Mercosur vaciado, entre golpes y cantinfladas/ ¿Golpe de Estado al Mercosur?

mercosur triple alianza

Claudio Della Croce|

Finalmente se formalizó, entre gallos y medianoche, el golpe en el Mercosur. El martes 13 de septiembre, los cancilleres de la “triple alianza” contra Venezuela, Paraguay, Brasil y Argentina, consumaron el golpe contra la presidencia pro témpore de Venezuela, con una “cantinflada” de la que participó activamente una señora que pretende -nada más ni nada menos- ser secretaria general de la ONU.

Desde que Venezuela debía asumir estatutariamente la presidencia pro témpore del Mercosur, se puso en evidencia una estrategia clara, la de “castigar” a Venezuela, hacer de facto lo que no pudieron hacer en la OEA ni en otros organismos de integración regional. La estrategia de paralizar la integración, orientarla hacia los tratados de libre comercio y la pérdida de la soberanía.

Un escueto comunicado habla de “el consenso alcanzado por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay para facilitar el funcionamiento del Mercosur y para coordinar las negociaciones con otros países y grupos de países, así como los pasos a seguir para asegurar el equilibrio de derechos y obligaciones en el proceso de adhesión de Venezuela”.

Llama la atención que el comunicado afirme que la decisión haya sido tomada por “consenso”, esencial para que tuviera validez. Según el diccionario de la Real Academia Española, consenso significa “Acuerdo o conformidad en algo de todas las personas que pertenecen a una colectividad”. Los integrantes de la colectividades son cinco: Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay y Venezuela. ¿Cómo se puede tomar una decisión por consenso si dos de sus miembros no están de acuerdo?

El mismo comunicado dice que estuvieron de acuerdo Argentina, Brasil y Paraguay y que el gobierno uruguayo se abstuvo. O sea, no estuvo de acuerdo.

La excusa esbozada, tras descartar la aplicación de la llamada cláusula democrática, fue que Venezuela “no ha incorporado normativa esencial del Mercosur en su legislación nacional”, lo que ya fuera desmentido por Venezuela. Magnánimos, lo cancilleres forajidos decidieron “otorgar un plazo complementario a fin de que la República Bolivariana de Venezuela de cumplimiento a  las obligaciones asumidas en su Protocolo de Adhesión al Mercosur”.

Más adelante señala que el 1 de diciembre se analizará nuevamente el estado de cumplimiento de las obligaciones asumidas por Venezuela en el protocolo de adhesión y amenaza que “la persistencia del incumplimiento importará el cese del ejercicio de los derechos inherentes a la condición de estado parte”.

El comunicado –que extrañamente no fue reproducido completo por las cancillerías amisoras- dice más adelante que “El 1 de diciembre de 2016 se analizará nuevamente el estado de cumplimiento de las obligaciones asumidas por Venezuela  (…). La persistencia del incumplimiento, añade, “importará el cese del ejercicio de los derechos inherentes a la condición de estado parte . O sea, reconoce a Venezuela como estado parte que, obviamente, no participó del “consenso”,

Metas logradas de golpemercosur serra y malcorra

La meta era aislar a Veneuela y la misma no se pudo alcanzar con el respeto a las normativas del bloque regional, y por ello se apeló al golpe institucional, al que ya utilizaron internamente Paraguay y Brasil, contra los presidentes constitucionales Fernando Lugo y Dilma Rousseff.

El argumento usado para promover su “suspensión” de la membresía en el Mercosur, es el del “incumplimiento” de las tareas de adecuación al Mercosur, parte de la estrategia política que nada tiene que ver con  la normativa del bloque regional, que no contempla en absoluto el “incumplimiento” sino que establece –tanto en el Tratado de Asunción como el protocolo de adhesión de Venezuela- que el proceso de adecuación parte de los principios de gradualidad, flexibilidad y equilibrio.

El embajador venezolano ante Mercosur y Aladi, José Félix Rivas Alvarado, señaló que “La temeraria estratagema contra Venezuela, ha contado con una numerosa y creativa producción de esperpentos antijurídicos, y entre ellos resalta el acuñamiento de una categoría inexistente legalmente, como lo es la de “Estados Fundadores” que naturalizó reuniones y declaraciones públicas a nombre del Mercosur y negando a la Presidencia por Témpore a Venezuela”.

