Euforia en Italia por la salida de Berlusconi

GARA | El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, presentó ayer su dimisión al frente del Gobierno italiano, lo que desató la euforia de los italianos, que celebraron la decisión con bailes y brindis. El presidente realizará hoy las consultas con las fuerzas políticas y los presidentes eméritos y no se descarta que hoy mismo encargue la formación del nuevo Gobierno, tarea para la que la opción que suena con más fuerza es la del ex comisario europeo Mario Monti.

«Ladrón», «payaso», «bufón»… fueron algunos de los calificativos con los que cientos de eufóricos italianos despidieron ayer en las calles de Roma a Silvio Berlusconi cuando se dirigía al Palacio del Quirinale a presentar su dimisión al presidente, Giorgio Napolitano, después de que la Cámara de los Diputados aprobara las medidas de austeridad exigidas a Italia por la Unión Europea para reducir su deuda.

Berlusconi, de 75 años de edad y dueño de un imperio económico, presentó su dimisión tras de una de las semanas más convulsas en la economía italiana después de que el todavía primer ministro, cargo que ha ocupado en tres ocasiones desde su primera llegada al poder en 1994, perdiera la confianza de la Cámara Baja, la misma que ayer aprobó las reformas dictadas por Bruselas. Agotadas todas sus opcio- nes y abandonado por algunos de sus más estrechos aliados, el más polémico de los mandatarios europeos, con tres juicios pendientes por corrupción, abuso de poder e incitación a la prostitución de menores, se ha visto obligado a renunciar.
Antes de presentar su renuncia, que Napolitano no ha dicho aún si acepta o no, Berlusconi se reunió con su Gabinete en un Consejo de Ministros que duró 35 minutos y que convocó una vez ratificada en la Cámara de los diputados, la Ley de Presupuestos se 2012, que incluye las reformas aprobadas.

Al término del encuentro, y en las que eran sus últimas declaraciones como jefe del Gobierno, no pudo ocultar su tristeza por la forma en la que deja el poder. «Es algo que me ha dolido profundamente», declaró, no sin antes prometer a sus aliados de la Liga Norte que «nos podremos quitar la espina cuando queramos».

Posteriormente, se dirigió al palacio del Quirinale para presentar su dimisión a Napolitano, tal y como había prometido que haría el pasado día 8. Cuando salía de su residencia, el romano palacio Grazioli, fue duramente increpado por cientos de personas que esperaban su salida y le despidieron al grito de «fuera la mafia del Estado», mientras miles le esperaban en la plaza del palacio presidencial, donde una orquestina tocó el «Aleluya» de Haendel para festejar -dijeron- la caída de Il Cavalieri, una «liberación para el país».
Berlusconi tuvo que realizar un recorrido alternativo para llegar al Quirinale debido a la cantidad de personas congregadas allí y en las calles adyacentes por donde tenía previsto pasar. Fuentes de su partido, el Pueblo de la Libertad (PdL), dijeron que el primer ministro se sentía «muy amargado» por las muestras de rechazo de los ciudadanos.

Consultas y nuevo Ejecutivo

Una vez abierta oficialmente la crisis de Gobierno con la dimisión de Berlusconi, Giorgio Napolitano comenzará hoy la ronda de consultas con los partidos políticos y altos cargos del país para la formación de un nuevo Ejecutivo. No se descarta que hoy mismo encargue la formación del nuevo Gobierno para que el lunes Italia tenga otro Ejecutivo que ponga en marcha las medidas exigidas por la UE.

La opción que estos días ha sonado con más fuerza es la formación de un Gabinete «técnico», presidido por el economista y ex comisario europeo Mario Monti, de 68 años, que cuenta con un importante apoyo entre las fuerzas parlamentarias y con las simpatías de la patronal italiana y a quien el presidente nombró senador vitalicio le pidió que permanezca en Roma hasta que se solucione la crisis.
Monti, que ayer se reunió con Berlusconi, quien le ha dado el visto bueno tras colocar, al parecer, a su secretario de Presidencia, Gianni Letta, en el futuro Gabinete, podría presentar hoy mismo a su equipo y acudir en los próximos días al Parlamento para pedir su voto de confianza.

La oposición de centroizquierda ha anunciado su apoyo a Monti, pero la Liga Norte, aliada de Berlusconi, no sólo ha dicho que votará en contra sino que ayer advirtió al PdL que si apoya al ex comisario como sucesor de Il Cavalieri, su formación considerará que «es el fin de un ciclo, iniciado hace muchos años» y romperá su alianza.

El ministro de Interior y «número dos» de la Liga Norte, Roberto Maroni, reiteró que su partido está en contra de la formación de un Ejecutivo «técnico», a pesar de que esa es la hipótesis que Napolitano pretende aprobar, e insiste en la necesidad de convocar elecciones o, como mucho, nombrar un Gobierno de emergencia, liderado por un dirigente de la Liga Norte o del PdL.