Un estudio sobre la nueva Globovisión

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Vladimir Villegas

Prácticamente al cumplirse dos años de la adquisición de Globovisión por su actual propietario, Raúl Gorrín, el Centro para los Estudios Latinoamericanos y Latinos de la American University, que tiene su sede en Washington DC, ha producido un extenso informe luego de una exhaustiva investigación en torno a la programación del canal, y a su línea informativa, y ha llegado a la conclusión de que la nueva Globovisión tiende a ser neutral, y que “el sesgo a favor del gobierno no es más probable que el sesgo a favor de la oposición.

El estudio, realizado por varios investigadores encabezados por Michael S. Danielson, Michael M. McCarthy y Paula Orlando, con el asesoramiento del director del Clals,  Eric Hershberg, y el acompañamiento de varios asistentes de investigación,  fue realizado en un periodo particularmente complejo y “evalúa el grado en que la estación Globovisión realizó una cobertura equilibrada de los acontecimientos políticos y sociales en Venezuela durante el polarizado periodo que abarcó de del otoño de 2013 hasta el verano 2014”.

En la investigación se hace un detallado análisis de la cobertura de las elecciones municipales de 2013, de las manifestaciones callejeras de factores opositores a inicios de 2014, así como de las iniciativas internacionales en favor del diálogo político y social en Venezuela en mayo de 2014. La cobertura de la escasez de productos básicos en los meses subsiguientes también fue motivo de observación. “El estudio se centra en sí la cobertura de Globovisión fue imparcial en término del acceso dado a los representantes del gobierno y de la oposición, de la favorabilidad de la presentación y representación de individuos y organizaciones  prominentes , y de la elección de temas y perspectivas que recibieron cobertura”.

Este estudio, divulgado por el National Press Club, en Washington, y por diversos medios estadounidenses, incluye el análisis de contenido de más de 88 transmisiones de una hora de duración , incluyendo alrededor de 600 segmentos de noticias o entrevistas con más de 1.000 individuos y la discusión de 36 temas diferentes.

El informe de la investigación, tan extensa como exhaustiva, expresa que durante el periodo evaluado “Globovisión no favoreció fuertemente la posición del gobierno, proporcionando significativamente más visibilidad a voces gubernamentales no presentándolas bajo una luz más positiva que a sus oponentes”.

Los investigadores señalan que “esto contradice el consabido sentir de la oposición durante este periodo en relación con la supuesta captura de los medios de comunicación de Venezuela por el gobierno”.

También el documento hace una consideración con respecto al tema de la polarización, que tiene su reflejo, obvio y más que evidente, en el comportamiento de los medios de comunicación.

“Dado que  el país experimenta altos niveles de polarización  al menos desde 2002,  y que la línea editorial anterior de Globovisión tenía un pronunciado sesgo antigubernamental,  gran parte de la audiencia del canal inevitablemente tiene puntos de vista sobre la línea editorial, en el marco del cambio de propiedad que experimentó en junio de 2014. Sin embargo este estudio revela con un análisis empírico riguroso que no hay evidencia que respalde la creencia de que los nuevos propietarios favorezcan fuertemente al gobierno”.

Otra conclusión del estudio indica que la programación de la nueva Globovisión “a menudo logra un grado de neutralidad con su cobertura de noticias, a la vez que proporciona  un espacio para el gobierno, la oposición y las voces neutrales en los momentos importantes. Esta conclusión es especialmente importante para la evaluación del  equilibrio”.

Ahí les dejo eso a quienes se empeñan en desconocer el aporte que la nueva Globovisión viene haciendo a diario para cumplir con su objetivo de promover un periodismo responsable y veraz. No ha sido ni será una tarea fácil. ¿Que se  ha podido hacer mejor durante todo este tiempo? Seguramente. Pero es indudable que hoy el canal es más plural, abierto diverso y equilibrado que durante el tiempo que permaneció bajo el control de sus antiguos propietarios. Los cambios en la planta, y no me cabe ninguna duda, han sido para bien.

Y es allí donde uno se pregunta quien responde por los daños que durante largo tiempo y con gran intensidad se llevó a cabo para acabar con el canal y su esfuerzo de promover un periodismo responsable, oportuno, equilibrado y veraz, y para someter al propietario del canal, Raúl Gorrín, y a su presidente, Gustavo Perdomo, al escarnio público. El estudio de la American University habla por sí solo.