Estados Unidos e Israel abandonan la UNESCO

 

Federico Mayor Zaragoza|

Estados Unidos e Israel decidieron abandonar la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), pero  ninguna noticia apareció en los medios de comunicación hegemónicos sobre el progresivo debilitamiento del multilateralismo democrático

Estados Unidos ya había abandonado a la organización intelectual del sistema de las Naciones Unidas en el año 1984, cuando el Presidente Reagan y la primer ministro Margaret Thatcher iniciaban, como tétrico preludio, la “hoja de ruta” del neoliberalismo globalizador.Imagen relacionada

Éste, en pocos años, sustituiría el multilateralismo por la gobernanza oligárquica y plutocrática, confiada a seis (G6), siete (G7), ocho (G8)… o 20 países más tarde,  (G20 en 2008), cuya ineficacia total y ampliación de la brecha social está padeciendo actualmente la humanidad en su conjunto.

EEUU lo hace ahora acompañados de Israel. El Israel de Netanyahu. El Israel de Shimon Peres e Isaac Rabin fue, bien al contrario, muy activo en favor de la concordia y de la paz en la Unesco durante los años 1987 a 1995. Isaac Rabin fue especialmente partidario de lograr un acuerdo de paz con el Estado Palestino, hasta el punto de ofrecer a Yasser Arafat en el mes de junio de 1995 la cocapitalidad de Jerusalén.

A los pocos meses, fue asesinado y, profundamente afectado, decidí dedicarle la Plaza de la Tolerancia del recinto de la Unesco en París, construida por el eminente arquitecto israelí Dani Karavan. Todos los estados árabes, sin excepción alguna, acudieron a honrar la memoria de Rabin.

Ahora, el Israel de Netanyahu aumenta la tensión con Palestina… y abandona la Unesco siguiendo al presidente Donald Trump, que sigue implacable la estela y mal ejemplo de su antecesor republicano Ronald Reagan. No se dan cuenta de que EEUU necesita a la Unesco  muchísimo más que ésta a EEUU, ya que su sistema educativo –no son pocos los Estados donde es preceptivo explicar el creacionismo, por ejemplo- deja, en todos los grados, mucho que desear.

La deriva neoliberal hacia el supremacismo, la xenofobia, el racismo, la exclusión, es patente y sólo  una gran movilización popular en el ciberespacio podría eliminar los grupos plutocráticos y reforzar a las Naciones Unidas, la genuina Organización multilateral, cuya Carta se inicia, lúcidamente, con “Nosotros,  los pueblos…”.

Nada hay que esperar de unos gobernantes amilanados. Sólo el establecimiento firme y apremiante de “los principios democráticos” –justicia, libertad, igualdad y solidaridad- que según la Constitución de la Unesco deben “guiar” a la humanidad podría reconducir las sombrías tendencias actuales.

 

* Farmacéutico, profesor, poeta, político y alto funcionario internacional español. Fue director general de la Unesco entre 1987 y 1999.