Siria: el nuevo objetivo a conquistar por el imperio

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LEANDRO ALBANI | Aunque el gobierno de Siria aceptó el lunes pasado el plan de paz de la Liga Árabe (LA), se mantiene la tensión política y militar debido a las presiones que recibe Damasco, principalmente de Estados Unidos y la Unión Europea (UE) que, a través de sanciones económicas y financieras, bilaterales y extraterritoriales, buscan la salida del poder del presidente Bashar Al Assad.

Leandro Albani – AVN

La actual situación de asedio contra la nación árabe comenzó de forma intensa en marzo pasado, pese a que el Ejecutivo, desde ese momento, inició un gran diálogo nacional de donde surgieron diferentes reformas del sistema político y social, algo exigido por sectores de la oposición.

A su vez, los enfrentamientos entre grupos armados calificados como terroristas por Damasco y el Ejército, continúan en algunos puntos del país, con más soldados muertos.

El plan de paz

El gobierno de Al Assad comunicó que aceptaba el plan de la LA “bajo ciertas condiciones”, entre las que se encuentran cambios en la misión de observadores que el bloque quiere enviar a Siria para verificar las supuestas represiones contra los manifestantes.

El portavoz de la cancillería siria, Jihad Al Makdesi, añadió que “todas las sanciones de la Liga contra Siria deberían ser canceladas”.

En noviembre, la LA anunció sanciones económicas contra Siria, aunque dentro del bloque, países como Libano, Argelia e Irak manifestaron sus desacuerdos con las medidas punitivas.

Al Makdesi aclaró que el gobierno nacional nunca rechazó la propuesta de la LA y que “está previsto la firma del protocolo pronto” pues el Ejecutivo “ha respondido positivamente al borrador del texto”.

Al Assad niega represión

El propio presidente Al Assad rechazó haber ordenado actuar por medio de la violencia contra manifestantes opositores, durante una entrevista en la televisora estadounidense ABC.

El mandatario cuestionó un informe de la Organización de Naciones Unidas (ONU) que refiere que más de 4.000 personas han muerto desde el inicio de las movilizaciones.

Al Assad agregó que la mayoría de las víctimas eran simpatizantes de su gobierno y que unos 1.100 uniformados fueron ultimados por las acciones de los grupos violentos.

El presidente sirio afirmó que “no ha habido órdenes de matar o de actuar con brutalidad” y sentenció que “ningún Gobierno en el mundo mata a su propio pueblo a menos que lo encabece un loco”.

Al Assad además denunció que la violencia en su país es causada por bandas de criminales, extremistas religiosos y terroristas que simpatizan con Al Qaeda y se infiltran en las manifestaciones pacíficas.

Desde que comenzó el conflicto interno en Siria, las fuerzas de seguridad han desbaratado diferentes operativos que tenía como objetivo ingresar armas a la nación y han incautado toneladas de armamentos.

A mediados de noviembre, la agencia de noticias iraní Fars reveló que mercenarios que actúan infiltrados en Siria son entrenados en bases militares ubicadas en Catar, Arabia Saudita y Turquía.

Según lo difundido por este medio, los mercenarios luego son introducidos en territorio sirio para sumarse a los grupos opositores, a quienes proveen de armamento y utensilios para acciones terroristas.

Estos individuos son entrenados por asesores estadounidenses, israelíes y turcos, de quienes reciben altos sueldos por las acciones que realizan.

Al Assad expresó que el asedio a la nación siria por parte de potencias externas tiene una larga data de más de 30 años.

EEUU tomó medidas injerencistas contra Siria en 2003, bajo la administración del republicano George Wl. Bush, argumentando que Damasco no contribuía a la persecución de combatientes insurgentes libaneses y palestinos, y esas medidas han incidido por casi una década contra el bienestar del pueblo sirio.

Soldados muertos y explosivos desactivados

En esta jornada, se conocieron nuevos enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad y los grupos armados, luego que mercenarios intentaron intervenir entre las ciudades de Mork, en la provincia de Hama, e Hich en la provincia de Idleb.

La agencia de noticias Sana informó que las fuerzas de seguridad abatieron a varios de los violentos, mientras que en Hama se desarticularon a 6 artefactos explosivos de entre 12 y 15 kilogramos en diferentes puntos de la región.

Otros cinco explosivos de 25 kilogramos fueron desactivados entre Hama y Maharda, mientras un sexto artefacto explotó sin dejar daños.

En tanto, cinco efectivos del ejército y civiles fueron sepultados, luego de ser asesinados por grupos terroristas en las localidades de Homs, Damasco y Deir Azoour.

La compleja situación conllevó a que Rusia y China expresaran sus deseos de solución pacífica del conflicto sirio y reiteraran el rechazo a las injerencias externas de otras potencias en Siria.