Algo cambió en la OEA / La planta insolente de la OEA

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oea sedeEleazar Díaz Rangel-Últimas Noticias|

Debo reconocer que estaba bastante pesimista ante las posibles conclusiones de la reunión del Consejo Permanente (CP) de la OEA celebrada el jueves. Como se había acentuado una sostenida campaña mediática que hacía parecer inevitable el intento de aplicar la Carta Democrática a Venezuela, y aquí la mayoría de la Asamblea Nacional arriesgaba tanto con su carta de solicitud de intervención, por ello le había comentado a amigos que los cambios habidos en la OEA modificaban sensiblemente su composición.

Sus más poderosos e influyentes países (EEUU, Canadá, Brasil y Argentina, a los que podría añadirse México por sus nexos con “el coloso” del Norte) no estaban identificados con Venezuela, tampoco parecían claras las posiciones de los 15 de la Caricom, ni las de los de la Alianza del Pacífico.

Al comienzo de la reunión, el argentino presidente de la Asamblea, en la respuesta al embajador venezolano que reclamaba cómo su solicitud del CP había sido difundida en la madrugada de ese día, después de otra petición presentada posteriormente, informó que otra petición tenía el apoyo de 21 países cuyos representantes habían asistido a la convocatoria correspondiente, de la cual Venezuela había sido excluida.

Otro factor para la sospecha de que se cocinaba una abierta declaración contra Venezuela, pues de otra manera no se explicaba el desempeño irregular, “fraudulento” como lo califica nuestra Cancillería. Ese tipo hacía todo lo que hacía, hasta distribuir su informe sobre Venezuela solo en español, obviando a 17 delegaciones que usan el inglés, una de las cuales lo reclamó abiertamente, si no tuviese un sólido apoyo. Nadie podía saltarse tantas disposiciones legales y reglamentarias si no tenía el sólido apoyo de la gran potencia.

A todo esto se añade que había dos proyectos, uno presentado por Venezuela, con solo el explícito respaldo de Bolivia y Nicaragua, Dominica y de Ecuador, que recomendó la fusión de ambos. El otro era de México-Argentina, que cuando se anunció tenía más de las 21 hacía poco informadas, pero cuyo texto no había trascendido. Lo que sí sorprendía es que ninguno de los embajadores que lo apoyaba en sus intervenciones hacía referencia alguna a la Carta Democrática, y seguramente nos explica ahora la ausencia del menordomo de EEUU en la OEA, Luis Almagro, como lo llama Roy Chaderton, seguramente enterado de que su misión había fracasado.

Es importante ahora observar que en el primer párrafo de la Resolución aparece un llamado al diálogo “sin exigencias ni parámetros” entre el Gobierno y la oposición, y que tal diálogo se desarrolle con la mediación de los ex presidentes de España (Rodríguez Zapatero), República Dominicana (Leonel Fernández) y Panamá (Martín Torrijos), impulsado por Unasur. Como se recordará, estas gestiones ante Unasur, cuyo Secretario General es el ex presidente colombiano Daniel Samper, fue una iniciativa del presidente Maduro, que ya había logrado un primer encuentro exploratorio entre ambas partes en Santo Domingo.

El cambio en la OEAuru almagro-luis

No fue nada fácil llegar a ese acuerdo, pues la propuesta ecuatoriana fue discutida y hubo dificultades para lograr un consenso. No olvidar que entre los votantes estaban EEUU y Canadá, que no estaba de acuerdo pero no podían quedar aislados. No he leído explicaciones sobre esas dos horas de negociación donde se enfrentaban políticas diametralmente opuestas, radicalmente enfrentadas. Esa es una parte de la historia de esa reunión que envidiaría conocer cualquier periodista. ¿Cómo fueron convencidos EEUU y Canadá para que apoyaran esa redacción? ¿Cuáles otros cambios hubo en las “líneas” que tenían los embajadores? ¿Quiénes fueron los más activos y convincentes para lograr las consultas de urgencia a sus respectivos cancilleres o presidentes? ¿Cómo fue posible eliminar cualquier referencia al referendo revocatorio y a la Carta Democrática? ¿Quiénes hicieron la mayor resistencia a los cambios que favorecían a Venezuela? ¿Y cómo se explica ese cambio en la OEA?

Fue un significativo triunfo de la política exterior venezolana; en el fondo, fue igualmente una victoria de las masivas y entusiastas movilizaciones habidas en esta semana y, naturalmente, lo fue el rol que juegan Venezuela y otros países en la nueva realidad de la región, pese a los cambios negativos habidos, y lo fue de Chávez como factor en la integración latinoamericana y caribeña.

Pero ese triunfo no se les puede ir a la cabeza, como corrientemente se dice. Es circunstancial, y el Alto Gobierno estará consciente de que las fuerzas que pugnan por desestabilizarlo, en el exterior y aquí en Venezuela, buscan crear las condiciones de su eventual desplazamiento, se mantienen intactas, y no cesarán en sus esfuerzos.

Por lo pronto, que el llamado al diálogo que hizo la Cumbre de la OEA por unanimidad compromete a la dos partes. Edgar Zambrano, representante de AD en el seno de la MUD, dijo a este diario que “todas las sociedades han resuelto sus diatribas teniendo la palabra como mediadora; por lo tanto, el diálogo es el instrumento más eficiente, pacífico, cívico y democrático para darle a Venezuela un camino que concrete la paz”.

