Nada

ROBERTO HERNÁNDEZ MONTOYA | Cuentan que el rey Luis XVI llevaba un diario íntimo. Cuando los descamisados tomaron La Bastilla, Luis consignó: “Nada”. No sabía ni dónde estaba parado. Vino a descubrir que sí estaba pasando mucho cuando ya estaba subiendo al cadalso.

En su entumecimiento moral e intelectual, los medios golpistas han elegido ignorar o injuriar la instalación de la Celac en estos días en Caracas. A ese estado menesteroso reducen a su público, que ve la historia sin mirarla. Y si llevan un diario, seguro escribirían “nada” ante el Paso de Las Termópilas, la Caída de Constantinopla o la Batalla de Ayacucho.

Lo mismo ha hecho el Departamento de Estado: se unen 33 países americanos, por primera vez sin tutela de Estados Unidos ni Europa; instalan un polo político, económico, militar, social y cultural de peso formidable, en contraste con el naufragio capitalista, entre los 33 la tercera economía del mundo, y dicen que no tiene importancia. Nada.

Otros embotados de nuestros medios dicen que para qué otro organismo, que ya hay OEA, CAN, etc. Señores: esto es la continuación del proyecto anfictiónico bolivariano, que fue frustrado por Estados Unidos. Ahí están tres de las grandes economías del mundo, la Argentina, el Brasil y México, la más grande riqueza petrolera, o sea. Y dicen que eso no tiene importancia. Trascendente es el concierto doblado de Britney Spears. Significativo es el debate ese, en que nadie debate, de los “carros chocados” de la oposición (la expresión es de El Nacional). Nada.

En Europa cada vez más jóvenes que se han graduado en universidades no consiguen trabajo, algo malo en sí mismo, pero tiene como efecto colateral que no alimenta el currículo. Es tan grotesca esa crisis que hay quienes pagan para trabajar a fin de enriquecer su hoja profesional.

Lo dijo el presidente Chávez y está flotando en el ambiente, blowin’ in the wind, que aquel mundo en crisis debe enderezar su vista hacia acá. Porque lo que están haciendo ahora mismo es duplicar la medicina neoliberal que les está causando los aprietos en que se hallan, los del Caracazo, porque para Venezuela todo eso es un déjà vu. Oficinistas de aspecto insulso de las empresas del neoliberalismo ocupan ahora los Gobiernos de Italia y Grecia.

Estamos a la orden en el Celac.