De Miranda a Bolívar, a Chávez

ve bolivar con plumaMario Sanoja e Iraida Vargas|

Francisco de Miranda fue precursor de  la independencia de  América y actor   resaltante de nuestra gesta emancipadora nacional. Como Mariscal de Ejército participó en las guerras que tuvo que sostener Francia en el siglo XVIII contra las monarquías europeas,  para defender el triunfo de las ideas republicanas de la Ilustración, y estuvo presente en todos los escenarios principales donde se desarrollaba la lucha política entre los viejos imperios y las nuevas ideas de la modernidad.

Su mirada, sin embargo, estaba puesta en la liberación de América  del yugo imperial español y, más todavía, en la necesidad de una vez liberadas, integrar todas las antiguas  colonias en una sola patria. Miranda consideraba esta gran tarea como necesaria basada en los rasgos culturales comunes que sus poblaciones compartían, particularmente, una lengua común, tradiciones históricas comunes y una base social común.Con base a esta integración cultural, se facilitaría posteriormente el establecimiento de un Estado Común. La existencia de estructuras administrativas y jurídicas coloniales compatibles en todas las colonias permitiría extender esas redes de gobierno dentro de una nueva unidad territorial que recibiría el nombre de Colombia, país que abarcaría de norte a surlegado de chavez2 toda la América Española.

Para cristalizar la idea de esa enorme entidad territorial se convocaría un congreso continental a celebrarse en el istmo de Panamá, donde estarían representadas todas las provincias de la América Meridional o Colombia. Se proponía la construcción de una nueva ciudad en el istmo de Panamá, que llevaría el nombre de Colombo.

Pensaba Miranda que la independencia de las antiguas colonias españolas solo podría ser garantizada dentro de un sistema de integración continental. De la misma manera, una nación integrada podría unirse para explotar las inmensas riquezas que encerraba en vasto territorio de la América Española, dando lugar a un gobierno justo y libre con un poder económico similar al de Inglaterra.

Siguiendo los lineamientos esbozados por Miranda, en 1824 Simón Bolívar convocó a los gobiernos de Colombia, México, Río de La Plata, Chile y Guatemala a participar en la celebración de un Congreso Anfictionico en Panamá con  el objetivo de consagrar la unidad continental de la América liberada del yugo colonial español.  Dicho congreso solo llegó a reunirse en 1826, saboteado por personajes como el presidente de Colombia, Francisco de Paula Santander quien propició la participación de países como  Estados Unidos a lo cual se oponía Bolívar debido al papel negativo que dicho país había jugado en la gesta emancipatoria de la América Hispana. Otros países como las Provincias Unidas del Río de la Plata y Chile se abstuvieron de asistir quizás más interesados en preservar sus vínculos políticos  y económicos con las potencias coloniales europeas.

Aquella línea histórica se prolonga hasta  el siglo XXI en la Revolución Bolivariana, cuando el Presidente Hugo Chávez retoma la iniciativa de la unidad de las naciones americanas, creando efectivamente organizaciones continentales como la UNASUR,  la CELAC, el ALBA, el Banco del Sur, Petrocaribe y el proyecto de un oleoducto y un gasducto que enlazaría todas las naciones suramericanas. En parte por las mismas causas que fracasó el Congreso de Panamá, es decir, la injerencia perversa del gobierno de  Estados Unidos y la sumisión neolonial de ciertos gobernantes y partidos políticos al imperio, el sueño de crear la Patria Grande si bien ha calado hondo en los pueblos  de Suramérica y el Caribe, no ha logrado todavía revelarse como una alternativa sólida frente a las agresiones imperiales, particularmente aquellas dirigidas a desestabilizar y derrocar la Revolución Bolivariana.

La independencia de la América Hispana se le presentaba a Miranda como un tiempo de refundación, de definición de la identidad social y cultural de los americanos. Este proceso de refundación de la América hispana se produjo con más fuerza que en el caso de Angloamérica, donde la colonización inglesa originaria estuvo basada en la formación de enclaves que reproducían el modo de vida inglés formando una identidad distanciada de la que gestaban los modos de vida aborígenes. Por el contrario, la conquista y la colonización del espacio territorial hispanoamericano representó una  larga y sangrienta confrontación entre la minoría española, peninsular o criolla, y las extensas comunidades indígenas originarias organizadas como imperios, como verdaderos Estados, política y económicamente  tan estructurados,  quizás más, que la misma España como fueron los casos del Imperio Inca,  el Tihuanaco, el Imperio Azteca y el Imperio Maya.