Esas mismas ideas, aunque no son compartidas por otros oposicionistas, son bastante coincidentes con las del Gran Polo Patriótico que, además, junto al Gobierno ha hecho esfuerzos por ponerlas en práctica. Y lo que supongo estará claro en las partes es que en el diálogo no hay imposiciones ni previos condicionamientos, es necesario estar consciente de que para recibir hay que dar, y que se da para recibir. Es regla de oro de todo diálogo.


Anexo:

OEA-2La planta insolente de la OEA

Luis Britto García

1
Sólo en una oportunidad la oposición se había rebajado a solicitar explícitamente una intervención contra su propio país. En 1902, tras ser derrotada estruendosamente en la revuelta de caudillos mal llamada “Libertadora”, la oposición promovió una intervención de Inglaterra, Alemania e Italia, que con 15 acorazados bloquearon y bombardearon Venezuela. “La planta insolente del extranjero ha profanado el sagrado suelo de la patria”, proclamó el presidente Cipriano Castro, y a su llamado, todo el país, como un bloque, incluido el doctor José Gregorio Hernández, se alistó para resistir. Los acorazados levaron anclas. Es el tema de una película de Román Chalbaud, sin estrenar hace tres años porque faltan unas divisas para pagar los efectos especiales.
2
Hoy, la planta insolente de la OEA pretende profanar el sagrado suelo de la patria. Tristes antecedentes tienen la OEA y el sistema Interamericano en nuestro país. En 1954 se celebró en Caracas la X Conferencia Interamericana, de la cual surgió el aval para derrocar el gobierno democrático de Jacobo Arbenz en Guatemala. La mañana del 11 de abril de 2002, el embajador de Estados Unidos  Charles Shapiro apareció en todos los periódicos declarando que Venezuela estaba “fuera de la Carta Democrática de la OEA”, legitimando así el golpe que como por casualidad ocurriría horas después. La OEA no tomó medidas contra el dictador Carmona Estanga; sólo a instancias del movimiento social colombiano Minga preguntó sobre el destino del “señor Chávez” en carta en la cual reconocía al “Excelentísimo” gobierno del déspota. Es ésta la organización cuyo secretario pretende intervenir al más demócratico de los gobiernos de América.

3
El informe de Almagro, que quizá comentaremos en detalle en el futuro, es el compendio, no de la situación de Venezuela, sino de todos los defectos de forma y de fondo que aquejan a los documentos de la OEA. Se fundamentan en recortes de prensa, que ningún órgano jurisdiccional puede aceptar como prueba; en opiniones de la misma OEA que sólo evidencian sus opiniones; en infundios de ONGs sobornadas por Estados Unidos, potencia hostil a nuestro país; incluso en elementos de convicción tan serios como mensajes de twitter. Entre otros puntos, se afanan en desacreditar al Consejo Nacional Electoral. Pero ese organismo fue el mismo que reconoció sus curules a todos y cada uno de los parlamentarios de la oposición que ahora claman contra él.  Si no confían en el organismo que los proclamó, deberían renunciar ¿O no?oea carta democratica dibujo
4
Se desviven  mucho el uruguayo Almagro y sus cómplices en exigir la aplicación inmediata de un referendo revocatorio en Venezuela, sin respetar los lapsos que para ello establecen la Constitución y las leyes. Para nada mencionan que el referendo sólo está previsto en las constituciones de los tres países más democráticos del hemisferio: Bolivia, Ecuador y Venezuela. Si les parece tan indispensable para la democracia, ¿Por qué no empiezan aplicándolo en sus propios países? Y si la no aplicación de un referendo instantáneo implica que no hay democracia ¿Significa ello que no hay democracia en sus países, donde no existe referendo? ¿Por ejemplo, en Estados Unidos, la potencia que financia a la OEA? Dígalo ahí.
5
A tal organización, tales procedimientos. La Comisión Interamericana de los Derechos Humanos de la OEA fija una reunión contra Venezuela en Washington en abril, y la embajada de Estados Unidos niega la visa a los funcionarios que van a defenderla. Así cualquiera gana. El secretario de la OEA Almagro pide por cuenta propia y sin tener competencia para ello aplicación de la Carta Democrática -petición que únicamente puede cursar el gobierno afectado, y no una parte de él, ni un secretario extranjero- y que sólo procede con acuerdo de las dos terceras partes de los países miembros, ninguno de los cuales ha pedido ni aprobado tal cosa. El embajador de Venezuela Bernardo Álvarez solicita una reunión del Consejo Permanente, con una agenda propia.

Esconden la solicitud de Álvarez, y convocan otra, con agenda diferente. Álvarez debe lograr que pospongan la segunda reunión; se discute la agenda propuesta para la primera, y los 34 Estados miembros desechan la propuesta de aplicación de la Carta Democrática que plantea Almagro, y en cambio aprueban el llamado al diálogo promovido por Venezuela. Ni Carta Democrática, ni intervención, ni marines, ni referendo para esta noche. No: lo que recomienda la resolución de la mayoría de los Estados miembros de la OEA es el diálogo: el mismo que el gobierno de Venezuela está tratando de entablar desde 1998. Se quedan frías la Carta Democrática, y las calderas de los acorazados de la IV flota de Estados Unidos, que tan solícitamente patrullan las aguas latinoamericanas. A levar anclas se ha dicho.