El analista de CLAE, Rubén Armendariz, indica que “La llamada crisis del Mercosur deja en claro la creación o subsistencia de dos realidades en la pugna: una, la jurídica-normativa y otra la virtual, autoritaria, de facto. La primera, la apegada a los tratados y normativas del grupo regional, tiene suficiente peso como para mostrar que todo lo que están haciendo y/o tratando de hacer los gobiernos de Argentina, Brasil y Paraguay, está al margen de la ley, es una posición forajida”.

Es habitual que los gobierno de facto –como el actual de Brasil- quieran convertir en letra muerta las leyes, tratados y normas. Y esa posibilidad de aniquilar el Mercosur es un atentado a la integración regional que apoyan gobiernos electos democráticamente pero que no creen en la democracia, como los de Argentina y Paraguay, añadió.

La canciller venezolana, Delcy Rodríguez,  rechazó  de manera rotunda las declaraciones emitidas por la Triple Alianza, conformada por Argentina, Paraguay y Brasil y señaló que esta declaración vulnera la legalidad de Mercado Común del Sur (Mercosur). “Venezuela, en ejercicio pleno de la Presidencia Pro Témpore de Mercosur, y en resguardo de sus Tratados, rechaza la declaración de la Triple Alianza”, escribió la canciller.

Recordó que en Mercosur  “las decisiones se adoptan por consenso y respetando las normas de funcionamiento. No permitiremos violaciones a los Tratados. Pretender destruir Mercosur mediante artimañas antijurídicas es reflejo de la intolerancia política y desesperación de burócratas”, agregó.

La presión extrarregional

mercosur-union-europeaLa añeja estrategia de divide y vencerás fue aplicada nuevamente. Ya Estados Unidos y la Unión Europa la aplicaron con la Comunidad  Andina de Naciones:  destruyeron el espacio andino de integración, y ahora tratan de  lograrlo con el Mercosur.

Para el juego geopolítico y geoeconómico de la derecha global, la posición soberana de Venezuela en el Mercosur es demasiado peligrosa, sobre todo si la meta  es avanzar en los procesos de extracción de los recursos naturales de la región y el arrebato de la soberanía suramericana.

La estrategia de la “triple alianza” tiene dos grandes objetivos políticos, acosar a la Revolución Bolivariana para devastar y saquear sus recursos, y paralizar el Mercosur para “flexibilizarlo”, para que cada país pueda negociar acuerdos comerciales en solitario, para reeditar la fracasada (en 2005) política hacia una zona de libre comercio (ALCA) en donde todos puedan celebrar tratados de libre comercio bilaterales, sin necesidad de consenso del resto de los socios.

Estas decisiones que, según las normativas del Mercosur, deben tomarse por consenso de todos los miembros del bloque. El consenso no lo iban a lograr con Venezuela y por eso no extraña una de las últimas cláusulas del documento: “Las negociaciones externas con terceros países o grupos de países serán coordinados por los cuatro estados partes signatarios del Tratado de Asunción”.

*Economista argentino, investigador del Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico

Anexo:

