contratista estadounidense, fue liberado en septiembre a cambio de Bashir Noorzai, un líder tribal afgano cercano a Mullah Omar, el fundador de los talibanes.
Al mes siguiente, Venezuela canjeó a siete estadounidenses presos en el país por dos ciudadanos venezolanos. Cinco de los estadounidenses eran empleados de Citgo, con sede en Houston: Tomeu Vadell, José Luis Zambrano, Alirio Zambrano, Jorge Toledo y José Pereira.
Todos estos casos, entre ellos el intercambio entre Estados Unidos y Venezuela, dejan abierta la puerta a otro canje que involucre a Hernández y otros estadounidenses detenidos en el país sudamericano por Saab, quien fue designado enviado especial por el presidente venezolano Maduro.
Saab fue detenido originalmente en junio de 2020 por las autoridades de Cabo Verde a pedido de los EE. UU. durante una parada de reabastecimiento de combustible en su camino de Venezuela a Irán en una misión humanitaria durante la pandemia mundial de COVID-19.
Dieciséis meses después, Saab fue extraditado a EE. UU., donde enfrenta un cargo de conspiración para lavar dinero vinculado a un programa de vivienda social venezolano. Saab niega la acusación y su gobierno ha seguido pidiendo su liberación y su regreso a casa, alegando que tiene derecho a la inmunidad diplomática de enjuiciamiento.
¿Qué se necesitará para traer a Hernández y otros estadounidenses a casa desde Venezuela?
Un diálogo nacional patrocinado por Noruega entre el gobierno de Maduro y la oposición, conocido como la Mesa Redonda de México, comenzó en septiembre de 2021 y condujo a un acuerdo para descongelar los fondos del gobierno venezolano que se utilizarán con fines humanitarios. En respuesta, EE. UU. alivió ciertas sanciones petroleras, lo que permitió a Chevron reanudar operaciones petroleras limitadas en Venezuela.
Estados Unidos ha alentado y apoyado estas conversaciones y ha pedido al gobierno venezolano que libere a un número no especificado de presos políticos. Se cree que el gobierno de Maduro está preparado para dar ese paso una vez que haya revisado los nombres de los presos internos que la oposición quiere liberar.
Ha pasado casi un año desde que Hernández fue detenido. Un intercambio de prisioneros, que podría incluir a otros estadounidenses a cambio de Saab, es posible porque las relaciones entre la administración de Biden y Venezuela se han relajado durante el último año.
Una orden ejecutiva firmada por el presidente Biden en julio fortaleció los “esfuerzos de su administración para traer a casa a los rehenes y a los ciudadanos estadounidenses detenidos injustamente”. Declaró: “El gobierno de los Estados Unidos debe redoblar sus esfuerzos en el país y con socios en el extranjero para disuadir estas prácticas [la toma de rehenes y la detención injusta de ciudadanos estadounidenses] y asegurar la liberación de los rehenes o detenidos injustamente”. El panorama político parece más favorable de lo que ha sido durante años para traer de regreso a Estados Unidos a Hernández y otros estadounidenses detenidos en Venezuela.
CEO del Comité de Acción Política de Blockchain Cripto-Americano y Justicia Global