De la misma manera, la empresa de conquista y colonización tuvo que hacer frente a etnias-nación como la Chibcha, la Caribe, la Caquetía, la Taína, la Tupi Guaraní, entre muchas otras, que habitaban y controlaban extensos territorios. Ello resultó no en la construcción de enclaves que reprodujesen el modo de vida hispano, sino en la conversión de las antiguas ciudades y sitios habitados por las sociedades indígenas americanas en las fundaciones sobre las cuales se erigieron las nuevas ciudades y pueblos que conformaron el sistema colonial español, dando origen a la arquitectura y el urbanismo mestizo de las antiguas urbes latinoamericanas y caribeñas.

Desde el mismo siglo XVI, como lo prueban las investigaciones de ADN mitocondrial realizadas en Venezuela, el proceso de mestizaje entre aborígenes, europeos y negros fue muy intenso y sostenido, destacando un dominio que fluctúa según las diversa regiones entre un 70 u 80% de ADN mitocondrial indígena, 10 a 15% de ADN mitondrial negro y 5 a 10% europeo. La interpretación que hicieron de este hecho las elites minoritarias criollas venezolanas que luego devendrían en la base de las oligarquías comerciales que se apoderaron de Venezuela desde el siglo XVIII hasta el presente, se basaba en que dicho proceso, al sentirse ellos los  auténticos americanos, les daba derechos absolutos sobre la propiedad de las tierras que sus ancestros habían arrebatado a los indígenas originarios, derecho de propiedad que  proyectaban las elites criollas hacia el ámbito político, cultural, ideológico y administrativo y hacia el control de los cabildos.

ven miranda tallaEl discurso criollo, sin embargo, no extendía la autenticidad de la identidad americana hacia los indios, los pardos, los esclavos negros y sus descendientes. Es por ello que la gesta emancipadora venezolana era vista, inicialmente, como una empresa de los criollos americanos que se rebelaban contra España y los españoles peninsulares  para fundar su propia república, un nuevo Estado  criollo que representase sus intereses de clase.

Aquella falsa percepción de la realidad por parte de la minoría criolla, podría estar en la base de la pérdida de la 1era y  2da repúblicas. La masa de maniobra del ejército comandado por Miranda para combatir las tropas  realistas alzadas en Valencia, estaba integrada mayoritariamente por pardos, mestizos, indios y negros que se enfrentaba a otro ejército con similares condiciones socio-culturales. Miranda, habituado  a  ejércitos disciplinados para combatir en orden cerrado y en orden abierto en un campo de batalla previamente seleccionado por el jefe del ejército, tenía que comandar formaciones donde los oficiales estaban más interesados en sacar provecho personal de su rango mientras que los soldados peleaban utilizando tácticas que se asemejaban más  a la de la guerra de guerrilla. De allí su supuesta expresión conocida como “bochinche, esto no es más que bochinche”, la cual motivó  su decisión de capitular ante las fuerzas realistas, abandonando el mando de aquellos combatientes que el consideraba como indisciplinados.

El Libertador Simón Bolívar  comprendió rápidamente la necesidad de transformar aquella masa de combatientes indisciplinados en un ejército policlasista, que luchaba con base en valores comunes, creando un discurso emancipador que tenía significado para todos los venezolanos criollos, pardos, mulatos, indios y negros. Como ha dicho Bohorquez, el nosotros de los criollos no es sino una autoreferencia; el nosotros de Miranda rebasa el estrecho concepto de identidad de los criollos y lo extiende al principio de la pertenencia al suelo; el nosotros de Bolívar  forma parte de un discurso político que incluye a todos aquellos y aquellas que quieran luchar por la causa de la emancipación,  a ese pequeño género humano conformado por  criollos, peninsulares patriotas, pardos, indios mulatos y negros que son el fundamento originario de la identidad cultural de la nación venezolana.