¿Golpe de Estado al Mercosur

Caja de Resonancia| El pasado martes 13 de septiembre, fueron dadas a conocer sendas declaraciones por parte de las cancillerías de Argentina, Brasil y Paraguay en las que se afirmó -con algunas variaciones- que se había adoptado una fórmula por parte de los “Estados fundadores” del Mercosur para destrabar la crisis en que se encuentra este organismo por el desconocimiento de esos mismos países a la legítima Presidencia Pro Témpore venezolana del bloque regional. La supuesta solución no fue sino patear la mesa, dar un golpe de Estado en un organismo cuya consolidación ha llevado 25 años y plantear una situación imposible de aceptar para uno de sus Estados miembro.
El pasado martes 13 en horas de la noche fueron publicados estos documentos en las sitios oficiales de Internet de las cancillerías de Argentina, Brasil y Paraguay. Con algunas diferencias, en los comunicados -que se emitieron casi al unísono- se señala que “los Cancilleres de los Estados Partes signatarios del Tratado de Asunción firmaron la “DECLARACIÓN CONJUNTA RELATIVA AL FUNCIONAMIENTO DEL MERCOSUR Y AL PROTOCOLO DE ADHESIÓN DE LA REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA AL MERCOSUR””.
El comunicado argentino indica que “Esta Declaración refleja el consenso alcanzado por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay para facilitar el funcionamiento del MERCOSUR y para coordinar las negociaciones con otros países y grupos de países, así como los pasos a seguir para asegurar el equilibrio de derechos y obligaciones en el proceso de adhesión de Venezuela, atento a que este país no ha incorporado normativa esencial del MERCOSUR en su legislación nacional”.
Finaliza el texto señalando: “Por este motivo, se decidió otorgar un plazo complementario a fin de que la República Bolivariana de Venezuela de cumplimiento a las obligaciones asumidas en su Protocolo de Adhesión al MERCOSUR”.
El texto publicado por Paraguay agrega un párrafo al final donde se indica: “Es oportuno señalar que la no objeción de ninguno de los Estados signatarios permitió lograr el consenso en torno a la presente Declaración Conjunta”.
La publicación del Palacio de Itamaraty (la cancillería brasileña) es la que tiene más diferencias, y éstas no son solamente las que corresponden al idioma. Textualmente se indica:
“O prazo para que a Venezuela cumprisse com essa obrigação encerrou-se em 12 de agosto de 2016 e entre os importantes acordos e normas que não foram incorporados ao ordenamento jurídico venezuelano estão o Acordo de Complementação Econômica nº 18 (1991), o Protocolo de Assunção sobre Compromisso com a Promoção e Proteção dos Direitos Humanos do Mercosul (2005) e o Acordo sobre Residência para Nacionais dos Estados Partes do Mercosul (2002).

 

 

 

A Declaração estabelece que a presidência do Mercosul no corrente semestre não passa à Venezuela, mas será exercida por meio da coordenação entre Argentina, Brasil, Paraguai e Uruguai, que poderão definir cursos de ação e adotar as decisões necessárias em matéria econômico-comercial e em outros temas essenciais para o funcionamento do Mercosul. O mesmo ocorrerá nas negociações comerciais com terceiros países ou blocos de países.

 

 

 

Em 1º de dezembro de 2016, a persistir o descumprimento de obrigações, a Venezuela será suspensa do MERCOSUL.

 

 

 

