Bolivia: efectos en Venezuela

Leopoldo Puchi

Los recientes acontecimientos que han tenido lugar en Bolivia tendrán efectos sobre la evolución de los conflictos políticos de la región, más allá de la valoración que pueda realizarse sobre lo ocurrido, de las consideraciones sobre las reelecciones, las irregularidades electorales, el papel de la OEA o el movimiento de piezas que se programó para armar el golpe de Estado.

En el caso de Venezuela, lo de Bolivia se constituye en un elemento que se incorpora al flujograma de acciones que se inició en enero de este año, dirigido a un “cambio de gobierno”. La correlación geopolítica en la región sufre modificaciones; los actores internos tienen nuevas expectativas y aprehensiones y la búsqueda de acuerdos entre Gobierno y oposición va a encontrar dificultades adicionales.

GEOPOLÍTICA

Lugo y Zelaya

Con la salida de Evo Morales de la presidencia de Bolivia, el sector gubernamental venezolano se ve afectado, ya que sufre la pérdida de un aliado, que tenía la particularidad de una mayor afinidad política que en otros casos de presidentes depuestos, como Manuel Zelaya, Dilma Rousseff o Fernando Lugo.

Sin embargo, la salida de Morales ha provocado una presencia más activa de México, que hace parte de un campo progresista en proceso de recomposición con el triunfo de Alberto Fernández en Argentina, y que tiende a asociarse en torno al Grupo de Puebla, un foro que mantiene distancia con Cuba y con el desempeño de la gestión de Nicolás Maduro, pero que asume una posición contraria a la intervención militar y a las sanciones.

EXPECTATIVAS

Otra repercusión del derrocamiento de Morales tiene que ver con la modalidad por la que transitaron los acontecimientos, que combinó manifestaciones de calle, la participación de los cuerpos policiales a favor de la oposición y la decisión de los militares de pedir la renuncia del presidente y de participar posteriormente en la represión de los partidarios del presidente depuesto.

Este esquema ha abierto expectativas en la oposición venezolana sobre una posible réplica de esos hechos, por la vía del impacto psicológico y del contagio que pudiera generarse en los cuerpos policiales, la Guardia Nacional Bolivariana y los otros componentes de la Fuerza Armada. También se aspira a que sirva de estímulo a las movilizaciones y se eleve la motivación de la masa de oposición.

DIÁLOGO

Un tercer efecto apunta hacia el debilitamiento de las probabilidades de acuerdos entre las partes, ya que del lado de la oposición se pudiera entender que es factible la repetición del esquema boliviano, lo que conduciría a que no haya diálogo; y del lado gubernamental se refuerzan las aprehensiones generadas por el comportamiento de los entes públicos en Bolivia, como el Tribunal Constitucional. De manera que las expectativas, de un lado, y la aprehensión, del otro, va a dificultar la reinstitucionalización de la Asamblea Nacional y la designación consensual de órganos como el Consejo Nacional Electoral.

*Politólogo, exministro de Trabajo