El nuevo papel del parlamento en la estrategia del gobierno argentino

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JUAN GUAHÁN| El gobierno, tomando como base su nueva mayoría parlamentaria, está manifestando su propósito de integrar –ese poder estatal- a su estrategia política. Malvinas y Banco Central, encabezan sus primeras “declaraciones” y debates. El tema del transporte ya fue incorporado a su agenda y la cuestión ferroviaria, sigue su desarrollo. El gobierno ha decidido que el Parlamento contribuya, de un modo eficaz y efectivo, a los objetivos de las políticas sostenidas por el Ejecutivo.

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Ese criterio ya comenzó a materializarse con el control de la mayor parte de las comisiones y sigue con la agenda que los legisladores comienzan a considerar.

La actividad de la Comisión de Relaciones Exteriores, deliberando en Tierra del Fuego para darle mayor significación a la reivindicación de soberanía sobre esos territorios, y las reformas demandadas por la Presidenta respecto al Banco Central, son manifestaciones de esta tendencia.

Pero, posiblemente el dato más significativo esté dado por el actual intento de legislar sobre el traspaso del servicio de transportes (subtes, colectivo y un tranvía turístico) de la Nación a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Esta cuestión, que se desató con el traspaso del subte, viene a los empujones y toca cuerdas muy sensibles, siendo muy difícil saber cómo terminará en el corto y largo plazo

El debate se inició por razones económicas: El subsidio al transporte en la ciudad de Buenos Aires, lo que permite a los porteños vivir mejor a costa del resto del país. El gobierno nacional quiere ajustar las cuentas públicas y Mauricio Macri no quiere quedar hipotecado. Cuando comenzaban a llover las presentaciones judiciales Cristina cambió el escenario colocando el tema en el Parlamento Nacional. La mayoría parlamentaria -que hoy detenta- le asegura a Cristina un triunfo en el ámbito legislativo. Pero la cuestión se está planteando como la histórica disputa entre federalismo y centralismo. Tomados los mismos contendientes quedan dudas acerca de ¿a quién le conviene –en el largo plazo- el desarrollo de ese debate?

La Presidenta escribió en su twiter: “Es necesario de una buena vez por todas que el Parlamento, donde están representadas las provincias, defina qué modelo de país somos. Si vamos a seguir con un modelo centralista o vamos a ser en serio un país más federal, más igualitario y más equitativo”.

Macri le respondió: “Le damos la bienvenida al debate, no sólo en el Congreso, en la Legislatura de la Ciudad. Estamos dispuestos a ese debate para que las provincias no reciban las migajas que decide darles el gobierno nacional, sino lo que les corresponde y donde no haya decisiones arbitrarias según el color político (…) Qué bueno que quieran discutir sobre el federalismo. Nunca hubo un gobierno más centralista que éste. Sería muy importante que los gobernadores digan en público lo que dicen en privado sobre este tema. No nos peleemos las provincias por ese 25 por ciento que nos envían, discutamos juntos sobre el 75 que maneja discrecionalmente el Gobierno”

Así están planteadas las cosas. Cristina tiene la ventaja del profundo sentimiento anti porteño (bastante justificado por cierto) que tiene la mayor parte de los argentinos que no habitan la ciudad de Buenos Aires.

Macri quiere, habrá que ver si puede, capitanear el reclamo del interior que demanda una nueva Ley de Coparticipación que restituya a las provincias los niveles históricos de aportes estatales. Este es un reclamo que la mayoría de los gobernadores hace en voz baja, mientras procuran asegurarse –en los despachos oficiales- otras formas de apoyo del gobierno central. Si Macri lograra el objetivo de transformarse en adalid de esta reivindicación estaría alcanzando una impensada (según muchos, inmerecida) victoria política.

Docentes

Empieza marzo y con él las clases. Este año -casi como un calco de años anteriores- ello ocurre en medio de variados conflictos docentes. Como todos sabemos la Nación carece de escuelas, las que dependen de las diferentes jurisdicciones provinciales. No obstante ello la Nación establece, por Convenio Nacional un salario básico al que luego se ajustarían los debates en cada una de las provincias. Hasta ahora, en los tiempos de las “vacas gordas”, los incrementos que daba la Nación presionaban sobre las provincias a favor de los maestros.

De allí la alianza entre el gobierno y los docentes que culminó en el hecho que el principal agrupamiento de éstos –CTERA- terminara encabezando –como aliados del gobierno- una ruptura dentro de la CTA. Pero este año la cosa viene distinta. La Nación no logró –todavía- acordar ese salario de referencia. Por eso, una Resolución Ministerial dio por clausurado el debate y fijó el salario testigo. Los gremios no lo aceptaron, no obstante que varias provincias lograron acuerdos salariales, el gobierno tuvo que soportar una huelga nacional docente de 48 horas, ésta fue decretada por los 5 gremios nacionales vinculados al sector. Dicha medida estuvo fundada, además de las cuestiones puramente reivindicativas, en aquel dicho de la Presidenta en el sentido que “los docentes trabajan 4 horas y tienen 3 meses de vacaciones”. Esa frase, no del todo feliz, produjo una fisura en el idilio entre este sector y el gobierno nacional.

 Ferrocarriles y un inolvidable antecedente

El tema ferroviario sigue sobre el tapete. No es fácil borrar de la memoria colectiva el dolor profundo que produce un hecho como el ocurrido en Once. La Justicia avanza, en medio de apoyos y críticas.

Hubo muchos cuestionamientos a la aceptación del Estado como querellante. Esa decisión fue matizada por la orden que impide salir del país a varios funcionarios y por el hecho de haberse ordenado el “secreto del sumario”. Hay impugnaciones a peritos, con denuncias en el sentido que alguno de ellos -proveniente de la Universidad de Buenos Aires- habría recibido apoyo económico para sus investigaciones por parte de la empresa imputada. La renuncia del Secretario de Transportes –Juan Pablo Schiavi- por “razones de salud” y su reemplazo, por un joven y plebiscitado intendente santafesino allegado al Ministro de Planificación y al Presidente del Bloque de Diputados oficialistas (Agustín Rossi), son los más importantes “pasos” oficiales en este tema.

En medio de tantas decisiones trascendentes hay un hecho anecdótico que vale la pena recordar. TBA, la empresa concesionaria del servicio del tren que motivara los sucesos de Once, tiene como dueños a los hermanos Mario y Claudio Cirigliano, cabeza de un vasto imperio económico construido en los últimos 20 años y que ahora se encuentra bajo la mira de la Justicia. El padre de los Cirigliano, Nicola (venido de Italia en 1949), junto a otros dos hermanos empezó el camino del transporte comprando el interno 16 de la línea 295.

Ese ómnibus -según la prensa de la época- a la salida de la cancha de Independiente (Avellaneda) la tarde/noche del 10 de noviembre de 1963 arrolló, motivando su deceso 2 días después, a José María Gatica. Gatica el famoso “mono Gatica”… un ídolo popular que en la década de los 50 maravillara a los amantes del boxeo. De su vida quedó inmortalizada aquella frase, cuando estrechó las manos del General Perón diciendo: “General, dos potencias se saludan”. Su muerte, provocada por aquel “Interno 16, de la línea 295”, caló muy hondo en el sentimiento popular. Siete cuadras de manifestantes, cargados de dolor, acompañaron sus restos.