A Declaração foi adotada no espírito de preservação e fortalecimento do Mercosul, de modo a assegurar que não haja solução de continuidade no funcionamento dos órgãos e mecanismos de integração, cooperação e coordenação do bloco”.
El texto brasileño fue bastante más duro que el argentino y paraguayo, así como abundó más en un lenguaje claramente sancionatorio que había sido expresamente evitado por sus colegas.
Estos comunicados habían sido precedidos por una publicación en redes sociales de José Serra, canciller del ilegítimo gobierno de Brasil, y enemigo jurado del Mercosur en las campañas electorales de las que ha participado en su país, en la que se decía: “Finalmente solucionamos o impasse criado no MERCOSUL pela possibilidade da Venezuela asumir a presidência do bloco. Os quatro países fundadores – Brasil, Argentina, Paraguai e Uruguai – aprovaram hoje uma nota de consenso, segundo a qual a Venezuela não assumirá a presidência do bloco, que a partir de agora será exercida por meio de comissão coordenadora formada por um representante de cada um dos fundadores. Se até o dia 2 de dezembro a Venezuela não cumprir os compromissos que assumiu no início do seu ingresso, ella será suspensa do MERCOSUL”.
Por su parte, el viceministro paraguayo de Relaciones Económicas e Integración, Rigoberto Gauto, quien es también Coordinador Nacional del Grupo Mercado Común (GMC) por ese país, explicitó aún más el contenido del documento suscrito: “Este documento no habla de la Presidencia Pro Témpore, habla de cómo se va a administrar el Mercosur en este período, se puede inferir que naturalmente Venezuela no ejerce la Presidencia Pro Témpore, no la ejerce porque ninguno de los tres países la ha aceptado, eso es claro, lo dijimos desde el principio”.
“Tiene tres meses más para completar su incorporación y vencidos esos tres meses, los países signatarios revisarán nuevamente el estado de cumplimiento y adoptarán las disposiciones que correspondan según el caso, esa es la salida que se encontró, en esto no hay votación, las decisiones en el Mercosur se toman por consenso y la abstención no bloquea el consenso, por lo cual la decisión se tomó con la opinión favorable y el apoyo expreso de Argentina, Brasil y Paraguay y con la abstención de Uruguay”, manifestó el vieministro.
Gauto ha relevado al canciller Eladio Loizaga en las declaraciones públicaciones sobre este tema, luego de que las credenciales democráticas de ese diplomático paraguayo fueran cuestionadas urbi et orbi por sus estrechos vínculos con la dictadura de Alfredo Stroessner y por su connotada condición de anticomunista y enemigo acérrimo del pensamiento de izquierda.
La cancillería uruguaya fue la única en hacer pública la decisión, que fue adoptada por el voto afirmativo de Argentina, Brasil y Paraguay y con la abstención expresamente señalada en el texto por parte del gobierno uruguayo, en su portal de Internet y puede ser consultada ingresando en www.mrree.gub.uy.
Los compromisos y el trasfondo
Sobre estos temas, ya se ha escrito bastante. Y quienes hayan llegado hasta aquí, seguramente estarán informados. Sin embargo, recomendaremos algunas notas en ese sentido.
¿A qué cosas se comprometió Venezuela y cómo va su cumplimiento? Eso puede ser consultado en el artículo “Contra Venezuela, contra el Mercosur” del Representante de la República Bolivariana de Venezuela ante Mercosur y Aladi, José Félix Rivas Alvarado, que puede ser consultado enhttp://www.alainet.org/es/articulo/179919.
¿Cuáles son los argumentos para pretender apartar a Venezuela del Mercosur o sancionarla? Puede verse una aproximación al tema en el artículo “Presidencia venezolana del Mercosur: El argumento “no-político””, publicado enhttp://cajaderespuestas.blogspot.com.uy/2016/07/presidencia-venezolana-del-mercosur-el.html.
¿Exportación del golpe blando?
“Algunos países tienen como objetivo incidir en la situación interna de Venezuela más que fortalecer el proceso de integración. Intentan exportar el golpe blando en el Mercosur”, dijo el pasado 23 de agosto de 2016 a GPS Mundial de radio Sputnik el vicepresidente uruguayo del Parlamento del Mercosur (Parlasur), diputado Daniel Caggiani.
El mismo diputado Caggiani, conocido el contenido de la declaración por estos “miembros fundadores” -categoría que no existe en el ordenamiento jurídico del Mercosur- que pretenden erigirse en jueces y fiscales de los otros países del bloque, señaló al diario El País de Montevideo que la misma es un “mamarracho jurídico”, así como que la declaración de los cancilleres “carece de todo fundamento jurídico. Uruguay inteligentemente se abstuvo, porque no hay ninguna razón para expulsar a Venezuela del Mercosur”, consideró.
La posición de Venezuela
Por último, este miércoles la canciller venezolana Delcy Rodríguez ratificó a través de la red social Twitter que el Gobierno venezolano mantendrá su lucha en defensa del tratado constitutivo y el tratado Ouro Preto del Mercosur.
Rodríguez ratificó que de acuerdo con ese tratado, Venezuela está en ejercicio pleno de su derecho, por lo que rechazó esa decisión.
“Venezuela, en ejercicio pleno de la Presidencia Pro Témpore de Mercosur, y en resguardo de sus tratados, rechaza declaración de la Triple Alianza. Esta declaración de la Triple Alianza del gobierno de Argentina, Paraguay y de facto de Brasil, vulnera la legalidad de la organización”, escribió la canciller.
“En Mercosur las decisiones se adoptan por consenso y respetando las normas de funcionamiento. No permitiremos violaciones a los tratados. Pretender destruir Mercosur mediante artimañas antijurídicas es reflejo de la intolerancia política y desesperación de burócratas”, manifestó.
Muchos de estos burócratas ni tienen credenciales para hablar de democracia o de soberanía y es claro que el argumento para intentar aislar a Venezuela es ideológico, fundamentalmente por estar vinculados a los intereses del imperio norteamericano que no tiene ningún interés en un Mercosur cada vez más grande y más fuerte y sí en desdibujarlo y despojarlo de toda su actual carga social.
Esta decisión es también una aberración jurídica en un organismo que funciona por consenso, que busca la convergencia y la integración y complementariedad.
El pretendido emplazamiento a Venezuela es en realidad una espada de Damocles para los pueblos de América Latina y sus procesos de integración, que debería conducirlos a la verdadera independencia y soberanía.
¿Sobrevivirá el Mercosur a este embate?