Casi 28,5 millones de latinoamericanos viven fuera de sus países

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Según el análisis, la cifra de 28,5 millones de emigrantes latinoamericanos y caribeños supone 4 % de la población total de la región y es superior a los 26 millones contabilizados en la ronda de censos de 2000. En cuanto a sus países de origen, 11,8 millones proceden de México (40 % del total), que encabeza la lista seguido de lejos por Colombia, con 2 millones, y El Salvador, con 1,3 millones.

Respecto a los lugares de destino, Estados Unidos ocupa la primera posición con 20,8 millones de emigrantes latinoamericanos y caribeños (70 % del total), lo que incluye a casi la totalidad de los cerca de 12 millones de mexicanos que viven fuera de su país, y detrás se sitúa España, con 2,4 millones de personas (8 %).

Por otra parte, la población inmigrante en América Latina y el Caribe, que se estima en 7,6 millones de personas, equivale a solo 1,1 % del total de la región. De ellos, una mayoría nacieron en otros países de la misma región (migración intrarregional).

El estudio destaca que los flujos migratorios intrarregionales aumentaron a un ritmo anual de cerca de 3,5 % entre 2000 y 2010, lo que muestra una tendencia a la aceleración respecto a los veinte años anteriores, cuando creció a tasas en torno a 1 %. Argentina, Venezuela, Costa Rica y República Dominicana concentran el mayor número de estos migrantes.

Por su parte, el número de personas nacidas fuera de la región decreció entre 2000 y 2010 en Argentina, Brasil, Ecuador y Uruguay, lo que indica que en esos casos la llegada de inmigrantes no compensó la mortalidad o la re-emigración en ese grupo. En cambio, en otros países se registraron incrementos, como ocurrió en República Dominicana (11,3 %), Bolivia (7,4 %), México (7,1 %) y Panamá (6,2 %).

El documento señala que la inmigración de ultramar, especialmente de españoles, se habría intensificado durante los últimos años a causa de la crisis económica mundial, pero su nivel sigue contrastando con la elevada emigración de latinoamericanos y caribeños a Europa.

Respecto a la migración de retorno, el documento indica que, según los censos de 2010 para seis países con datos disponibles, el mayor flujo se observa en México (860.000 personas, cifra que incluye posiblemente las repatriaciones forzosas), mientras que en los otros casos analizados solo unas 100.000 personas volvieron a sus lugares de origen.

Este informe considera una muestra seleccionada de 10 países de la región cuyas bases censales de la ronda de 2010 estaban disponibles a principios de 2014 en el banco de datos del proyecto Investigación de la Migración Internacional en Latinoamérica (IMILA) de la CEPAL. En algunos casos, estas cifras se complementan con otras procedentes de la División de Población de las Naciones Unidas y de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).migrantes10

Ante el dinamismo que sigue experimentando la migración en América Latina y el Caribe, el informe señala que los foros intergubernamentales, tanto intrarregionales como extrarregionales, están incluyendo en sus agendas una posición común de defensa de los derechos humanos de las personas migrantes y de rechazo a medidas unilaterales y restrictivas de algunos países desarrollados que son destino de la emigración latinoamericana y caribeña.

En este contexto, la CEPAL propone la construcción de una agenda en esta materia que logre la plena inclusión de la migración en las estrategias de desarrollo posteriores a 2015 y la elaboración de planes regionales para aprovechar los beneficios de los procesos migratorios.

Esa agenda también debería permitir avanzar en el diálogo y cooperación internacional sobre la migración, los derechos humanos y el desarrollo en los foros internacionales, así como en la protección de los derechos de los migrantes y, en especial, de niños, jóvenes, mujeres, trabajadores poco calificados y personas que se desplazan en situación irregular o lo hacen forzadamente buscando refugio.

México, principal emisor de migrantes

México se convirtió en el principal emisor de migrantes en América Latina con 11.8 millones de personas que cambiaron su residencia a otro país durante la primera década del siglo, particularmente hacia Estados Unidos, reveló el reporte de la Comisión Económica para América Latina (Cepal).

De acuerdo con la información, al menos cuatro de cada 10 de los 28.5 millones de latinoamericanos que han abandonado su país de origen emigró desde México.

El informe señala que entre el 1 de enero y el 31 de mayo de este año, la patrulla fronteriza de Estados Unidos detuvo a poco más de 47 mil menores de edad (niños migrantes no acompañados) a lo largo de la frontera suroeste de ese país. Ellos proceden en su abrumadora mayoría de El Salvador (9 mil 850), Guatemala (11 mil 479), Honduras (13 mil 282) y México (11 mil 577). La cifra representa un aumento de casi 50 por ciento respecto de la de 2013 y una participación porcentual decreciente de México en relación con los orígenes.

Los autores del reporte calculan en 28.5 millones de latinoamericanos y caribeños el número de personas de la región que residen en países distintos al de su nacimiento, de los cuales 70 por ciento fueron a Estados Unidos. En contrapartida, la población migrante procedente de otras latitudes y que vive en la región asciende a 7.6 millones.

eeuu ninos migrantesEl estudio destaca que los flujos migratorios intrarregionales aumentaron a un ritmo anual de cerca de 3.5 por ciento entre 2000 y 2010, lo que muestra una tendencia a la aceleración respecto de los 20 años anteriores, cuando creció a tasas en torno a 1 por ciento. Argentina, Venezuela, Costa Rica y República Dominicana concentran el mayor número de estos migrantes, señala el estudio de la Cepal.

En cuanto a la migración de retorno, el documento indica que, según los censos de 2010 para seis países con datos disponibles, el mayor flujo se observa en México, con 860 mil personas (cifra que incluye posiblemente las repatriaciones forzosas), mientras en los otros casos analizados sólo unas 100 mil personas volvieron a sus lugares de origen.

La creciente interdependencia económica y comercial entre los países ha implicado un aumento de la movilidad de capitales, recursos y también de las personas. En este contexto surge la primera paradoja de la globalización y la migración: en un mundo más interconectado que nunca, y cuando los flujos financieros, de información y comerciales se liberalizan, la movilidad de las personas se ve fuertemente estimulada pero, a la vez, enfrenta importantes barreras que intentan restringirla, poniendo de manifiesto que la globalización es asimétrica y que profundiza las desigualdades en los niveles de desarrollo. En el caso de la migración internacional, los estados ceden parte de su poder a entidades supranacionales y reconocen el imperio de instrumentos internacionales sobre los derechos humanos, incluido el de la movilidad, concluye el estudio de la Cepal.