Todo vuelve: Lucha indígena desde Brasil a la Patagonia

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Juan Guahán-Question Latinoamérica|

En estos días los pueblos originarios de Brasil y la Patagonia, de Chile y Argentina, se están movilizando procurando reivindicar sus históricos derechos. Aquello que, durante siglos, se pretendió ocultar emerge para demostrar su actual vigencia. Estas luchas tienen dos grandes temas que constituyen su denominador común. Pelean por sus tierras y contra las políticas anti-indigenistas de los Estados actuales, constituidos sobre sus ancestrales territorios.

Estas acciones sintetizan el modo que las reivindicaciones indígenas van retomando visibilidad al mismo tiempo que se profundizan las políticas discriminatorias y de saqueo territorial.Resultado de imagen para Marcha de los Pueblos Indígenas rio negro

En Brasilia se acaba de realizar, entre el 24 y 28 de abril, el “Acampamento Terra Livre” con la participación de cerca unos dos mil jefes indígenas. Sus comunidades vienen bregando contra la paralización de las tareas de demarcación de los territorios indígenas; en oposición a iniciativas legislativas contra sus pueblos; reclamando por sus pérdidas de derechos; confrontando con la criminalización de sus luchas y enfrentando a los emprendimientos extractivistas que asolan sus territorios. Durante los tres días que duró el Encuentro se reunieron con representantes de los tres poderes del Estado y debatieron sobre la mejor manera de sostener sus reivindicaciones.

Simultáneamente, en Chile los prisioneros políticos mapuches fijaron -en un reciente documento- la necesidad de establecer un diálogo entre el Estado Chileno y el “Pueblo-Nación Mapuche” y las condiciones que el mismo debería reunir. En ese sentido reclaman, entre otras reivindicaciones: “avanzar en la devolución de los espacios territoriales, la retirada de las grandes empresas y la desmilitarización de las comunidades mapuches”, solicitando que se ponga fin al respaldo que el Estado Chileno otorga a las invasiones realizadas por grandes empresas trasnacionales y las persecución de las instituciones policiales a quienes resisten a las mismas. Finalmente invitaban a una actividad religiosa de su comunidad que se realizaría en el interior de la cárcel de Temuco.

Por último, en la argentina Provincia de Río Negro, se realizó entre el 20 y 24 de abril la “Marcha de los Pueblos Indígenas” en rechazo al nuevo Código de Tierras aprobado por el gobierno de esa provincia. Esta movilización, encabezada por las comunidades mapuches que habitan la Patagonia recorrió cerca de 800 kilómetros, una columna arrancó desde Bariloche y la otra desde Catriel. Ambas confluyeron en la Casa de Gobierno de la Provincia de Río Negro. El Proyecto cuestionado no reconoce la preexistencia de los derechos de los pueblos originarios y consecuentemente queda establecido el debate por unas 5 millones de hectáreas, que éstos vienen reclamando y que fueron relevadas como territorio ancestral en virtud de la Ley 26.160. Las tierras referidas serían puestas al servicio del modelo extractivista con destino a la mega minería y la extracción de petróleo y gas, en contradicción del art. 75 incs. 17 y 22 de la Constitución Nacional (Reforma de 1994) y el artículo 42 de la propia Constitución Provincial.

Viajes, inversiones y luchas con trasfondo electoral

Un breve recorrido por las cuestiones más candentes de la realidad política argentina, deja muchas cuestiones, pero aquí señalaremos algunas de ellas: El viaje del Presidente Macri y su relación con las inversiones y la situación política, penal y personal de la ex Presidenta.

El Presidente en su viaje a los Estados Unidos, que será complementado con otro –de próxima realización- a China y Japón, va encaminado en la dirección prevista. Con el Presidente de los Estados Unidos el debate central ha sido de política. El resultado público es el esperado. Para Mauricio Macri fue un “encuentro maravilloso” y para Trump una reunión de “viejos amigos”. El tema de las inversiones tuvo dos aspectos destacados. Su reunión con sectores petroleros orientados básicamente a la explotación de Vaca Muerta y la paradojal inversión de Techint en Estados Unidos, donde Macri inauguró –en Houston- una planta para la construcción de tubos de acero sin costura. Esta inversión, de más de mil millones de dólares, dará empleo a unos 1600 trabajadores… norteamericanos. Argentina produce los mismos tubos y va reduciendo su personal. Ello prueba que el  plan de inversiones de Macri funciona perfectamente… al revés.

En cuanto a la situación de la ex Presidenta -para comprenderla más cabalmente- se pueden distinguir las cuestiones políticas, las penales y las personales.

Desde el punto de vista político, Cristina –sea o no candidata- necesita mantener su vínculo político con el peronismo y sus dirigentes, pero conservando una fuerza respetable en la candidaturas y las estructuras orgánicas. Para ello su carta más importante es que la corriente que ella conduce encabeza la oposición peronista al gobierno y conserva un importante volumen de votos que –en el caso de la provincia de Buenos Aires- ronda el 30%. La contradicción surge porque gran parte de los dirigentes peronistas, entre ellos la mayoría de los gobernadores de ese signo, no quieren perder ese apoyo electoral pero simultáneamente tampoco les satisface quedar “pegados” a la figura de Cristina.

En los aspectos penales Cristina padece el acoso de varias causas judiciales. Si bien todo indica que Macri no tiene ningún interés en verla presa, sin embargo las circunstancias políticas, algunas presiones de su grupo político y de la prensa, más cierta autonomía de determinados jueces pueden terminar con Cristina, Máximo o Florencia presos y ella lo sabe.

Por último desde lo personal, el incidente ocurrido en estos días en la residencia de su cuñada, Alicia Kirchner, no es un detalle que pueda omitir. Sabe que el clima de hostilidad viene siendo cuidadosamente cultivado por varios sectores. Ello unido a otras cuestiones, entre ellas la crisis santacruceña, no pueden dejar de inquietarla.