El eje histórico que nos lleva desde Miranda, a Bolívar y de él a Chávez nos permite aprehender que la continuidad de la obra iniciada por aquellos 3 grandes constructores del  proceso de liberación nacional, no es casual ni producto de un azar histórico. Diríamos, sin caer en determinismos extremos, que Venezuela parece tener una vocación para promover  cambios históricos y de producir los líderes que en los momentos decisivos saben encontrar las vías para hacerlos concretos. La coyuntura actual que vivimos en Venezuela representa  una fase de ese largo proceso de cambio histórico que tiene como meta la transformación de la sociedad venezolana.

El discurso político de Bolívar hizo eco en el discurso de Chávez, quien plantea  la inclusión de todos los venezolanos y venezolanas  en el disfrute de los beneficios sociales y materiales que produce la revolución sin importar su clase social, su lealtad política  a la Revolución o la pertenencia al suelo de otros países. Ello representa también la creación de una identidad generosa que persigue como realidad concreta que el pueblo goce de la mayor suma de felicidad posible.

Chávez sostuvo una filosofía de vida devenida de su experiencia vital, de su conciencia de clase y de la sensibilidad de un hijo de campesinos, mestizo, descendiente directo de esclavos e indígenas, líder que fue capaz de articular un pensamiento propio, donde se aglutinan las ideas de Miranda y de Bolívar.

Miranda, Bolívar y Chávez asumieron los riesgos de una teoría y una práctica de la integración y la reciprocidad entre los pueblos americanos, con todas las complejidades de lo que ello implica, aquilatando el peso de la historia e instalando un deseo de intervención, de una crítica que no solo identificara problemáticas o teorizara geopolíticamente a la América Española o se fascinara con la reformulada violencia colonial, sino que asumiera el riesgo de apostar por un proyecto complejo, que sirviera para repensar los conceptos de identidad, de lengua y nación característicos del pensamiento mirandino.

Chávez apostó por el carácter emancipatorio de Miranda. En ese sentido, destaca la carencia de soberbia de Chávez ante el conocimiento histórico, un conocimiento que en él se aleja de todas las apreciaciones clasistas, racistas y patriarcales que caracterizaron a la historiografía oficial del siglo XX. Todo ello se complementa con su fascinación y apertura hacia las ideas integracionistas de Miranda y de Bolívar, sobre todo las de este último, por sus propuestas por superar las oposiciones y los conflictos entre las culturas de los distintos pueblos de la América hispana.

La identidad en Miranda es acogida por Chávez, pregonando la necesidad de generar un proceso de reconocimiento del mestizaje americano, un mestizaje consciente de sí mismo, donde incluso los elementos olvidados de su identidad hispanoamericana se vivifican a través de la memoria y a través de la geografía. No podemos olvidar que la geografía en Chávez era penetrante, adquiría una incidencia relevante en la construcción de la identidad, la propia y la de todos y todas. Los paisajes, por ejemplo, eran permanentemente re-significados en sus discursos, dejando de ser meras escenografías estáticas como telones de fondo de la vida en los lugares, en las regiones, en la sociedad nacional toda. En ese sentido, Chávez capturó la esencia de la vida social: la inseparable relación entre el espacio –la geografía–  y la historia. El paisaje que lo rodeó todven BOLIVAR luisa su vida, el llanero,  que lo integró, fue el sustento en la articulación decidida de su identidad cultural.

Siguiendo estas pautas chavistas, para la integración, la historia de la América Española debía ser reformulada y rehecha, el sentido de futuro, presente y pasado debían constituir un solo entramado comunitario e histórico.

Para Miranda se conjuntaba la libertad con la soberanía de Colombia. Para Bolívar y Chávez la independencia era el requisito fundamental de la soberanía venezolana.

Anexo

1) PENSAMIENTOS DE GALEANO

“Nuestra derrota siempre estuvo implícita en la victoria ajena; nuestra riqueza ha generado siempre nuestra pobreza para alimentar la prosperidad de otros: los imperios y sus caporales nativos. En la alquimia colonial y neo-colonial el oro se transfigura en chatarra y los alimentos se convierten en veneno.” (GALEANO, 2004:2)

2) PENSAMIENTOS DE CHÁVEZ

Es la integración de los pueblos lo más importante. Es la integración de las almas. Es la integración de un impulso moral, primero que nada; la economía viene después”.

