Memorias de un escuálido en decadencia

ROBERTO MALAVER | ¡Otra vez nos engañaron! Así no nos van a creer. Nada nos costaba hacerle caso al Tribunal Supremo y dejarle que miraran los cuadernos y listo, ganamos. Pero salimos a decir que era un compromiso y quemamos aquella vaina como en el Chile de Pinochet quemaron los libros. Así no se vale.

Roberto Malaver – Ciudad CCS

Habíamos dicho que después de 48 horas quemaríamos los cuadernos y no esperamos ni 24 horas y le caímos a candela, y después vino lo peor, el argumento, decir que estábamos cuidando a los votantes para que el régimen no los persiguiera. Esa vaina no se la cree nadie. No hay que olvidar que la primera lista la creamos en Súmate cuando buscamos aquel montón de firmas.

Ahora Embajada Carriles Radonski anda asustado porque él mismo no cree que sacó ese montón de votos.

Y Ramos Allup anda tragando duro, porque después que los ofendió con aquello de maripositas, petimetres y lechuguinos, dice que aquello le importa un carajo y que lo mejor es la unidad porque Acción Democrática ganó más de 120 alcaldías y ahora es cuando somos partido. ¡Qué bolas!

Hay que felicitar a nuestros medios porque se portaron como unos valientes. Esa portada de El Nacional el 12 de febrero llamando a votar, más que una noticia era un afiche electoral.

Qué diferencia con aquella portada del 11 de abril de 2002 cuando decía que ¡la batalla final será en Miraflores! Cómo han cambiado nuestros medios, eso se agradece.

Lo malo es nuestro candidato que no sabe hablar, cuando pone ejemplos para aclarar una cosa, aquello da pena, vergüenza ajena, el hombre no tiene vida, no tiene burdel, no tiene esquina, y lo que dice es pura pendejada.

Hay que ponerlo a vivir en casa de Ramos Allup por unos dos o tres meses para que Ramos Allup lo ponga al día en lo que tiene que decir y cómo decirlo.

Con ese petrimetre no vamos a ninguna parte, a menos que Obama nos envíe un asesor arrecho para ver si de esa manera salimos de esta dictadura.

Pero repito. No podemos seguir engañando a nuestros militantes, a quienes tenemos que engañar es a los chavistas, porque esos han aprendido que jode.

Así que nada nos costaba entregar esos cuadernos y salir ganando más, pero siempre sembramos dudas, si el Tribunal Supremo decía que teníamos que entregar los cuadernos teníamos que hacerlo, porque nada tememos, o es que teníamos miedo de algo, de que se descubriera que como no había capta huellas ni tinta indeleble votamos 3 y 20 veces en varios centros electorales.

No, amigos, vamos a hablar claro, como decía nuestro compañero Gonzalo, que descanse en paz, porque también nos acompañó en el golpe de abril.

–Miénteme más. –Me canta Margot