Francisco en Ecuador, pese a las zancadillas: apoyo a la economía social

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Aram Aharonian, desde Quito

El viaje que inicia hoy el papa Francisco en Ecuador, es el segundo que realiza a Latinoamérica, la región con más católicos del mundo. Aquí será recibido por Rafael Correa, un ferviente y practicante católico, que sobrelleva una ofensiva desestabilizadora comandada por grupos empresariales y los medios de comunicación hegemónicos.
Tierra, techo y trabajo: Estas son las tres palabras con las que el papa Francisco resumió el compromiso del Encuentro Mundial de los Movimientos Populares en el Vaticano y que explican hoy la decisión papal de viajar precisamente a estos tres países: Paraguay, por sus problemas de tierra (el caso Curuguaty, concentración latifundista, narcotráfico); Bolivia por su apuesta al medioambiente y el buenvivir y Ecuador, por su compromiso con el trabajo de la economía social y solidaria.

¿Porqué alguien quisiera destruir una de las tres T? Integrantes de los movimientos cristianos de base, a horas de la llegada de Francisco a Quito, ec correa y papamanifestaban sus sospechas de que el Nuncio apostólico (representante del Vaticano en Ecuador) Giacomo Guido Ottonello, trató por varios medios impedir la visita papal al Ecuador.

Ottonelo, un obispo italiano de 69 años vinculado al grupo conservador italiano Comunicación y Liberación (afín al Opus Dei), estuvo detrás de la movilización inducida para crear condiciones de caos y desestabilización que sirviera de argumento para cancelar la visita.

Francisco vuelve a casa

En la historia de la Iglesia Católica cuatro Papas han viajado a Latinoamérica. El primero fue Pablo VI, quien visitó Colombia en agosto de 1968. Luego, Juan Pablo II, estuvo en nuestro continente en 18 ocasiones. Les siguieron sus sucesores, Benedicto XVI, que realizó dos viajes a América Latina, y el argentino Francisco, que efectuó su primer viaje internacional a Latinoamérica (Brasil) como papa en julio de 2013, a los pocos meses de ser elegido obispo de Roma. ​

Treinta años después de la llegada de Juan Pablo II, los ecuatorianos se preparan para recibir a Francisco, una visita que suma más adeptos que detractores en un país mayoritariamente católico y que se prevé movilizará a miles de fieles en Quito y Guayaquil. Hace 30 años, Correa, que era presidente de la asociación estudiantil de la Facultad de Economía de la Universidad Católica de Guayaquil.

ec campesinasPero aunque la euforia es grande, hay quienes cuestionan los gastos de la visita, en momento que las autoridades han pedido austeridad ante la caída del precio del petróleo en el mercado internacional.

Mucho ha cambiado este Ecuador en los últimos años, en materia de inclusión social y distribución de la riqueza, derechos civiles y humanos, en la lucha contra la discriminación y la homofobia, en una mayor participación de las mujeres en diversas áreas. Con la Constitución de 2008 se reconoció a la “familia en sus diversos tipos” y “la unión estable y monogámica entre dos personas libres de vínculo matrimonial que formen un hogar de hecho”.

Pero fue el propio Correa quien impidió que avanzara en la legislatura un proyecto de despenalización del aborto promovido por diputadas de su propio partido, a las que además, sancionó.

Quito se fue vistiendo la última semana de vallas que promocionan fragmentos de su mensaje y que se completan con su rostro sonriente e ilustrado bajo filtros; es decir, con toda una composición que encarna una estrategia de propaganda más que de información.

El diario conservador El Comercio señala que lo que empata a esta imagen con la identidad de las políticas gubernamentales es la composición circular y cromática, en mosaico, que rodea la cabeza de Francisco: la forma y la coloración son una interpretación de la figura icónica de la marca país, Ecuador ama la vida.

Esta publicidad contrasta con la imagen propuesta por la Conferencia Episcopal Ecuatoriana: ¡A Evangelizar con alegría!, que no logró en los empresarios el financiamiento que buscaba el Episcopado. Ambos logos son aceptados por el Vaticano.

Seguridad
Por ejemplo, el papamóvil en el que se trasladará Francisco en su visita a Guayaquil, no será blindado por petición del propio pontífice, pero su conductoir será el mismo que tiene en el Vaticano. Ah, y lleva el escudo de San Lorenzo de Almagro, equipo de fútbol del cual es confeso hincha .

El inefable obipo Marcelo Sánchez Sorondo, canciller de la Academia de las Ciencias Sociales vaticanas, señaló que no se han tomado precauciones adicionales: “el Papa tiene pocas precauciones, es muy valiente, no quiere tener ningún tipo de límite para estar en contacto con la gente”.