Francia busca al rival de Marine Le Pen en las presidenciales

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Gorka Castillo|
Una mujer y cuatro hombres competirán el 23 de abril y el 7 de mayo en las elecciones presidenciales francesas más inciertas desde el triunfo de Charles de Gaulle en 1959. La batalla por llegar al Eliseo se presenta como un pulso entre la candidata de la extrema derecha Marine Le Pen y el resto, un elenco de aspirantes terminados en ‘on’ que necesitarán aparcar sus diferencias si quieren evitar la victoria del Frente Nacional en el más que seguro balotaje de mayo.

Al conservador François Fillon, al socialiberal Emmanuel Macron, al socialista Benoît Hamon y al izquierdista Jean-Luc Melenchon solo les quedará apoyar al superviviente en la primera vuelta, ya que todos los sondeos coinciden en que Le Pen los aplastará en abril.

Francosi Fillon

Especialmente a Fillon, el líder de Les Républicains (LR), cuya imagen ha caído en barrena tras la sucesión de escándalos que no han dejado de perseguirle desde que fue elegido candidato en noviembre. La última revelación publicada esta misma semana por el semanario satírico ‘Le Canard Enchaîné’ desvela cómo Fillon contrató como asistentes parlamentarios a dos de sus hijos a quienes pagó con dinero público más de $ 74.294 (80.000 euros) entre 2005 y 2007.

Lo peor para el aspirante de la derecha gala es que no es el primer caso de nepotismo, algo que la ciudadanía francesa aborrece. La semana pasada se difundió que su esposa también trabajó como asistente en la Asamblea Nacional durante 15 años, lo que reportó unos beneficios familiares de otros $ 895.284 (831.440 euros) procedentes de las arcas públicas. Acorralado por la corrupción, a François Fillon no le ha quedado otra opción que anunciar públicamente que “renunciará” a su candidatura si finalmente es imputado por la fiscalía financiera de Francia. 

Marine Le Pen se ha quitado de encima a su más incómodo rival para el balotaje del 7 de mayo. Quedan el socialista Hamon, miembro del ala más izquierdista del Partido Socialista francés (PSF), el exbanquero y exministro de economía Emmanuel Macron, y el candidato de la izquierda más nítida, Jean-Luc Melenchon.

La última encuesta publicada el lunes por el diario Le Figaro adelanta que la ultraderecha goza en la actualidad de la simpatía de una cuarta parte del electorado. Una base sólida e inmune a los sobresaltos políticos que agitan Europa. Ni siquiera ha sentido el golpe lanzado por la Eurocámara que exige al Frente Nacional la devolución de los $ 366.059 (340.000 euros) en sueldos que desembolsó a dos miembros del partido ultra que nunca trabajaron en el seno de la institución.

Al contrario. La maquinaria lepenista se ha alimentado de esta denuncia para incrementar unas décimas su probable caladero de votos hasta situarlo en el 25%. Ahora que Fillon está maniatado por su sombrío pasado, es Macron quien parece postularse como el adversario que se medirá ante Marine Le Pen.

Según pronostican los estudios demoscópicos, el exministro de Economía con François Hollande el exbanquero y exministro de Economía ha ascendido hasta el 20% de los sufragios tras el hundimiento de la derecha y tras conocerse que el candidato socialista es Benoît Hamon, algo indigesto para los sectores más liberales del PSF.

Jean-Luc Melenchon

Destacados nombres como la excandidata socialista en 2007 Ségolène Royal y el exministro del Trabajo François Rebsamen han expresado su simpatía por  el movimiento En Marche! (En Marcha!) de Emmanuel Macron, sumándose a la sangría de disidencia que sufre el socialismo galo y que ya alcanza cotas abrumadoras. Exministro de Economía con François Hollande y exdirectivo de la banca Rostschild, Macron ha sido calificado por rivales y antiguos compañeros del PSF como “un seductor de votantes de derecha” gracias a sus propuestas neoliberales.

Pero está demostrando su capacidad para aprovechar el declive de la derecha y las divisiones que asolan a la izquierda. Un dato: El PSF, un partido colosal que en 2007 contaba con más de 250.000 afiliados, suma hoy poco más de 40.000 inscritos. Un desgaste provocado a medio camino por la crisis de la socialdemocracia en Europa y las traiciones internas. A Benoît Hamon le queda que el simbolismo de su mensaje electoral cuaje en más de ese 15% de la ciudadanía que aún cree que la izquierda convencida se abre paso en el PSF, aunque sea en uno de los momentos más críticos de su historia.

Pero la presión de Jean-Luc Mélenchon, con el 10% de la intención de voto, por el ala izquierda como la de Macron por la derecha dificultan las aspiraciones de Hamon hasta límites difícilmente soportables.

Datos:

Francia es el único país occidental que ha sido testigo de ataques terroristas en terreno propio una y otra (¡y otra!) vez, por lo que el resultado de estas elecciones puede dar una pista sólida sobre cómo pretende actuar Occidente frente al yihadismo.

Aunque los medios internacionales han puesto sus ojos en la populista Le Pen, pocos pueden anticipar quién será su contrincante. La imagen débil de François Hollande a nivel internacional alejó a los franceses del socialismo, aunque Francia es un país que hace constantes guiños a la izquierda.

*Publicado en El Telégrafo