“La integración tiene que partir desde el alma de los pueblos; no es la competencia, es la cooperación en­tre los pueblos; que cada uno le dé al otro lo mejor que tenga de sí mismo, lo que pueda dar al otro, darle razón a la coexistencia en este mundo”.

“Yo seré un pregonero y un acelerador, hasta donde pueda, de los procesos de integración”.

“Es la integración de los pueblos lo más importante. Es la integración de las almas. Es la integración de un impulso moral, primero que nada; la economía viene después”.

IDEAS DE MIRANDA. DISCURSOSven miranda actor

En la Proclama de Coro,1806-08-02 y en la Proclamación a los pueblos del Continente Colombiano, 1801-06-15, Miranda plantea: 1) Inclusión social de todos2) La probidad, 3) La necesidad de la Independizarse de España, 4) El tipo de Gobierno,  5) Alude a la herencia indígena,  6) asimismo a la ilegitimidad de la propiedad de la corona española sobre las llamadas indias ocidentales, 7) a lasinjusticias de la guerra de conquista, 8) Propone la libertad de los indios y esclavos considerándolos a todos ciudadanos.

1) Inclusión social de todos

Establecer el orden civil necesario a la consecución de tan honrosa empresa. La recuperación de nuestros derechos como ciudadanos, y de nuestra gloria nacional como Americanos Colombianos, serán acaso los menores beneficios que recojamos de esta tan justa, como necesaria determinación.

Que los buenos e inocentes Indios, así como los bizarros pardos, y morenos libres crean firmemente, que somos todos [203] conciudadanos, y que los premios pertenecen exclusivamente al mérito, y a la virtud; en cuya suposición obtendrán en adelante, infaliblemente, las recompensas militares y civiles, por su mérito solamente.

2) Laprobidad

Los depositarios del tesoro público lo pondrán inmediatamente a disposición de los cabildos y ayuntamientos, quienes nombrarán sujetos aptos para el manejo, y para suplir al ejército colombiano cuanto sea necesario a su manutención, y operaciones; no solamente en dinero, sino también en provisiones, vestuario, frutos, carruajes, mulas, caballos, &c.

3) La necesidad de la Independizarse de España

Es preciso que las riendas de la autoridad pública vuelvan a las manos de los habitantes y nativos del país a quienes una fuerza extranjera se las ha arrebatado. El (suceso) más completo será sin duda el precio de vuestros generosos esfuerzos; y si vuestros hermanos de la América septentrional, suyo número de tres millones de hombres, han llegado por su valor, sus virtudes, y su perseverancia a establecer su Independencia, aún conciliándose la estimación de sus propios enemigos; con mayor razón deben vosotros contar con el buen éxito; pues que una población demás de diez y seis millones de habitantes la reclama con justicia, con valor, y resolución?

4) El tipo de Gobierno

Dernos un gobierno justo e independiente.

5) Herencia indígena

Acordaos de que sois los descendientes de aquellos ilustres indios, que no queriendo sobrevivir a la esclavitud de su patria, prefirieron una muerte gloriosa a una vida deshonrosa. Estos ilustres guerreros,

6) Ilegitimidad de la propiedad de las llamadas indias ocidentales, incluyendo el derecho de conquista

El mismo historiador, hablando en otro lugar de la soberanía de la España a las Indias occidentales, y temiendo sin duda que se las ostenten, y declara, que ella la ha adquirido en virtud de una concesión hecha por el papa, en su cualidad de vicario de Jesucristo.

De manera que su majestad católica no tiene otro título para invocar que establecer su derecho de posesión, que una bula papal.

7) La injusticia de la guerra de conquista

Desde el descubrimiento del nuevo mundo hasta ahora no hay un solo publicista que se atreva a sostener que la guerra de la España contra los pueblos de América halla sido justa.

8) La liberación de indios y negros

El tributo personal cargado sobre los indios, y gentes de color siendo odioso, injusto, y opresivo será abolido de hecho. Los indios, y las gentes libres de color gozarán desde este mismo instante de todos los derechos y privilegios correspondientes a los demás ciudadanos.